Desinfectantes, blanqueadores, ambientadores, abrillantadores… La despensa de los consumidores se ha llenado de gran cantidad de productos del hogar industriales. Parecen imprescindibles, pero hay alternativas ecológicas, sencillas y baratas, sin los efectos negativos para el medio ambiente y la salud de un uso excesivo de productos químicos. Agua, vinagre, papel de periódico, limón, jabón natural, o incluso ketchup, son algunos de los ingredientes básicos de la ecolimpieza casera.
Los defensores de la limpieza ecológica recuerdan las consecuencias negativas de generalizar el uso de productos industriales. Su acción se basa en sustancias químicas que pueden afectar al medio ambiente y la salud. Según la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. (EPA), la contaminación del aire interior puede ser de dos a cien veces mayor que la del exterior. Los productos de limpieza comerciales pueden ser uno de sus emisores. Algunas sustancias, como el cloro o el amoniaco, provocan gases irritantes, y el vertido de algunos de estos productos en la naturaleza puede dañar a los seres vivos. De hecho, recuerdan, a menudo llevan avisos que los califican de peligrosos, corrosivos, irritantes o inflamables.