Rubén L.; Pau M; Andrea P. i Alejandro V., 1º de bachillerato B
Category Archives: “Madame Bovary”
Diario imaginario de Emma Bovary
17/04/1853
Querido Diario,
Ayer, un día de primavera, en el que el sol brillaba y las flores su olor más fresco desprendían, cuando los pájaros cantaban, Charles y yo estábamos, juntos, en el altar para unirnos en matrimonio. Creí que sería el primer paso hacia la felicidad. ¡Todo era tan perfecto! Había tanta gente a nuestro alrededor, era un momento mágico con el que toda mujer sueña. Él me ha dicho que pronto nos marcharemos a la casa que tiene en Tostes. Estoy ansiosa por verla y descubrir nuevas experiencias en mi nueva vida. Después de tanta celebración, estoy realmente cansada. Cuando tenga que explicarte más cosas interesantes, lo haré.
Emma.
21/10/1853
Querido diario,
Esto es una pesadilla. Cada vez se me hace más pesado estar con Charles. Todas las virtudes que le veía el día de la boda, parecen haber desaparecido. No queda nada de aquel hombre que creía perfecto. Mi vida aquí es muy aburrida, necesito cambiar de aires. Ya no sé ni lo que siento por él. Charles se pasa todo el día trabajando, y yo, en cambio, me quedo todo el día encerrada en casa sin saber qué hacer. Mi única distracción son mis novelas, loas que me ayudan a hacer más llevadera la situación. Quiero poder llegar a sentir un amor como el de mis novelas, en las que el tiempo se para cuando los enamorados están juntos. Necesito poner remedio a esta situación.
Emma.
15/02/1854
Querido Diario,
Hace tres días que la familia tiene un nuevo miembro, mi hija Berthe que después de un largo parto llegó al mundo llena de felicidad. Charles está muy contento con su hija y yo no puedo decir lo contrario, pero desde siempre había deseado tener un hijo, ya que tendría la vida mucho más fácil por el simple hecho de ser un hombre. Se lo que sufre una mujer así, que prefería un hombre, puesto que tienen más libertades. La semana pasada conocí a un hombre con las mismas aficiones que yo, a él también le gustan las novelas, la filosofía, tocar el piano, etc. Además compartimos toda clase de sueños. Espero seguir conociéndolo.
Emma.
11/09/1854
Apreciado Diario,
Hay novedades que tengo que contarte. León aquel hombre con el que compartía muchas cosas, ha decidido marcharse a la ciudad para continuar con sus estudios. Le echare de menos, era una de las pocas personas con la que podía hablar de temas interesantes en este pequeño pueblo. En las fiestas de Yonville he conocido a un hombre que se acerco a mí y con el que estuve hablando un largo rato. Se llama Rodolphe y es muy simpático, hemos quedado en volver a vernos para poder seguir conversando. Me ha invitado a dar un paseo en caballo, y he mandado a hacer un vestido para la ocasión. Tengo el presentimiento de que nos llevaremos muy bien. La verdad es que hoy me siento muy feliz.
Emma.
10/10/1854
Estimado Diario,
Sé que esto no está bien, pero tengo que contarte un secreto, que me está atormentando día y noche. Sé que en cierta manera lo he provocado yo, pero lo necesitaba. La verdad es que tengo una relación sentimental fuera de mi matrimonio, y es con Rodolphe. Es un suspiró de aire fresco en mi vida, y también una ayuda para apaciguar mi aburrimiento. Me paso día y noche pensando en el y espero con ansia el momento de nuestro encuentro. Creo que lo quiero de verdad. Nunca había tenido un sentimiento tan fuerte como el que estoy sintiendo estos días por Rodolphe. Por las noches espero a que Charles se duerma para ir a ver a mi amigo. ¡Lo quiero tanto!
Emma.
22/11/1854
Querido Diario,
Hoy es el peor día de mi vida, lo he perdido todo. Por una carta me he enterado de que para Rodolphe soy una más de su larga lista de conquistas. Me siento como un insecto al que acaban de pisar. No tengo fuerzas para hacer nada, estoy destrozada. Estaba a punto de dejarlo todo por él, y en cambio, para él no significó absolutamente nada.
Emma.
14/01/1855
Querido Diario,
La vida me vuelve a sonreír, de nuevo aquel hombre con el que compartía tantas cosas, ha aparecido en mi vida. La pasada noche en el teatro lo volví a ver, y los sentimientos volvieron a mí con más fuerza que la última vez. Hace dos semanas que nos vemos en un hotel de la ciudad de Rouen. Charles piensa que estoy tomando clases de piano. Allí el reloj se para, las caricias llenan la habitación y parece que solo existamos nosotros dos. De nuevo siento ese amor desenfrenado por alguien que quizás no debería, ya que desde hace mucho tiempo que no lo siento por mi marido. A veces me siento mal por lo que estoy haciendo, pero una no puede luchar contra lo que siente.
Emma.
26/06/1855
Querido Diario,
No puedo más. Lheureux se ha empeñado en que le pague todo lo que le debo. Charles desconoce todas mis compras, que ahora no puedo pagar. He pedido ayuda a mucha gente, pero nadie me presta el dinero que necesito para afrontar las deudas. Además, Léon no me habla desde hace unos días. Le he pedido dinero y no me puede ayudar. Ya no sé lo que hacer. No puedo seguir con esta vida. Debo poner fin a este sufrimiento, será lo mejor para todos. Esta tarde iré a la farmacia y cogeré el frasco azul que escondieron en el armario. Esto acabará con mi sufrimiento, y nadie tendrá que soportarme más. Esta es la última vez que te escribo. De verdad que lo siento.
Emma.
Carolina C. i Laia M. 1r de Bachillerato
“Madame Bovary”: la película
Sara y Paula M. 1º de bachillerato
Diario imaginario de Emma Bovary
17/04/1853
Querido Diario,
Ayer, un día de primavera, en el que el sol brillaba y las flores su olor más fresco desprendían, cuando los pájaros cantaban, Charles y yo estábamos, juntos, en el altar para unirnos en matrimonio. Creí que sería el primer paso hacia la felicidad. ¡Todo era tan perfecto! Había tanta gente a nuestro alrededor, era un momento mágico con el que toda mujer sueña. Él me ha dicho que pronto nos marcharemos a la casa que tiene en Tostes. Estoy ansiosa por verla y descubrir nuevas experiencias en mi nueva vida. Después de tanta celebración, estoy realmente cansada. Cuando tenga que explicarte más cosas interesantes, lo haré.
