Investigadores del Centro Médico de la Universidad Erasmus MC en Rotterdam (Holanda) han descubierto que es posible estimar la edad de una persona a partir de una gota de su sangre. El método podría aplicarse inmediatamente en medicina forense para calcular la edad de criminales o de personas desaparecidas a partir de muestras de sangre recogidas en la escena del crimen.
Según publica hoy la revista Current Biology, el nuevo método aprovecha el mecanismo de acción de un tipo de células de nuestro sistema inmune, los linfocitos T, que reconocen la presencia de microorganismos invasores y células extrañas. Esta capacidad depende de diferentes receptores especializados en identificar un tipo concreto de molécula (antígeno) procedente de virus, bacterias o incluso células “anómalas” como las cancerígenas. En el proceso de producción de esos receptores se generan unos desechos llamados TRECs, fragmentos circulares de ADN cuyo número disminuye de forma constante con el paso del tiempo. Cuantificando la cantidad de TRECs en la sangre, Manfred Kayser y sus colegas han conseguido estimar la edad de 195 sujetos, con un margen de error máximo de nueve años. los investigadores sugieren que el test se podría usar para situar a personas no identificadas dentro de intervalos de alrededor de 20 años.