Uno de los grandes retos del sector energético es poder almacenar energía en dispositivos ligeros, pequeños y a un precio accesible. La tendencia tecnológica se ha enfocado en las baterías de ión de litio, que actualmente se utilizan para alimentar teléfonos móviles, laptops, iPods, etc.
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Sin embargo, la tecnología se está escalando a mayores dimensiones para alimentar autos híbridos y eléctricos, así como aplicaciones en la industria de fuentes renovables de energía. Esto representará un incremento significativo en la demanda de litio ya que par un teléfono móvil se requieren tan solo unos 50 gramos de litio, pero un vehículo híbrido requiere aproximadamente 10 kg. El precio del litio se ha triplicado en los últimos 10 años, aunque se espera que el precio del carbonato de litio, que es el compuesto que generalmente se usa en las baterías, se reduzca al aumentar los niveles de producción. Es por esto que empresas y gobiernos están buscando los medios para garantizar el abasto de litio para sus nuevos productos. El litio es el metal más ligero de la tabla periódica y se obtiene principalmente en salares.