Emma.
21/10/1853
Querido diario,
Esto es una pesadilla. Cada vez se me hace más pesado estar con Charles. Todas las virtudes que le veía el día de la boda, parecen haber desaparecido. No queda nada de aquel hombre que creía perfecto. Mi vida aquí es muy aburrida, necesito cambiar de aires. Ya no sé ni lo que siento por él. Charles se pasa todo el día trabajando, y yo, en cambio, me quedo todo el día encerrada en casa sin saber qué hacer. Mi única distracción son mis novelas, loas que me ayudan a hacer más llevadera la situación. Quiero poder llegar a sentir un amor como el de mis novelas, en las que el tiempo se para cuando los enamorados están juntos. Necesito poner remedio a esta situación.
Emma.
15/02/1854
Querido Diario,
Hace tres días que la familia tiene un nuevo miembro, mi hija Berthe que después de un largo parto llegó al mundo llena de felicidad. Charles está muy contento con su hija y yo no puedo decir lo contrario, pero desde siempre había deseado tener un hijo, ya que tendría la vida mucho más fácil por el simple hecho de ser un hombre. Se lo que sufre una mujer así, que prefería un hombre, puesto que tienen más libertades. La semana pasada conocí a un hombre con las mismas aficiones que yo, a él también le gustan las novelas, la filosofía, tocar el piano, etc. Además compartimos toda clase de sueños. Espero seguir conociéndolo.
Emma.
11/09/1854
Apreciado Diario,
Hay novedades que tengo que contarte. León aquel hombre con el que compartía muchas cosas, ha decidido marcharse a la ciudad para continuar con sus estudios. Le echare de menos, era una de las pocas personas con la que podía hablar de temas interesantes en este pequeño pueblo. En las fiestas de Yonville he conocido a un hombre que se acerco a mí y con el que estuve hablando un largo rato. Se llama Rodolphe y es muy simpático, hemos quedado en volver a vernos para poder seguir conversando. Me ha invitado a dar un paseo en caballo, y he mandado a hacer un vestido para la ocasión. Tengo el presentimiento de que nos llevaremos muy bien. La verdad es que hoy me siento muy feliz.
Emma.
10/10/1854
Estimado Diario,
Sé que esto no está bien, pero tengo que contarte un secreto, que me está atormentando día y noche. Sé que en cierta manera lo he provocado yo, pero lo necesitaba. La verdad es que tengo una relación sentimental fuera de mi matrimonio, y es con Rodolphe. Es un suspiró de aire fresco en mi vida, y también una ayuda para apaciguar mi aburrimiento. Me paso día y noche pensando en el y espero con ansia el momento de nuestro encuentro. Creo que lo quiero de verdad. Nunca había tenido un sentimiento tan fuerte como el que estoy sintiendo estos días por Rodolphe. Por las noches espero a que Charles se duerma para ir a ver a mi amigo. ¡Lo quiero tanto!
Emma.
22/11/1854
Querido Diario,
Hoy es el peor día de mi vida, lo he perdido todo. Por una carta me he enterado de que para Rodolphe soy una más de su larga lista de conquistas. Me siento como un insecto al que acaban de pisar. No tengo fuerzas para hacer nada, estoy destrozada. Estaba a punto de dejarlo todo por él, y en cambio, para él no significó absolutamente nada.
Emma.
14/01/1855
Querido Diario,
La vida me vuelve a sonreír, de nuevo aquel hombre con el que compartía tantas cosas, ha aparecido en mi vida. La pasada noche en el teatro lo volví a ver, y los sentimientos volvieron a mí con más fuerza que la última vez. Hace dos semanas que nos vemos en un hotel de la ciudad de Rouen. Charles piensa que estoy tomando clases de piano. Allí el reloj se para, las caricias llenan la habitación y parece que solo existamos nosotros dos. De nuevo siento ese amor desenfrenado por alguien que quizás no debería, ya que desde hace mucho tiempo que no lo siento por mi marido. A veces me siento mal por lo que estoy haciendo, pero una no puede luchar contra lo que siente.
Emma.
26/06/1855
Querido Diario,
No puedo más. Lheureux se ha empeñado en que le pague todo lo que le debo. Charles desconoce todas mis compras, que ahora no puedo pagar. He pedido ayuda a mucha gente, pero nadie me presta el dinero que necesito para afrontar las deudas. Además, Léon no me habla desde hace unos días. Le he pedido dinero y no me puede ayudar. Ya no sé lo que hacer. No puedo seguir con esta vida. Debo poner fin a este sufrimiento, será lo mejor para todos. Esta tarde iré a la farmacia y cogeré el frasco azul que escondieron en el armario. Esto acabará con mi sufrimiento, y nadie tendrá que soportarme más. Esta es la última vez que te escribo. De verdad que lo siento.
Emma.
Carolina C. i Laia M. 1º de Baachillerato
Emma y Charles Bovary
Presentación Madame BovaryView more presentations or upload your own.Ainhoa C. 1º bachillerato Pilar C. 1º bachillerato
La sensualidad en “Madame Bovary”
Sofia H. i Laia B. 1r de batxillerat
Epistolario entre Emma y Rodolphe
Querida Emma:
Supongo que ya sabes porque te envío esta carta y necesito una respuesta.
¿Por qué no dejas de jugar con nuestros sentimientos?
Te adoro, te necesito cerca de mí, eres el complemento idóneo para continuar el camino de la vida.
¿Por qué caminar solo cuando podemos andar cogidos de la mano?
Tu vida es un sinsentido. Tu hija y tu marido parecen ser de otra familia y tu no haces nada para remediarlo.
Estoy en una situación compleja y de difícil solución. Te quiero y quiero estar el resto de mis días contigo pero a la vez soy consciente de que no es fácil dejar a una ‘’família’’ por un hombre al que no hace mucho que conoces, pero te aseguro que no te arrepentirás.
Espero tu respuesta, Rodolphe.
Estimado Rodolphe:
Sabes perfectamente que estoy en una situación que no se la desearía a nadie, como muy bien dices.
Tengo en mis manos el futuro de los Bovary. Ya sabrás que estoy pasando una temporada de altibajos, ya que quiero estar contigo como tú me propusiste pero a la vez no quiero dejar a Charles y a Berthe, ya que, de momento, creo que es mejor que sigamos así, manteniendo la discreción, ya que aún no me he encontrado en una situación entre la espada y la pared.
