Un grupo de científicos internacionales pide que se prohíba el bisfenol A, una sustancia presente en muchos plásticos.
El pasado 7 de abril, un grupo de científicos de Reino Unido, EEUU e Italia firmó una petición, dirigida al Gobierno británico, para que se prohibiera el uso de un compuesto químico, el bisfenol A (BPA), en cualquier plástico usado para fabricar biberones o contenedores de alimentos. Una semana después, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) publicaba una nota informativa en su página web manifestando que no había “razón alguna” para tomar medidas respecto a dicha sustancia “en este momento”. La organización ecologista Greenpeace, por su parte, exigía al Ministerio de Sanidad que adoptara “medidas preventivas urgentes para evitar la contaminación por esta sustancia que se encuentra en algunos envases y biberones”.
La controversia en torno a la seguridad del BPA no es nueva. Diversos trabajados publicados en revistas científicas de prestigio han asociado el bisfenol A con problemas para la salud, que abarcan desde un mayor riesgo de cáncer de mama hasta complicaciones cardiovasculares, pasando por trastornos endocrinos…
El número 7 indica los envases con BPA
Un simple número permite distinguir de qué está hecho un plástico
En la mayoría de los envases de plástico, se puede observar un triángulo grabado en relieve. Dentro se encuentra un círculo con un número. Si el número es el 7, el bisfenol A habrá servido como materia prima para fabricarlo.
Dinamarca ha prohibido su consumo sólo temporalmente
A principios de este mes, Dinamarca decidió ignorar las recomendaciones de la EFSA y prohibir el uso de productos con bisfenol A en niños menores de 3 años hasta que el organismo europeo saque su nueva evaluación, prevista para este año.
Sin el tóxico
Varias empresas ya han prescindido del bisfenol A, incluidos los seis mayores fabricantes de biberones de EEUU.