Hora exacta
El conocimiento de la hora tiene muchas repercusiones, tiene mucha importancia en astronomía y en otros campos de la actividad humana. Por esa razón, existen servicios internacionales y nacionales encargados de conservar una hora exacta y de difundirla a los usuarios. Durante largo tiempo, la tarea de determinar la hora estuvo a cargo de astrónomos que se fundaban en los movimientos de los astros. En la actualidad, se utilizan relojes atómicos que indican la hora con una enorme precisión.
Huso horario
Se llama huso horario a cada una de las veinticuatro áreas en que se divide la Tierra, siguiendo la misma definición de tiempo cronométrico. En todo meridiano terrestre el paso del Sol se produce al mediodía; una hora después pasará por otro meridiano situado a 15º al oeste del primero y así sucesivamente hasta medianoche, en cuyo momento preciso se hallará en el antemeridiano del meridiano de origen. A partir de entonces, el Sol se acerca a éste por levante, hasta volver al punto inicial 24 horas después.
Actualmente, la definición de huso horario se basa en las fronteras de países y regiones, y sus límites pueden ser bastante irregulares. En este sentido, a veces se usa el término zona horaria.
Tiempo universal coordinado
El tiempo universal coordinado, o UTC, en español, también conocido como tiempo civil, es el tiempo de la zona horaria de referencia respecto a la cual se calculan todas las otras zonas del mundo. El 1 de enero de 19721 pasa a ser el sucesor del GMT (Greenwich Mean Time: tiempo promedio del Observatorio de Greenwich, en Londres) aunque todavía coloquialmente algunas veces se le denomina así. La nueva denominación fue acuñada para eliminar la inclusión de una ubicación específica en un estándar internacional, así como para basar la medida del tiempo en los estándares atómicos, más que en los celestes.
A diferencia del GMT, el UTC no se define por el sol o las estrellas, sino que se mide por los relojes atómicos. Debido a que la rotación de la Tierra es estable pero no constante y se retrasa con respecto al tiempo atómico, UTC se sincroniza con el día y la noche de UT1, al que se le añade o quita un segundo intercalar (leap second) tanto a finales de junio como de diciembre, cuando resulta necesario. La puesta en circulación de los segundos intercalares se determina por el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra, con base en sus medidas de la rotación de la Tierra.
Los tiempos UTC de verdadera alta precisión sólo pueden ser determinados tras conocer el hecho de que el tiempo atómico se establece mediante la comparación de las diferencias observadas entre un conjunto de relojes atómicos mantenidos por un determinado número de oficinas del tiempo nacionales. Esto se hace bajo los auspicios de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (Bureau International des Poids et Mesures, BIPM). No obstante, los relojes atómicos son tan exactos que sólo los más precisos ordenadores de tiempo necesitan usar estas correcciones; y la mayoría de los usuarios de servicios de tiempo utilizan para estimar la hora UTC los relojes atómicos que han sido previamente referenciados a UTC.
UTC no es realmente una sigla; es una variante de tiempo universal, (universal time, abreviadamente UT) y su modificador C (para "coordinado"), añadido para expresar que es una variante más de UT. La denominación con las siglas UTC se puede considerar como un compromiso entre la denominación en inglés "CUT" (Coordinated Universal Time) y en francés "TUC" (Temps universel Coordonné).
Horario de verano en el mundo
El horario de verano es el horario que obedece a la convención por la cual se adelantan los relojes con objeto de aprovechar más la luz diurna, mientras que ésta se reduce por las mañanas. Normalmente los relojes se adelantan una hora a principios de la primavera y se atrasan de nuevo en otoño.
La existencia de dos horarios diferentes, el horario de verano y otro el de invierno, que conlleva los cambios de hora, se realiza para mejorar el aprovechamiento de la luz solar, y el consiguiente ahorro de energía. El cambio de horario permite adaptar las actividades humanas al ciclo de luz solar, de forma que se dependa en menor medida de la electricidad.