
Ilustración de cómo la proteína TPP1 es imprescindible para enganchar la enzima telomerasa (la locomotora) al telómero, que es el extremo de un cromosoma.- CNIO
Sin la proteína TPP1 la enzima telomerasa no se puede unir al telómero y por tanto no es capaz de actuar. Aunque parezca mentira en un área tan estudiada que ha merecido el premio Nobel, esta llave de un mecanismo celular básico no se conocía hasta ahora, cuando la han descubierto científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) liderados por María A. Blasco. Algunas de las estrategias actuales contra el cáncer se centran en impedir la acción de la telomerasa, una enzima que facilita que las células (incluidas las cancerosas) se multipliquen indefinidamente y sean inmortales. La telomerasa solo es efectiva cuando se une al telómero, la estructura que hay al final de los cromosomas y cuya función es proteger el material genético.