¿Quién no ha escuchado nunca frases del tipo “Limpia tu mente del no puedo” o “Por muy alta que sea la meta siempre hay un camino hasta la cima”? Motivadoras ¿Verdad?
Es cierto, debemos poner mucho empeño para conseguir lo que queremos, pero a veces, tenemos que poner unos límites a nuestros deseos, pues la naturaleza puede impedirnos la realización de nuestros objetivos, y esto, puede llegar a hacernos sentir infelices, y hacernos pensar que no valemos nada.
Esto me recuerda a Albert Einstein, que decía que si pasas el resto de la vida de un pez enseñándole a trepar a un árbol, pasaría el resto de su vida pensando que es un inútil. A esto me refiero, a que todos tenemos un lugar dónde ser brillantes y pese a no poder escoger nuestras cualidades, podemos elegir la forma en la que afrontamos la realidad.
Es decir, el pez puede seguir intentando trepar al árbol y seguir sintiéndose mal consigo mismo, o puede aceptar que esto es imposible para él, debido a su anatomía, e intentar mejorar sus facultades de natación para así poder llegar a ser feliz y a quererse a sí mismo.
En resumen, considero que nuestra voluntad no puede superar los límites de la naturaleza, pero sí puede ayudarnos a aceptarlos.