Quiero serte sincera y por ahora no soy capaz de abandonar a mi familia porque quieras o no, somos una familia con sus típicos problemas.
Quizás tenemos situaciones críticas pero nos queremos. Sí, yo quiero a mi marido, posiblemente de una forma distinta a lo que ocurre en otros matrimonios, pero le quiero, al igual que a mi hija y ellos también me quieren a su manera y yo se lo respeto.
Necesito tiempo y más argumentos para decidir mi futuro.
Siempre tuya, Emma.
Querida Emma:
No sé que argumentos pretendes que te diga que no te haya dicho anteriormente.
Aparte, es sabido que el amor no se basa en cuantos argumentos tienes o dejas de tener sino que se basa a través del amor que sientes pero, si quieres o necesitas argumentos te los voy a dar o al menos te los voy a intentar dar.
Tienes una familia a la que no te sientes muy vinculada (ya sea con tu marido o con tu hija). Tu suegra y tú no sois uña y carne precisamente así que solo me queda pensar que mantienes este matrimonio porque Charles te mantiene y puede cubrir tus necesidades y caprichos.
No se si ésta será una verdadera identidad tuya o que simplemente es una falsa imagen que me he imaginado por la frustración de verte cerca pero no llegar nunca a alcanzarte.
En fin, yo solo quiero estar contigo pero si no es posible me complace saber que por lo menos podremos ir paseando y podremos ir viéndonos como hasta ahora.
Eternamente tuyo, tu amante Rodolphe.
Amado Rodolphe.
Te escribo de nuevo para decirte que no eres consciente de mis sentimientos ya que ni yo misma lo soy y por eso te pido disculpas.
Me encuentro en una situación en la que no sé cómo se debe actuar, como ya te comenté en anteriores cartas.
Por una parte, quiero estar contigo y volver a sentir aquella felicidad, volver a cruzarnos las miradas y ver esa sonrisa de la que me enamoré. Quiero verte feliz ya que yo así también lo seré y quiero despertarme cada mañana junto a ti y sentirme protegida pero a la vez parece que haya una voz dentro de mí que no me permita abandonar a mi familia.
Tanto Charles como Berthe no son conscientes de cómo me encuentro sentimentalmente y no quiero levantar sospechas, así que seguiremos viéndonos como hasta ahora como me dijiste en la anterior carta y seguiremos dando nuestros largos paseos pero sin acabar de dar el último paso, por lo menos hasta que me vea las cosas con más claridad.
Te quiero, Emma.
Amada Emma.
El motivo de mi carta es sencillo y concreto.
Quiero decirte que gracias a ti he vuelto a sentir pequeñas mariposas revoloteando en mi interior.
Cierro los ojos y te veo, solo pienso en ti, cada día, cada hora e incluso cada minuto y parece que no puedo hacer nada para remediarlo. En fin, TE QUIERO, pero lo siento, me he dado cuenta de que nuestra relación es un amor imposible en los tiempos que corren.
Sí, yo te quiero. Sí, tú me quieres, pero, estás casada y además tienes una hija de corta edad. ¿No crees?
Me cuesta aceptarlo, pero soy consciente de que eres la señora Bovary, es decir, la mujer de Charles y así lo serás hasta el fin de tus días.
Quizás no hemos coincidido en el momento oportuno ya que diez años atrás otra cosa podría haber pasado pero tendremos que convivir siempre con la duda de si hubiera funcionado, pero prefiero plantearme esa duda a lo largo de los años que tener el peso en mi conciencia de haber roto una familia y de cortar la niñez a una pobre criatura, así que será mejor que zanjemos esta relación por el bien de los dos.
Eternamente tuyo, Rodolphe.
Amado Rodolphe.
Me comunico contigo a través de esta carta para comentarte que desapruebo tu opinión pero quiero decirte que, a la vez, la respeto.
Sé que tienes razón y que no puedo abandonar a mi familia pero te recuerdo que fuiste tú el que me propusiste que nos fuéramos a vivir juntos y ahora me comentas queno es posible. Me pones la miel en la boca y, de repente, me la quitas…¿A qué se debe este repentino cambio de opinión?
Me gustaría acabar de hablar esta situación pero ahora no es el mejor momento y tampoco me gusta tratar sobre estos temas por carta.
Espero verte pronto y acabar de arreglar el malentendido y a ver si podemos llegar a una conclusión conjunta.
Lo siento, pero no puedo continuar esta carta, ya que no me siento bien. Padezco mareos continuos acompañados de fuertes pinchazos en el corazón, no me siento las extremidades y tengo muchos problemas financieros así que ahora no es el momento de acabar este conflicto. Ya hablaremos.
Te quiere, Emma.
Martín R. de 1º de bachillerato
Charles Bovary
CARACTERÍSTICAS COMO PERSONAJE
Charles es un personaje simple, es decir, no podemos percibir una evolución a lo largo de la obra. Se nos presenta al inicio de la obra como un niño inseguro y no muy espabilado, y cierra la novela muriéndose de la misma manera.
A pesar de no ser el protagonista de esta obra y de no aparecer muy a menudo, Charles es el más importante después de Emma. A partir de él, se nos presenta a Emma y en cierta manera muchos comportamientos de Emma son gracias a él, aunque este tema lo trataremos en otro punto. También es importante tener en cuenta que Charles es el protagonista del primer capitulo, en el cual Flaubert nos cuenta la biografía de este personaje.
Como Flaubert quería huir del romanticismo, donde el autor opina demasiado, siempre se mantiene al margen y no muestra su opinión; muchas de las descripciones sobre Emma las hace a través de los ojos de Charles.
¿POR QUÉ CHARLES ABRE Y CIERRA LA OBRA?
Otro punto a destacar de esta fantástica obra es la forma de presentarnos a Emma. Como bien sabemos, Emma es la protagonista y como tal la más importante de la novela. Aun así, el primer capítulo sólo se refiere a Charles, el que será el futuro esposo de Emma, y es muy importante destacar que él la encuentra. Flaubert cierra la obra con dos capítulos donde nos narra como acaban el enamorado Charles y la hija que tenían en común, dando más importancia a la muerte de Charles por pena. Este hecho se puede explicar conociendo un poco la sociedad del siglo XIX: La mujer de ese siglo era dominada por el hombre de tal manera que Flaubert optó por presentarnos a Emma al conocer a Charles. Flaubert nos indica que sus descripciones sobre las costumbres y el ambiente de los pueblos donde se desarrolla la obra se podían aplicar a toda Francia. También por esta razón creemos que Charles abre y cierra la obra, un reflejo de la sociedad francesa del siglo XIX.
