No tomar el sol en las horas centrales del día, utilizar cremas hidratante tras un día de playa o de piscina y evidentemente echarse protector solar son algunas de las recomendaciones más clásicas cuando llega el verano y el calor aprieta. Ahora en el CSIC han creado una nueva crema protectora todavía más efectiva contra los rayos nocivos del astro rey.
Las primeras cremas solares de la Historia se desarrollaron a finales de los años 60 y su protección se basaba únicamente en los rayos UVB, responsables de eritemas y quemaduras. Años más tarde esta protección básica se amplio hasta cubrir el espectro de los rayos UVA, cuya longitud de onda era ligeramente más amplia que los anteriores y a los que se les acusa de causar el envejecimiento prematuro y de las reacciones alérgicas al Sol. Ahora, un grupo de investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han creado un nuevo filtro solar que también cubre el espectro infrarrojo (aquel cuya longitud de onda es todavía mayor), protegiendo más si cabe la piel.