Un bestseller de calidad
Matilde Asensi, “El origen perdido”, Planeta, Barcelona, 2003, 558 páginas, 19 €.
La alicantina Matilde Asensi se dio a conocer en 1999 con su primera novela “El salón ámbar”, después vino “Iacobus” (2000) y “El último catón” (2001). Ahora se adentra en el mundo de la selva boliviana de la mano de tres expertos en las redes telemáticas con “El origen perdido”, un besteseller con la tensión de la novela de aventuras, emocionante y poderosa, que plantea cuestiones del pasado muy incómodas con medios del futuro.
Esta mujer que estudió periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona y trabajó durante tres años en los informativos de Radio Alicante-Ser ha escrito una novela cuya lectura no puede dejarse, engancha de tal forma que no se desea que acabe. Podemos bautizar a la periodista como “la Umberto Eco femenina”. La fórmula de la narración se reduce a un cóctel de intriga y de historia sabiamente mezclado. “El origen perdido” es, sin duda, una novela histórica, pero lo que importa en ella no son los escenarios, las épocas, el tinglado decorativo. Lo que importa es el modo en que la escritora nos transmite su saber del amor, del odio, de la muerte, de la amistad y del miedo. De todo eso y de todo lo demás: los mimbres del cesto de la vida.
Hay un dato en esta novela que la aleja de la novela histórica estrictamente en beneficio de la novela de aventuras, se trata del hecho de incorporar el mundo de Internet a la narración a través de su protagonista, un hacker, un individuo sin estudios que vio con anticipación el negocio que suponían las nuevas tecnologías gracias a las cuales puede hablar de todo: de Harry Potter a las claves de los sistemas operativos, pasando por las cosas que le cuenta su abuela: “En aquel momento, la vida, para un hacker como yo, sólo era un complejo sistema de algoritmos escritos en un lenguaje de programación para el cual no existían manuales… La vida era lo que era y, además, muy corta, así que la mía consistía en mantenerme permanentemente ocupado, sin pensar en nada que no tuviera que ver con lo que llevaba a cabo en cada momento, sobre todo si, como entonces, lo que estaba haciendo era, entre otras cosas, un delito penado por la ley”.
A la par que los analistas se debaten en preguntas acerca de si internet es un basurero electrónico o una maravilla de la tecnología, la red enfrenta a los que enarbolan la libertad de expresión y a los añejos defensores de la moral. Ajenos al debate, los hackers disfrutan como si fuesen jugadores en una partida de ajedrez. Este espíritu de aventura, de reto, es el que Matilde Asensi recoge para moldear un personaje que arriesga la vida por salvar a su hermano de una rara enfermedad, relacionada con una maldición. “Tu hermano no se movía, no hablaba, tenía la mirada vacía como si de verdad estuviera muerto”.
Arnau Queralt es un genio informático, un empresario poco convencional que desarrolla una actividad paralela como hacker junto a sus amigos y empleados, Lola y Marc. La mente analítica e inquisitiva de Arnau descubre que en el momento en que comenzó la extraña enfermedad de su hermano, éste se encontraba realizando una traducción de un idioma hablado por los aymaras, antecesores de los incas. A partir de aquí, los tres protagonistas viven la aventura más fascinante de sus vidas. Al grupo se añade otro personaje importante que sirve como contrapunto, Marta Torrent, catedrática en la materia y fuente de disputas con el protagonista con el que se lleva como el perro y el gato. La historia en ningún momento es aburrida porque en ella encontramos muchas de las claves de la conquista de América, que nos sirven para entender mucho mejor nuestro presente: “Los lingüistas opinan que las cinco mil lenguas que existen hoy sobre el planeta probablemente tuvieron un origen común, una especie de protolenguaje original del que derivaron todos los demás”.
El proceso de documentación no sólo incluye la bibliografía clásica, sino también Internet; no en vano Asensi se confiesa una internauta veterana: “Internet me permite visitar ciudades en las que nunca he estado para ambientar los escenarios en los que discurre la acción”.
Es importante no perder de vista el nombre de Matilde Asensi, que con tres novelas se ha convertido en la principal escritora española de novela histórica. Según ella misma cuenta, su próximo libro tratará de una historia en la que Noam Chomsky y las lenguas jugarán un papel determinante en este nuevo rumbo que ha tomado su carrera. Sin duda “El origen perdido” es una creación sobresaliente. Una aventura tan verosímil como la historia: incluso tal vez más, porque es más coherente y vívida de lo que podría ser una crónica histórica.
J. A. Aguado