ANÁLISIS DE PERSONALIDAD Y ACTITUD
En el primer capitulo, Flaubert se centra en los antecedentes de Charles como introducción al segundo capitulo, cuando conoce a Emma y empiezan una vida como marido y mujer. Al principio, Charles está en el colegio y aparece como un niño inseguro y poco brillante. Al hacerse mayor, sus padres lo sacaron del colegio para que estudiara medicina, al igual que su padre, aunque no se le daban nada bien las asignaturas, trabajaba sin cesar. De esta situación podemos deducir que era una persona sin ninguna ambición, siempre hacia lo que le mandaran.
Charles es un hombre enamorado que se desvive por Emma, él haría cualquier cosa por la felicidad de su esposa aunque lo conllevara a la ruina. Esto lo podemos ver reflejado al final de la primera parte: Emma se ve abrumada por la realidad conyugal, desea vivir en una ciudad más aristócrata. Así que, como su esposa necesita un cambio, Charles decide salir de Tostes para vivir en Yonville, a pesar de que empezaba a situarse como médico en el pueblo. Al cabo de poco tiempo los problemas económicos surgen a raíz de la mudanza y de los caros caprichos de Emma, además de empezar de cero en un nuevo pueblo:
“Pero la cuestión del dinero le tenía preocupado. Había gastado tanto en reparaciones en Tostes, y vestidos para su esposa, y ahora en el camino, que toda lo dote, algo más de tres mil escudos, se había evaporado en un par de años.”
Más adelante, los caprichos de Emma no cesan y pide préstamos que no se pueden permitir, al final acaban embargándole la casa.
Desde nuestro punto de vista es una de las pocas veces, si no la única, donde Charles pierde lo nervios. Con toda la tensión acumulada desde de la muerte de Emma y todo el sufrimiento que estaba pasando, enterarse de que su mujer lo engañaba fue un golpe muy duro que no pudo aguantar. Aunque él sospechó algo en cierto momento al encontrar una notita, no quiso darle importancia. Seguramente no quiso darse cuenta de lo que pasaba por miedo a perderla, o por miedo a saber que ella no lo amaba, ni antes, ni nunca.
Por otra parte, Charles no era de los que penetran hasta el fondo de las cosas; retrocedió ante las pruebas, y sus celos inciertos se dispararon en la inmensidad de su pena.”
La muerte de su esposa lo fue matando poco a poco, aunque tenía a su preciosa y cariñosa hija, nunca soportó el vacío que había en su vida. Todo le recordaba a ella, incluso, para agradarla y quizá sentirse más cerca de su amor, empezó a vestir con zapatos de charol, corbatas blancas, tal y como a Emma le gustaba. También se arreglaba el bigote y seguía aceptando préstamos, que llegó a un extremo donde sólo quedaban muebles en la habitación y en la suya a causa de los embargos.
Este apego que sentía a su difunta esposa se ve muy bien en las citas siguientes, donde vemos como pone por encima de todo a su mujer ya muerta. Creo que es un punto muy importante que resumiría la personalidad y actitud de Charles, todo giraba entorno a Emma incluso después de muerta:
“Berthe, a su lado, se entretenía iluminando grabados.
El pobre hombre sufría de verla tan mal vestida, con sus borceguíes sin lazo y la escotadura de sus blusas desgarrada hasta las caderas, […]. Él componía sus juguetes, le fabricaba monigotes con cartón, recosía el vientre desgarrado de sus muñecas.”
Como hemos mencionado antes, para nosotros, esta situación nos da a entender que Charles realmente ya no desea vivir y que a su hija la quiere pero no lo suficiente como para cuidarla y seguir en este mundo sin su mujer. Es muy duro leer como la pequeña parece una pordiosera y acaba con una tía paupérrima, trabajando en una explotación de algodón, después de la muerte de su padre y su abuela. Mientras que cuando vivía Charles se gastaba mucho dinero en la tumba de su esposa y en ropa para agradar a Emma desde la tumba.
INFLUENCIA EN EMMA
Charles Bovary tuvo una influencia más bien negativa en la vida de Emma en nuestra opinión. Ella realmente no estaba enamorada de él, aunque estuvieran casados; para ella lo importante era salir de la aldea donde vivía con un hombre de clase social alta, que coincidiera con sus ideales románticos. Pensó que Charles tendría muchas de las cosas que buscaba en un hombre, pero realmente Charles era todo lo contrario a ella. No tenía ningún sueño que quisiera cumplir, se conformaba con lo mínimo, a pesar de que era médico, no tenia dinero ni era reconocido por sus labores. En resumen, él era una persona convencional, y Emma quería el hombre de sus novelas románticas.
Poco después de casarse, Emma se da cuenta que no está enamorada y comienza a criticar la actitud de Charles, sobre todo lo cariñoso que se muestra con ella:
“[…] ella le rechazaba, entre sonriente y aburrida, como haría un niño que se le hubiera pegado a las faldas”
Aquí podemos darnos cuenta que ya empieza a rechazar a Charles haciendo una comparación de un niño con su madre.
Emma culpaba a Charles de su desgracia, le culpaba por no ser un hombre de los que a ella le gustaban, como los que había visto en el baile y en la opera.
Emma se irritaba por cualquier gesto o costumbre de su esposo, lo odiaba más y más cada día. Creo que fue la razón por la que Emma se refugió en las novelas románticas y eso la llevó a una locura aun mayor. Intentaba resguardarse de la cruel realidad en la que vivía, los libros eran en muchas ocasiones su realidad.
Se avergonzaba de su esposo, de la persona que daría la vida por ella. No creo que se diera cuenta de lo que tenía, un hombre maravilloso que la amaba por encima de todo. Emma se convirtió en una persona egoísta, todo lo que hiciera por su marido era pensando en ella; aunque por cualquiera de sus amantes Léon o Rodolphe hubiera dado la vida.
Emma fue infiel a su marido, y después de toda una vida llena de mentiras y engaños, de una visión de la realidad distorsionada se suicidó. Una muerte dolorosa y llena de agonía.
