11 de mayo de 2001 a las 11:00am ciudad de Nueva York, se encuentran Arturo, Pablo y Marcos tomando un café en una famosa cafetería de Manhattan:
Pablo: ¿Qué Don Juan hoy el señor no tiene ningún plan?
Arturo: No señorito, de momento no tenemos pero no cantes victoria.
Marcos: Interesante, nunca pensé que viviría este momento, Arturo sin un plan.
Arturo: No seas tan gracioso eh que no puedo dejar de reír anda que… además chicos no os adelantéis a los acontecimientos porque todo puede suceder y vosotros bien lo sabéis que yo cuando tengo una idea y me propongo llevarla a cabo no hay nadie que me pare.
Pablo y Marcos: Si estamos al tanto de ello.
Arturo: Además seguro que enseguida se me ocurrirá algo porque no creo que sea capaz de soportar más tiempo aquí manteniendo una conversación estúpida con dos besugos como vosotros.
Pablo: ¡Bueno genio!, no se enfade el señor que ya encontrará mujer con la que deleitarse.
Marcos: Además no creo que aguantes sin tener mujer a la cual poder probar ¿o nos equivocamos?, y sobre todo no soportarías nuestras recriminaciones sobre tu comportamiento.
Arturo: Así es, no os aguantaría ni os pienso aguantar, yo vivo la vida al límite y la disfruto la máximo.
Pablo: si tú lo quieres llamar así.
(Entra en escena Allende).
Allende: Hola Marcos ¿qué tal? Cuanto tiempo sin verte que ilusión.
Marcos: ¿Allende? Bien, ¿como tú por aquí?
Allende: Mira es que resulta que me acabo de mudar a Manhattan por trabajo y estudios y vivo por aquí cerca, en el hotel de mi familia el que está cerca de Central Park.
Marcos: Así que coincidencia nosotros también vivimos por esa zona. Hablando de nosotros, te presento a mis amigos, este es Pablo y este… es Arturo.
Arturo: Encantado de conocerte guapa.
Pablo: Lo mismo digo, ¿y eso de que ya os conocíais?
Allende: Si estuvimos en la misma clase de la universidad de los Ángeles, y luego nos encontramos durante unas vacaciones en Barcelona hace un año o así ¿no?
Marcos: Si así es, unas vacaciones increíbles, las mejores sin duda.
Allende: Lo mismo digo, oye, ¿tenéis que hacer algo esta noche?
Arturo: No de momento no, porque guapa.
Allende: Es que me han invitado a una fiesta esta noche en una mega casa en el Apper East Side de una ex compañera de la Universidad, Violeta, ¿te acuerdas de ella?, está de paso en Manhattan y hace una fiesta en la casa de sus tíos y me ha invitado y seguro que le hace muchísima ilusión vernos por allí y aprovechamos para informarnos de las novedades que ya hace un año que no sabía nada de ti.
Marcos: Esta bien iremos además estábamos buscando plan para esta noche, así que Violeta eh, ya me acuerdo de ella morena, alta, inteligente,… sí creo acordarme de ella.
Allende: Ya verás no la reconocerás a mi me costó un montón, adivinar quién era, pues me alegra mucho haberte visto y a vosotros chicos me alegra haberos conocido nos vemos esta noche entonces, tomad estas entradas las entregáis y decís que vais de mi parte Allende…
Marcos: … Swam, aún me acuerdo.
Allende: Adiós Marcos Fábregas, chicos,…
(Sale Allende de la escena)
Arturo: Oh dios mío, que guardada te la tenias eh granuja.
Pablo: Así que esta es la famosa Allende ¿eh?
Arturo: Ah que tu ya sabias de su existencia y a mí no se me dice nada ya os vale.
Marcos: Si es esta, y no te dije nada porque no sabía que podía volvérmela a encontrar, asido pura casualidad.
Arturo: Bueno, pues esta noche ya tenemos plan y además yo creo que ya tengo mujer con la que deleitarme, que belleza por favor.
Marcos: Frena el carro toro, que te equivocas con ella, seguro que tiene novio, al menos el año pasado estaba empezando con un chico, o puede que este con otro no todo el mundo es como el señorito.
Arturo: Bueno da igual pero si te molesta que intente algo no se me ocurriría por nada del mundo acercarme a ella.
Pablo: Si como si fuera la primera vez que esto pasa, no dejas títere con cabeza machote.
Marcos: No, no tranquilo tienes vía libre, si además creo que le gustaras más tú como a todas.
Arturo: Si verdad es que no hay una que se me resista.
