Un anticuerpo sintético, construido a base de plástico en la Universidad de California Irvine (EE.UU.), ha resultado lo suficientemente efectivo como para salvar la vida de un grupo de ratones a los que se les inyectó veneno de abeja. Se trata de la primera vez que un producto de este tipo funciona en animales vivos. El avance abre la puerta a una nueva era en el tratamiento de infecciones y alergias.
Los nuevos anticuerpos consisten en nanopartículas de plástico que poseen la misma “forma” que los anticuerpos naturales que produce un organismo vivo produce en forma natural. Sus creadores, dirigidos por Kenneth Shea, crearon los anticuerpos artificiales mediante un proceso llamado “impresión molecular” para que los polímeros adopten la forma necesaria para atrapar las moléculas dañinas, en este caso un tóxico llamado melitina presente en el veneno de abeja, que puede causar la muerte.
En los ensayos con ratones inoculados con los anticuerpos sintéticos y ratones “control”, los científicos aplicaron inyecciones con dosis letales de melitina a todos los ratones. En el grupo de control murieron todos, mientras que el 60% de los que habían recibido previamente la dosis de anticuerpos plásticos sobrevivieron. Transcurrido un tiempo, las moléculas artificiales fueron destruidas en el hígado de los ratones y eliminadas de sus organismos, según relatan los autores en la revista Journal of the American Chemical Society.
Los nuevos anticuerpos artificiales podrían ayudar a los humanos a sobrevivir cuando sus propios sistemas inmunes fallen o no sean capaces de lidiar por si mismos contra venenos o infecciones.