Martín R. y Alejandro W. de 1º de bachillerato
Las parejas y algunos personajes secundarios en “Madame Bovary”
Iniciaremos este trabajo tratando las relaciones amorosas que tiene Emma con los distintos hombres que aparecen en su vida. Primeramente, hablaremos con detalle de la relación entre Emma y Charles, ya que es el núcleo de la novela, matrimonio rutinario e infiel, que dura desde el principio hasta el final de la obra y que encarna a una pareja engañada por parte de ella, cosa que les acaba llevando a la muerte. Seguidamente trataremos la pareja Emma y Léon, primer amante de Emma, al cual le unen los mismos gustos y preferencias. Creemos que Emma vio en Léon una salida de esa monotonía a la que estaba atada y no dejó perder la oportunidad, impulsada por la pasión y lo prohibido. La tercera y última pareja, esta compuesta por Emma y Rodolphe. Ella se siente atraída por él, por su dinero y su prestigio y ve al hombre con el que siempre había soñado, con el cual asistir a lujosos bailes y ricos banquetes entre otros de sus ambiciosos sueños.
Para cerrar este trabajo, hemos elegido cinco personajes secundarios que brevemente describiremos y de los cuales destacaremos sus rasgos más característicos. Al acabar con los personajes secundarios, haremos una pequeña síntesis de la condición de las mujeres en el siglo XIX.
Empezamos definiendo la pareja de Charles y Emma como la base de esta novela, desde el inicio de su matrimonio, Madame Bovary se da cuenta que no era la vida que deseaba, la paz, la calidez del hogar matrimonial la alteraba demostrando que sólo se casó por salir del hogar paterno, Charles ni enterado, rodeado por una felicidad que no le dejaba ver más allá.
Se conocieron cuando Charles acudió a la finca del señor Rouault para curarle, Charles continuó frecuentando la granja pese a los sermones de su mujer. Cuando ésta enfermo y murió, Charles y Emma se casaron.
La educación de Emma empezó a los trece años, cuando la llevaron a un convento, dónde estudiaba, iba a misa, hacia una lectura religiosa antes de irse a dormir, se confesaba… Poco después de que muriera su madre, su padre la retiró del convento y volvió a Les Bertaux, la granja de su padre, la cual conocía como la palma de su mano. Charles tuvo una infancia distinta, su padre le malcriaba, le educaba a la espartana, pero el niño, de carácter tranquilo, no atendía a los esfuerzos de su padre, su madre en cambio, le mimaba, le protegía y le educaba.
De modo que creció en la calle, comiendo moras y adquiriendo fuertes manos. A los doce comenzó sus estudios, encargados a un cura, pero las lecciones eran tan cortas y desaprovechadas que le servían de poco. Después de hacer la primera comunión le mandaron al colegio de Rouen, del cual le retiraron al cuarto año para hacerle estudiar medicina. Aprobó al segundo intento y empezó a ejercer en Tostes.
Respecto al entretenimiento, Emma, entre otras, solía tocar el piano, cosía a veces, dibujaba, era una gran aficionada a la lectura, y cuando tenía su perrita galga, salía a pasearla recorriendo siempre los mismos lugares. Se suscribió a La Corbeille, periódico femenino y al Sylphe des Salons, estaba al tanto de las nuevas tendencias. Mientras que a Charles, le gustaba jugar al dominó y se entretenía a veces mirando satisfecho la gran belleza de su amada mujer, se suscribió a la Ruche médicale para estar al corriente, cada día leía un poco, Charles no sabía ni practicar la esgrima, ni la equitación ni tirar con la pistola.
En cuanto a las lecturas, Emma es una gran aficionada, había leído de pequeña, entre muchas otras Paul et Virginie, a los quince se aficionó a Walter Scott, más tarde le emocionaban los temas históricos, leyó también a Balzac y a George Sand.
Es un punto clave el cómo y de qué manera aceptan la paternidad y maternidad: Charles estaba muy ilusionado, creía que el embarazo era un lazo de la carne de una unión más compleja entre él y su mujer, la contemplaba, la besaba y le bromeaba cariñosamente, nada le faltaba en esos momentos. Analizando la reacción de Emma, observamos que primero sintió extrañeza, después carecía del interés y la ternura por los preparativos del primogénito de una madre primeriza. Como su marido hablaba siempre del bebé, ella acabó por pensar en el más constantemente. Quería un niño, para que pudiera ser libre, y recorrer apasionadamente regiones y países, atravesando obstáculos y superándolos, cosa que las mujeres de la época no hacían.
Continuamos afirmando que el papel dominante en esta relación es Emma que se vuelve egoísta, difícil y caprichosa, mientras Charles cegado de amor no ve o no quiere ver la gran frustración en la vive Emma y por eso le consiente todo tipo de actitudes y hasta llega a creerse sus mentiras. Charles se conforma con lo esencial para él y para los suyos, tiene una casa, una familia, ejerce de su oficio y ama a su mujer, no pide más, en cambio Emma es inconformista, siempre quiere más y anhela una vida llena de lujos y riquezas.
Raramente discuten, sino es que a Emma sufre alguna de sus rabietas, discrepan en temas como la elección del nombre de su hija, entre otros. Charles no se da cuenta de la infidelidad hasta que Emma, una vez se había tomado el veneno, y le había escrito la carta, medio moribunda le confiesa parte de toda la verdad, le explica las deudas e infidelidades, No será hasta algún tiempo después de la muerte de Emma, cuando Charles encuentra las cartas de Léon y Rodolphe, y , al darse cuenta de la mentira en que vivió, Charles lpierde el interés por la vida, lo que le conduce invariablemte a la muerte , dejando huérfana a su hija Berthe.
Para empezar, en este bloque hablaremos de la pareja Emma y Léon y trataremos sus similitudes, coincidencias y en conjunto su relación, desde que se conocen hasta el momento del abandono.
Emma y Charles, se mudaban de Tostes a Yonville a causa de la conducta patológica de ella un tiempo atrás.
Conocieron a Léon en el nuevo pueblo, ya que vivía allí, tenia unos veinte años y era un joven alto y rubio estudiante de derecho, se veían a menudo y empezaron a tener una buena amistad. Ya desde el primer momento, tenían mil cosas en común, coincidían en cosas como la música, la lectura, les aburría la rutina y otras muchas más que aparecen a lo largo de la obra.
Empezaron a cambiar las cosas cuando Emma siente que cada vez más que se está enamorando de Léon y decide alejarse de el, pero poco después el marcha a París a terminar sus estudios y es entonces cuando ella lo pasa mal y se arrepiente de no haberle dicho que le quería.