Pablo: Si hasta que te den la patada ellas a ti y no tu a ellas.
11 de mayo de 2001 a las 22:00 horas pm, ciudad de Nueva York, Manhattan, Apper East Side, casa de los tíos de Violeta, se encuentran en el coche Arturo, Pablo, Marcos, y se encuentran con Allende, que se dirige a su encuentro:
Allende: Hola chicos, que sorpresa no os esperaba tan pronto, bueno así ya podéis pasar con migo directamente y no tendréis que hacer cola, que guapos os habéis puesto los tres.
Marcos: Gracias, creo que no lo suficiente porque estas guapísima.
Arturo: Para tirar cohetes.
Pablo: Bueno entramos o que, oye Marcos dile a tu chofer que nos recoja, y nos lleve a la mansión Fábregas, porque yo me puedo quedar a dormir allí, ¿no?
Marcos: Si Pablo, y no seas pesado que sabes que el señor Smith es muy puntual y a la hora que le llamemos estará aquí, sea la hora que sea.
Allende: ¿Señor Smith?
Marcos: Si es el chofer de la familia, ¿porque?
Allende: Nada es que se llama igual que el perro de mi abuela, pero si necesitáis transporte para volver a casa yo os presto mi limusina que solo la utilizare para mí, esta noche.
Arturo: ¿A qué tú tienes limusina propia?
Allende: Si me la regaló papa por mi último cumpleaños para poder ir donde quisiera y cuando quisiera, sin tener que molestarle a él.
Pablo: ¿Así que el perro de tu abuela se llama Señor Smith eh?
Allende: Si se lo puso por un antiguo novio que tuvo cuando era joven.
Marcos: Bueno me encanta la conversación y os quiero a todos mucho pero me apetecería entrar dentro y tomarme unas copas y poder relajarme un poco y después seguir con la charla.
Arturo: Yo tengo una propuesta si esto se pone un poco insoportable nos vamos a un pub que han abierto nuevo cerca de aquí, pertenece a la familia Van Der Budesen.
Allende: Bueno puede ser interesante porque no ya lo hablamos dentro, vamos que si no a Marcos le va a dar algo.
Marcos: Si por favor entremos.
Pablo: A por cierto yo quiero saber más cosas sobre el perro de tu abuela que me ha interesado, luego me cuentas.
(Ya en la fiesta, entra en escena Violeta).
Allende: ¡Violeta!
Violeta: ¡Allende por aquí!
Allende: Hola, guapa que tal, mira te presento a unos amigos, y hay uno de ellos al cual ya conoces, adivina.
Violeta: Hay no se dame una pista.
Allende: Es guapo se llama Marcos…
Violeta: Tía los tres son guapos, no se me pones en un aprieto.
Allende: El de la corbata aflojada, con esos ojos fascinantes, el rubio.
Violeta: Ah sí, a ver, rubio, ojos azules, guapo, alto, Marcos,… no será el Marcos de la Universidad los Ángeles, ¿verdad?
Allende: Si, si a que ha cambiado un montón, está mucho más guapo.
Violeta: Si pero a mí me gusta más el musculitos ese ¿cómo se llama?
Allende: Huy si ese también, se llama Arturo, y el otro que tampoco está nada mal se llama Pablo.
Violeta: Bueno pero preséntamelos no.
Allende: Chicos venid.
Marcos: Violeta, ¿Qué tal?
Violeta: Yo muy bien pero veo que tu mejor aún.
Arturo: Yo soy Arturo, y yo creo que tu estas mucho mejor.
Violeta: Puedo decir lo mismo.
Arturo: ¿Una copa?
Violeta: Invita la casa.
(Violeta y Arturo salen de escena y se dirigen a la barra a pedir cava.)
Pablo: Bueno ya empieza la rutina, ¿queréis algo de beber?
Allende: Si trae unas botellas de cava y tres copas, nosotros buscamos un buen sitio, nos vemos por allí al fondo por los sofás del salón de la terraza grande.
Pablo: Muy bien ahora nos vemos.
(Pablo sale de escena.)
Marcos: Bueno al fin solos, ya me puedes explicar todo lo que quieras, aún no me puedo creer que nos volvamos a encontrar.
Allende: Casualidades de la vida o solo cosas que tienen que suceder, que están previstas en el tiempo y se deben cumplir.
Marcos: No se, se me hace muy extraño volver a conversar contigo después de tanto tiempo, no se echaba de menos esas conversaciones por la noche en una playa….
