Category Archives: Diario

Diario imaginario de Emma Bovary

17/04/1853

Querido Diario,

Ayer, un día de primavera, en el que el sol brillaba y las flores su olor más fresco desprendían, cuando los pájaros cantaban, Charles y yo estábamos, juntos, en el altar para unirnos en matrimonio. Creí que sería el primer paso hacia la felicidad. ¡Todo era tan perfecto! Había tanta gente a nuestro alrededor, era un momento mágico con el que toda mujer  sueña. Él me ha dicho que pronto nos marcharemos a la casa que tiene en Tostes. Estoy ansiosa por verla y descubrir nuevas experiencias en mi nueva vida. Después de tanta celebración, estoy realmente cansada. Cuando tenga que explicarte más cosas interesantes, lo haré.

Emma.

 

21/10/1853

Querido diario,

Esto es una pesadilla. Cada vez se me hace más pesado estar con Charles. Todas las virtudes que le veía el día de la boda, parecen haber desaparecido. No queda nada de aquel hombre que creía perfecto. Mi vida aquí es muy aburrida, necesito cambiar de aires. Ya no sé ni lo que siento por él. Charles se pasa todo el día trabajando, y yo, en cambio, me quedo todo el día encerrada en casa sin saber qué hacer. Mi única distracción son mis novelas, loas que me ayudan a hacer más llevadera la situación. Quiero poder llegar a sentir un amor como el de mis novelas, en las que el tiempo se para cuando los enamorados están juntos. Necesito poner remedio a esta situación.

Emma.

  

15/02/1854

Querido Diario,

Hace tres días que la familia tiene un nuevo miembro, mi hija Berthe que después de un largo parto llegó al mundo  llena de felicidad. Charles está muy contento con su hija y yo no puedo decir lo contrario, pero desde siempre había deseado tener un hijo, ya que tendría la vida mucho más fácil por el simple hecho de ser un hombre. Se lo que sufre una mujer así, que prefería un hombre, puesto que tienen más libertades. La semana pasada conocí a un hombre con las mismas aficiones que yo, a él también le gustan las novelas, la filosofía, tocar el piano, etc. Además compartimos toda clase de sueños. Espero seguir conociéndolo.

Emma.

  

                                                            11/09/1854

Apreciado Diario,

Hay novedades que tengo que contarte. León aquel hombre con el que compartía muchas cosas, ha decidido marcharse a la ciudad para continuar con sus estudios. Le echare de menos, era una de las pocas personas con la que podía hablar de temas interesantes en este pequeño pueblo. En las fiestas de Yonville he conocido a un hombre que se acerco a mí y con el que estuve hablando un largo rato. Se llama Rodolphe y es muy simpático, hemos quedado en volver a vernos para poder seguir conversando. Me ha invitado a dar un paseo en caballo, y he mandado a hacer un vestido para la ocasión. Tengo el presentimiento de que nos llevaremos muy bien. La verdad es que hoy me siento muy feliz.

Emma.

   

10/10/1854

Estimado Diario,

Sé que esto no está bien, pero tengo que contarte un secreto, que me está atormentando día y noche. Sé que en cierta manera lo he provocado yo, pero lo necesitaba. La verdad es que tengo una relación sentimental fuera de mi matrimonio, y es con Rodolphe. Es un suspiró de aire fresco en mi vida, y también una ayuda para apaciguar mi aburrimiento. Me paso día y noche pensando en el y espero con ansia el momento de nuestro encuentro. Creo que lo quiero de verdad. Nunca había tenido un sentimiento tan fuerte como el que estoy sintiendo estos días por Rodolphe. Por las noches espero a que Charles se duerma para ir a ver a mi amigo. ¡Lo quiero tanto!

Emma.

   

22/11/1854

Querido Diario,

Hoy es el peor día de mi vida, lo he perdido todo. Por una carta me he enterado de que para Rodolphe soy una más de su larga lista de conquistas. Me siento como un insecto al que acaban de pisar. No tengo fuerzas para hacer nada, estoy destrozada. Estaba a punto de dejarlo todo por él, y en cambio, para él no significó absolutamente nada.

Emma.

   

14/01/1855

Querido Diario,

La vida me vuelve a sonreír, de nuevo aquel hombre con el que compartía tantas cosas, ha aparecido en mi vida. La pasada noche en el teatro lo volví a ver, y los sentimientos volvieron a mí con más fuerza que la última vez. Hace dos semanas que nos vemos en un hotel de la ciudad de Rouen. Charles piensa que estoy tomando clases de piano. Allí el reloj se para, las caricias llenan la habitación y parece que solo existamos nosotros dos. De nuevo siento ese amor desenfrenado por alguien que quizás no debería, ya que desde hace mucho tiempo que no lo  siento por mi marido. A veces me siento mal por lo que estoy haciendo, pero una no puede luchar contra lo que siente.

Emma.

   

26/06/1855

Querido Diario,

No puedo más. Lheureux se ha empeñado en que le pague todo lo que le debo. Charles desconoce todas mis compras, que ahora no puedo pagar. He pedido ayuda a mucha gente, pero nadie me presta el dinero que necesito para afrontar las deudas. Además, Léon no me habla desde hace unos días. Le he pedido dinero y no me puede ayudar. Ya no sé  lo que hacer. No puedo seguir con esta vida. Debo poner fin a este sufrimiento, será lo mejor para todos. Esta tarde iré a la farmacia y cogeré el frasco azul que escondieron en el armario. Esto acabará con mi sufrimiento, y nadie tendrá que soportarme más. Esta es la última vez que te escribo. De verdad que lo siento.

Emma.