A menudo, Emma idealiza a Léon ya que ve en el, el marido que siempre había soñado. Emma encuentra en el joven todo lo que no ve en Charles y lo tiene como a un dios, lo encuentra un chico muy atractivo e inteligente que piensa igual que ella, comparten las mismas aficiones, y se siente especial a su lado.
Todo y que se querían Léon estaba cansado de amar sin resultado y estaba harto de la gente de Yonville. Hizo un balance de lo que tenía, y no podía dejar los estudios de derecho pero también veía nuevas oportunidades en París, llevar una vida de artista. Uno de los problemas era su madre pero le mandó una carta con todos los detalles por los cuales quería irse a París y ella le contestó dando su consentimiento. Tardó un mes en partir hacia París, la despedida con Emma fue muy seca.
Durante la obra salen los elementos del agua, el fuego, la tierra y el viento que se comparan con el amor y es una manera de explicar su evolución o cambios en él. Un fragmento donde vemos que se ven reflejados es cuando dice “Sin embargo, las llamas se aplacaron, bien porque el fuego se agotase por sí mismo, o porque su acumulación fuese excesiva. El amor, poco a poco, se fue apagando por la ausencia, la pena se ahogó por la costumbre; y aquel brillo de incendio que teñía de púrpura su cielo pálido fue llenándose de sombra y se borró gradualmente.” Y otro fragmento en el que tambén se refleja claramente es cuando dice “…y la pasión se consumió hasta las cenizas, y no acudió ningún socorro, no apareció ningún sol, se hizo noche oscura por todas partes, y Emma permaneció perdida en un frío horrible que la traspasaba.”
En cuanto al reencuentro, fue en una obra, a la que asistieron también los Bovary, se van a tomar algo y seguidamente charlan durante un buen rato, Emma le invita a comer un día y este acepta.
Finalmente, y después del último encuentro, Léon visitó a Emma y estuvieron hablando hasta que se confesaron lo que sentían, lo mucho que se querían, pero entre mentiras, ya que ella no le cuenta que estuvo con otro, Rodolphe, y él no le cuenta que la había olvidado. Emma estaba bastante confusa le decía a Léon que lo suyo era imposible pero en realidad cada vez sentía una atracción más fuerte hacia él.
Seguidamente, hablaremos de la unión Emma y Rodolphe. Veremos cómo ve cada uno la relación, las diferentes maneras de pensar y como fue su romance. Emma ve en esta relación mucha diferencia que en la de Charles. Encuentra en Rodolphe el misterio, el encanto, lo prohibido, todo lo que no encuentra en su marido.
Con Charles todo es monótono, rutinario, cada vez siente menos amor hacía él, en cambio con Rodolphe ella da un cambio en su vida, es algo diferente y le gusta que él se preocupe por ella y le diga que la quiere Pero en cambio, respecto a Rodolphe, él ve a la mujer como un objeto de deseo que puede utilizar cuando le apetezca.
En la obra se refleja claramente cómo se aprovecha de Emma y cómo cuando él ve que la situación no le interesa o no es de su agrado, la abandona.
Es un hombre que cree en el libertinaje y no cree en el amor, le gusta vivir su vida como le da la gana y no le importa lo que el otro piense, siempre busca amores nuevos y no cree en el compromiso. Es un hombre de unos treinta años, muy atractivo y con dinero, capaz de seducir fácilmente a cualquier mujer, cómo hizo con Emma.
En la obra vemos cómo empieza la conquista de Rodolphe hacia Emma cuándo empiezan a hablar tendidamente y al menor movimiento que hacían, él se acercaba a ella diciendo “¿Qué decía usted?” y llevaba la mano a su sombrero, desde el principio, continuamente esta halagando a Emma y haciendo que se sienta especial. Podríamos decir, que Rodolphe es un hombre orgulloso, apuesto y rico, pero al final, cuando Emma necesita dinero y recurre a él, él no le da nada, le dice que no tiene dinero y ella furiosa le responde:“Yo en cambio te hubiera dado todo lo que tuviera, todo lo habría vendido por ti, me habría puesto a trabajar o habría salido a pedir limosna por los caminos, tan solo para ver una sonrisa de tus labios para oírte decir gracias”.
En cuanto a la imagen idealizada que tiene Emma de Rodolphe, ella ve en él un hombre que se preocupa por ella que le dice cosas bonitas que nunca antes había oído y cada vez se va enamorando más, se va cegando más y sólo le ve cosas buenas. Creía que era un amor perfecto y temía perderlo porqué lo veía un hombre valiente que luchaba por su amor sin ver como un obstáculo su marido Charles.
Como en todas relaciones, tuvieron sus luchas y sus altibajos. Para Rodolphe este amor era algo nuevo, ya que acostumbrado a tener las cosas fáciles y conseguir siempre a la primera la mujer que deseaba, Emma se lo puso un poco difícil al principio, halagaba a la vez su orgullo y su sensualidad, pero con el tiempo ya no empleaba como antes aquellas palabras tan dulces que la hacían llorar, ni aquellas vehementes caricias que la enloquecían; de modo que el gran amor que vivían a Emma le parecía que iba descendiendo.
Emma tuvo muchas dudas y en algún momento no sabía si le pesaba más el haber cedido o por el contrario, si deseaba amarle más. Lo que tenia muy claro es que se aburría y creía que su marido era odioso y su existencia espantosa.
Para terminar, vemos claramente que Rodolphe sólo pensaba en lo que era mejor para él, era un hombre muy falso, y después de la última noche ya tenía clarísimo que no iba a marcharse cargando con una niña cuando Emma solo era una amante más, todo y que a ella le decía todo lo contrario. Después de tenerlo todo planificado, Emma lo estaba esperando en ascuas cuando Rodolphe decide irse sin ella, sin darle explicaciones de nada y la abandona, cosa que dio como a consecuencia un ataque a Emma.
A continuación, respecto a los personajes secundarios, detallaremos sus profesiones, sus clases sociales, sus virtudes y defectos, hipocresía en algunos personajes, tópicos que encarnan y seguidamente hablaremos un poco sobre la condición de las mujeres en el siglo XIX. Dentro de los muchos personajes secundarios hemos hecho una elección basándonos en los más característicos e interesantes para nosotras y así pues hablaremos de Rodolphe, Léon, Homais, Señora Bovary y el notario.
Empezaremos por Rodolphe, tiene 34 años, es de una clases social alta (burguesía), un hombre soltero, muy independiente, inteligente, de temperamento impetuoso y que cree en el libertinaje y no en el amor. Poseía mucho dinero y un gran atractivo, por lo que era capaz de conquistar a una mujer muy fácilmente, campo en el cual tenia bastante experiencia. Encarna la hipocresía en persona ya que da a entender algo que realmente no siente, lo vemos claramente a la hora de actuar con Emma.
