El físico Andrew Dickerson, del Instituto de Tecnología de Georgia en Atlanta (EE UU), ha calculado la velocidad óptima a la que los perros y otros mamíferos peludos deben sacudirse para eliminar el agua después de un baño y quedar totalmente secos.
En sus cálculos, Dickerson y sus colegas, que comparan las fuerzas que participan en las sacudidas de un mamífero mojado con las del centrifugado de una lavadora, tuvieron en cuenta el balance de fuerzas centrípetas y la tensión superficial en las gotas de agua. Y obtuvieron a una sencilla fórmula, R0.75, donde R es el radio del cuerpo del animal. De acuerdo con esta fórmula, cuanto más pequeño es un animal más rápido debe moverse para generar suficiente fuerza para que el agua salga despedida hacia fuera.