Carolina C. i Laia M. 1r de Bachillerato

Diario imaginario de Emma Bovary

17/04/1853

Querido Diario,

Ayer, un día de primavera, en el que el sol brillaba y las flores su olor más fresco desprendían, cuando los pájaros cantaban, Charles y yo estábamos, juntos, en el altar para unirnos en matrimonio. Creí que sería el primer paso hacia la felicidad. ¡Todo era tan perfecto! Había tanta gente a nuestro alrededor, era un momento mágico con el que toda mujer sueña. Él me ha dicho que pronto nos marcharemos a la casa que tiene en Tostes. Estoy ansiosa por verla y descubrir nuevas experiencias en mi nueva vida. Después de tanta celebración, estoy realmente cansada. Cuando tenga que explicarte más cosas interesantes, lo haré.

Emma.

21/10/1853

Querido diario,

Esto es una pesadilla. Cada vez se me hace más pesado estar con Charles. Todas las virtudes que le veía el día de la boda, parecen haber desaparecido. No queda nada de aquel hombre que creía perfecto. Mi vida aquí es muy aburrida, necesito cambiar de aires. Ya no sé ni lo que siento por él. Charles se pasa todo el día trabajando, y yo, en cambio, me quedo todo el día encerrada en casa sin saber qué hacer. Mi única distracción son mis novelas, loas que me ayudan a hacer más llevadera la situación. Quiero poder llegar a sentir un amor como el de mis novelas, en las que el tiempo se para cuando los enamorados están juntos. Necesito poner remedio a esta situación.

Emma.

15/02/1854

Querido Diario,

Hace tres días que la familia tiene un nuevo miembro, mi hija Berthe que después de un largo parto llegó al mundo llena de felicidad. Charles está muy contento con su hija y yo no puedo decir lo contrario, pero desde siempre había deseado tener un hijo, ya que tendría la vida mucho más fácil por el simple hecho de ser un hombre. Se lo que sufre una mujer así, que prefería un hombre, puesto que tienen más libertades. La semana pasada conocí a un hombre con las mismas aficiones que yo, a él también le gustan las novelas, la filosofía, tocar el piano, etc. Además compartimos toda clase de sueños. Espero seguir conociéndolo.

Emma.

11/09/1854

Apreciado Diario,

Hay novedades que tengo que contarte. León aquel hombre con el que compartía muchas cosas, ha decidido marcharse a la ciudad para continuar con sus estudios. Le echare de menos, era una de las pocas personas con la que podía hablar de temas interesantes en este pequeño pueblo. En las fiestas de Yonville he conocido a un hombre que se acerco a mí y con el que estuve hablando un largo rato. Se llama Rodolphe y es muy simpático, hemos quedado en volver a vernos para poder seguir conversando. Me ha invitado a dar un paseo en caballo, y he mandado a hacer un vestido para la ocasión. Tengo el presentimiento de que nos llevaremos muy bien. La verdad es que hoy me siento muy feliz.

Emma.

10/10/1854

Estimado Diario,

Sé que esto no está bien, pero tengo que contarte un secreto, que me está atormentando día y noche. Sé que en cierta manera lo he provocado yo, pero lo necesitaba. La verdad es que tengo una relación sentimental fuera de mi matrimonio, y es con Rodolphe. Es un suspiró de aire fresco en mi vida, y también una ayuda para apaciguar mi aburrimiento. Me paso día y noche pensando en el y espero con ansia el momento de nuestro encuentro. Creo que lo quiero de verdad. Nunca había tenido un sentimiento tan fuerte como el que estoy sintiendo estos días por Rodolphe. Por las noches espero a que Charles se duerma para ir a ver a mi amigo. ¡Lo quiero tanto!

Emma.

22/11/1854

Querido Diario,

Hoy es el peor día de mi vida, lo he perdido todo. Por una carta me he enterado de que para Rodolphe soy una más de su larga lista de conquistas. Me siento como un insecto al que acaban de pisar. No tengo fuerzas para hacer nada, estoy destrozada. Estaba a punto de dejarlo todo por él, y en cambio, para él no significó absolutamente nada.

Emma.

14/01/1855

Querido Diario,

La vida me vuelve a sonreír, de nuevo aquel hombre con el que compartía tantas cosas, ha aparecido en mi vida. La pasada noche en el teatro lo volví a ver, y los sentimientos volvieron a mí con más fuerza que la última vez. Hace dos semanas que nos vemos en un hotel de la ciudad de Rouen. Charles piensa que estoy tomando clases de piano. Allí el reloj se para, las caricias llenan la habitación y parece que solo existamos nosotros dos. De nuevo siento ese amor desenfrenado por alguien que quizás no debería, ya que desde hace mucho tiempo que no lo siento por mi marido. A veces me siento mal por lo que estoy haciendo, pero una no puede luchar contra lo que siente.

Emma.

26/06/1855

Querido Diario,

No puedo más. Lheureux se ha empeñado en que le pague todo lo que le debo. Charles desconoce todas mis compras, que ahora no puedo pagar. He pedido ayuda a mucha gente, pero nadie me presta el dinero que necesito para afrontar las deudas. Además, Léon no me habla desde hace unos días. Le he pedido dinero y no me puede ayudar. Ya no sé lo que hacer. No puedo seguir con esta vida. Debo poner fin a este sufrimiento, será lo mejor para todos. Esta tarde iré a la farmacia y cogeré el frasco azul que escondieron en el armario. Esto acabará con mi sufrimiento, y nadie tendrá que soportarme más. Esta es la última vez que te escribo. De verdad que lo siento.

Emma.

Carolina C. i Laia M. 1º de Baachillerato