En cuanto a Léon, es un joven estudiante de derecho de unos 20 años, enamoradizo, al cual le encanta la lectura, que odia y se le hace pesada la rutina por lo cual busca alternativas que le convenzan. Uno de sus defectos pondría ser la timidez en algunas circunstancias y las mentiras a las que recurre cuando se ve acorralado. Y su principal virtud seria su inocencia, su espíritu joven y su sociabilidad.
Entretanto, Homais, es un padre de familia, dueño de una farmacia de la cual viven los suyos. Es conocido por mucha gente gracias a su profesión y su carisma. Uno de sus defectos podría ser sus cambios de humor en algunas situaciones pero en cambio tiene una gran virtud a la hora de ayudar y preocuparse por los demás, siempre tiene palabra adecuada y sabe defenderse con la palabra ante cualquier circunstancia. Tiene una religión, su religión, cree en el Dios de Sócrates, de Voltaire, de Franklin y de Béranger, es radicalista, no cree en la iglesia.
Seguidamente, la Señora Bovary madre, que es la madre de Charles y desempeña el tópico de una madre protectora, que mima y cuida a su hijo pero a la vez espera de él el hijo perfecto, estudiante de medicina, casado con una señora adinerada y respetado por los demás. Es una mujer celosa sobretodo respeto hacia Emma, ya que se siente más lejos de su hijo y a la vez sustituida por su mujer.
Por último el notario, que es un personaje no muy intenso por que solo aparece al final de la novela, pero nos parece muy interesante el papel que desempeña en la obra. Es un hombre adinerado y con cierto prestigio, pero cuando Emma le pide dinero, intenta abusar de ella y así nos refleja un intenso machismo que viene desde hace mucho tiempo atrás.
Para cerrar el trabajo, haremos una pequeña síntesis de la condición de las mujeres en el siglo XIX.
Iniciaremos este punto afirmando que la enseñanza del siglo XIX, muy influenciada aún por la Iglesia a todos los niveles, sigue contemplando a la mujer en un papel secundario. La Iglesia católica tenía un concepto funcional de la mujer, obedecía a su papel dentro de la familia. El prototipo más frecuente fue el de perfecta casada, buena madre y buena esposa. Por esto, su educación se basaba no en cultura sino en que aprendieran las tareas domesticas que tendrían que hacer. Finalmente, la incorporación de la mujer al sistema educativo, según la Iglesia, era una forma de moldear en principios y valores cristianos. El acceso de la mujer al sistema educativo no buscaba, de ninguna manera, alterar la función social de la misma; buscaba fundamentalmente alfabetizarla y enseñarle aquellas tareas más necesarias para el mejor funcionamiento del hogar y de la familia. Su educación, en caso de haberla, debía ir orientada a su misión en la vida.
En conclusión, podríamos describir a cada pareja con unas pocas palabras:
La primera pareja, Emma y Charles la definiríamos cómo todo un engaño, una farsa basada en las mentiras que tienen como único objetivo la felicidad de Emma y su propio placer.
La pareja Emma Léon la relacionaríamos con la pasión, el uno es la salida y la aventura del otro y juntos encuentran la fusión perfecta que representa el dejarse llevar por el placer de uno mismo.
Y la tercera y última pareja, Emma y Rodolphe, se puede definir como cordial, basándose en la confianza de Emma hacía Rodolphe hasta el momento en que éste la abandona.
A simple vista, los personajes secundarios pueden parecer insignificantes, pero todos ellos aportan a la novela un toque característico y representativo de cada uno.
Para finalizar, hemos visto el papel de las mujeres, observando sus derechos y obligaciones, que estaban muy cerrados en un ideal y un tópico que no avanzaba.
En esta novela, Emma se sale de lo común y eso es lo que la hace diferente y especial, pero… ¿ Qué hubiera pasado si Emma hubiera estado realmente enamorada de Charles? Seguramente no existiría esta novela, ya que el núcleo de ésta es precisamente la frustración y el adulterio y, suponiendo este hecho, toda la obra sería al revés y no tendría ese toque único que la diferencia de las demás y la hace una obra maestra.
Sara M. y Paula M. 1º de bachillerato
Emma Bovary
En esta disertación hablaremos sobre la novela de Gustave Flaubert, Madame Bovary, en concreto sobre uno de los protagonistas de ésta obra, Emma. Dividiremos este tema en pequeños apartados haciendo referencia a su vida, su personalidad, etc. Para hacerla más entretenida iremos intercalando información con fotografías y con información extraída de la novela.
Ahora empezaremos citando los temas sobre la vida de Emma. Emma experimenta una evolución a lo largo de la novela. Pasa por varias etapas de la vida. La novela empieza a hablar de la protagonista cuando ella es una joven que vive con su padre. Emma pasa de ser una joven a ser una mujer. Evoluciona a lo largo de estas dos pasando por la de recién casada, ama de casa, madre, amante, etc.… La novela nos detalla los sentimientos que experimenta en cada una de las etapas.
La historia empieza siendo Emma una joven. Hija de Rouault (enfermo de Bovary), y huérfana de madre. Vive en Les Bertaux con su padre granjero en una casa en el campo. Era una joven con una melena larga y negra muy lisa. Normalmente lo llevaba recogido. De tal manera que sus cabellos parecían dos bandos negros que se separaban por una raya fina que se hundía ligeramente siguiendo la curva del cráneo, dejando ver apenas el lóbulo de la oreja , estos iban a recogerse detrás en un moño abundante, con un movimiento ondulado hacia las sienes. Tenía unos ojos que eran lo más bonito de ella. De color castaño, pero parecían negros a causa de las pestañas, y su mirada franca atraía con una audacia cándida. Sus pómulos eran rosados. Sus labios eran carnosos, tenía la costumbre de mordérselos en sus momentos de silencio. Su voz era aguda y clara. Era una joven con las uñas blancas, brillantes, finas en la punta, en forma de almendra. Sus manos no eran bonitas, eran secas en las falanges, demasiado largas y sin suaves inflexiones de líneas en los contornos. Padece mareos que se manifiestan a lo largo de toda la novela.
