Científicos británicos desarrollaron un modelo que les permitirá averiguar si el uso de algunas de las sustancias químicas que se encuentran en nuestro entorno, como las utilizadas en la fabricación de plásticos, son responsables del aumento del cáncer de testículos.
Los expertos sospechan que la exposición a estas sustancias químicas en el útero materno puede explicar porque este cáncer ha doblado su incidencia en los últimos 35 años.
El cáncer de testículos es el más común entre los jóvenes de entre 20 y 30 años.
Y los científicos han sabido, desde hace años, que en los primeros meses de desarrollo del feto se producen los cambios anormales que degeneran en la manifestación de la enfermedad.