El organismo que regula los alimentos y fármacos en el Reino Unido está pidiendo que en Inglaterra se eliminen de los alimentos los ácidos grasos trans.
A pesar de que no tienen ningún valor nutricional, la industria utiliza estas sustancias porque promueven la textura y frescura de los productos. Pero los estudios han demostrado que están asociadas a un aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Aunque han sido mucho menos estudiadas que las grasas saturadas, se cree que son más dañinas porque aumentan los niveles de colesterol “malo” en la sangre y disminuyen los de colesterol “bueno”.