Allende: Si yo la verdad es que también, pero después de haber acabado la carrera y lo del viaje a Barcelona ya no mantuvimos la comunicación y ya vuelve a la rutina encuentra trabajo, aunque a ninguno de los dos nos haga mucha falta, porque muchos jóvenes de nuestra edad teniendo todo lo que tú y yo tenemos, no habría llegado a todo lo que hemos conseguido.
Marcos: Si pero supongo que ya vivimos nuestros momentos locos antes de ingresar en la universidad, ¿o no te acuerdas?
Allende: Y tanto como no me iba a acordar, fue una época muy loca, y ahora que lo recuerdo creo que no podría volver a hacer lo que llegué a hacer, drogas, alcohol , rock and roll, … Ahora en cambio fiestas, cava, desfiles, aún así hay días locos y eso pero en su justa medida.
Marcos: Lo mismo digo compañera, hasta que llegue el día del desmadre.
Allende: Si tienes toda la razón, como hoy, tengo ganas de fiesta.
Pasadas unas horas de conversación entre Allende, Marcos y Pablo, aparecen Violeta y Arturo en una actitud cariñosa, más propia del deleite de Arturo con esa pobre chica que ha caído en sus redes.
Arturo: Bueno que ¿nos largamos?
Violeta: Si, donde vamos chicos.
Pablo: Podemos ir donde a dicho antes Arturo.
Marcos: Vale estupendo, ¿cogemos tu limusina o la mía?
Allende: Ya cogemos la mía que está aquí fuera.
Salen a recibir a la limusina que los está esperando y los lleva al pub. Una vez allí:
Arturo se queda unos segundos a solas con Allende y son suficientes para que la chica se interese por él, pero en cuanto aparece de nuevo Marcos todo cambia. Diferentes sucesos aquella noche hacen que Arturo consiga su propósito de estar a solas con Allende. Pero cuando este intenta que la chica se rinda a sus encantos ella le dice que no, y sale corriendo de la sala.
Todos se quedan parados y no saben nada de lo que ha pasado, es entonces cuando sale Arturo y Violeta se dirige hacia él:
Violeta: ¿Qué ha pasado?
Arturo: Nada
Violeta: Hombre pero algo habrá pasado, sino no se hubiera ido de esa forma.
Arturo: Que no ha pasado nada y deja ya de incordiar y olvídame que no sirves ni como amante.
Violeta: ¿Cómo?
Arturo: Lo que oyes, o es que a aparte de tonta estas sorda.
Pablo: Pero tío a ti que te pasa, estas imbécil o que, como se te ocurre hablarle de esa manera, tú no estás bien de la cabeza.
Marcos: Estas loco
Arturo: ¿Que me has llamado?, a mí no me llama loco ni mi padre, me oyes.
(Todos se ponen muy nerviosos y es cuando Arturo pierde los papeles por completo y empieza a pegar a Pablo y a Marcos, en ese momento entra de nuevo en escena Allende).
Allende: ¿Pero qué está pasando aquí?
Arturo: Nada que te incumba, aparta de aquí.
Marcos: No le hables así.
Allende: Ah ya entiendo todo esto lo estás haciendo porque no me he querido acostar contigo, pobrecito el señorito que es la primera vez que una chica le dice que no. Mira pues te voy a decir una cosa guapo no te creas el ombligo del mundo porque no todo lo que intentas vender con esa cara bonita y ese intento de seducción hace que las mujeres se tiren a tu cuello, si te ha funcionado siempre vale, pero conmigo vete olvidando.
Arturo: ¡Cállate!
Marcos: No, no que no se calle, aquí tu eres el único que puede decir lo que piensa pues a partir de ahora eso se ha acabado, y te digo que me encanta que alguien te haya puesto en tu sitio por una vez en la vida, y que ese alguien haya sido una mujer mejor aún, y que esa mujer haya sido Allende me encanta aún más.
Pablo: Lo mismo digo amigo, no te creas que por llevártelas a todas vas a ser mejor que los demás, por qué ser mejor persona no consiste en acostarse con todas las que puedas y abandonarlas al segundo después.
Arturo: Callaos todos y dejarme en paz, que sepáis que me voy pero no os volveré a dirigir la palabra en la vida.
Marcos: Y bien que me parece esa idea.
Pablo: Creo que es la mejor idea que se te ha ocurrido en la vida.
Así es como una gran amistad se pierde por la soberbia de uno de los protagonistas, con el desprecio a la mujer como objeto sexual y como utiliza la mala actitud y la violencia contra sus allegados. Así es como el burlador acaba siendo odiado por sus propios amigos.
Ainhoa C.
Segundo de Bachillerato “b