Emma pasa de ser una joven a una recién casada a primera vista feliz, pero nada más lejos de la realidad porque al llegar a su nueva residencia con su marido en Tostes ella ya empieza a darse cuenta de que aquella vida no es la que ella deseaba ni con la que ella había soñado. Poco a poco la novela nos hace saber que ese sentimiento que tenía hacia su marido van cambiando, incluso en algunos momentos de la trama Emma odia a su marido y lo culpa por ser el causante de su infelicidad y su frustración. A lo largo de su vida como mujer casada, Emma está en casa, y simplemente se dedica a leer y a comprar. En dos ocasiones tiene relaciones sentimentales fuera de su matrimonio.
Fue educada en un convento con las Ursulinas. Su educación era esmerada, sabía: danza, geografía, dibujo, bordar y tocar el piano. Algo que a la larga también condicionara su personalidad será la lectura de novelas románticas, de heroínas, etc.… Fruto de una educación romántica, llena de sueños no cumplidos y fantasías, en un ambiente en el que los protagonistas no se ven como realmente son, sino como querrían ser, Emma Bovary se enfrenta con la frustración de sus esperanzas e ilusiones.
Los estados de ánimo de Emma se caracterizan por ser muy cambiantes, es capaz de cambiar en un periodo de tiempo muy corto de estado de ánimo, tanto de felicidad a tristeza o viceversa. Según con el personaje que comparta situación está de una forma o de otra; por ejemplo, cuando está con Charles normalmente se muestra infeliz e insatisfecha, y siempre se encuentra mal, pero cuando está con Rodolphe o con Léon, está romántica, cariñosa, feliz y con ganas de vivir. Alguno de sus cambios de humor le provoca mareos y malestar. Cuando se acostumbra a ser infiel, sus miradas empiezan a ser más atrevidas, etc. Emma sabe imponerse a su voluntad. Para ella estar con Charles era irritarse constantemente.
La sensualidad de la protagonista es propia de una mujer de la época. Insinuante, coqueta. A lo largo de la novela podemos percibir esa seducción. Por ejemplo en el momento en que está dando un paseo con Rodolphe a caballo.
Los roces entre las piernas, el movimiento del caballo, el hecho de que a ella se le viera el botín, etc.…
O en el momento en el que está conversando con Rodolphe cuando son las fiestas de Yonville, Rodolphe hace el intento de acercamiento poniendo su mano sobre el muslo de ella, y ella pone su mano sobre la de él, como en otras tantas situaciones.
Pasa de estar contenta a muy deprimida en un intervalo de tiempo muy corto, palidecía y tenia palpitaciones, unos días charlaba con una facundia febril, y seguidamente le sucedían de pronto unas depresiones en las que se quedaba sin hablar, sin moverse. Lo que la reconfortaba un poco entonces era frotarse los brazos con un frasco de agua de Colonia. Lo que la curaba realmente era cambiar constantemente de aires, en varias ocasiones en la novela se le quitan todos los males con el simple hecho de cambiar de lugar, o algo que se salía de la rutina.
Alguna de las lecturas que Emma ha leído es La Sachette de Notre Dame de Paris. Le gustan las historias que se siguen de un tirón, donde hay miedo. Detesta los héroes vulgares y los sentimientos moderados, como los que se encuentran en la realidad. Cree ser la heroína de todos los dramas. En un momento de su vida, Emma quiso aprender italiano, y comenzó a ensayar lecturas serias, historia y filosofía.
Algo que también la frustraba era que Charles no sospechaba nada de sus adulterios ni de sus suplicios y eso en cierto modo le molestaba que motivos tenía el para pensar que ella era feliz. No lo entendía. Y por eso descargaba sobre él todo el odio que resultaba de sus aburrimientos.
Ella cree que el espíritu vaga más libremente sobre el mar, cuya contemplación sugiere ideas de infinito, de ideal. Muchas de sus frustraciones vienen a causa de el hecho de que ella siempre había querido vivir en la ciudad, rodearse de gente de clase alta, asistir bailes, casarse por la noche a la luz de las antorchas, deseaba un hijo que sería fuerte, moreno y se llamaría Georges. Todas estas cosas nunca llegaron y para Emma suponían una gran frustración al desearlas y no poderlas tener. No estaba satisfecha con nada. Tampoco soportaba toda la mediocridad doméstica, esto la impulsaba a fantasías lujosas, la ternura matrimonial, a deseos adúlteros, etc.
La fascinación que Emma Bovary siente por los nobles que viajan y han tenido experiencias directas en contraposición con las experiencias a través de la lectura que ha tenido ella, lectora, como por ejemplo en el capítulo en el que Charles y Emma visitan el palacio de La Vaubyessard.
Como ya hemos mencionado anteriormente Emma siempre había querido vivir en la ciudad rodearse de gente rica asistir a bailes…etc. Y cuando asistió a uno invitada con su marido quedo fascinada por la elegancia de la gente de sus vestidos, de la comida, de la música de los bailes, etc. En la obra este baile se ve como el mundo idealizado en el que Emma desearía vivir y que por el contrario nunca consiguió. Nunca estuvo conforme con lo que tenia y todo le parecía poco, ella quería estar rodeada de lujo, y por eso compraba artículos que en si no tenían mucha utilidad y que incluso no se podía permitir pero el hecho de comprarlos y tenerlos en casa le hacía sentir mejor.
Emma se aburre de estar tanto tiempo con el mismo hombre, y de no hacer nada. Charles es demasiado simple, y parece que no tengan mucha conexión. En Yonville no hay demasiado entretenimiento. Todo esto provoca que Emma quiera escaparse de su rutina, y cambiar de aires, y por esta razón empieza a tener amantes.
Emma sufre algunos desengaños. Ella esperaba que la vida que tuviese con Charles sería más emocionante, como sus novelas románticas. También tiene un desengaño con Rodolphe, en el momento que están a punto de escapar juntos, él le cuenta en una carta que no está preparado para irse con ella y con Berthe. Otro desengaño que padece, es que el pueblo, al principio todos se muestran amables, pero después, a la hora de la verdad, ninguno quiere ayudarla cuando está en apuros por sus deudas.
Una de las principales mentiras que Emma cuenta a su marido, es la de las clases de piano. Emma hace creer a Charles que cada jueves va a Rouen a tomar clases de piano y lo que no sabía Charles y que nunca sospecho fue que su mujer en vez de asistir a esas clases de piano, se veía con Léon un antiguo habitante de Yonville.
Emma también esconde a su marido las compras que realiza. Emma compra muchos objetos y mercancías al señor Lheureux a escondidas de su marido y al final eso le trae serios problemas.
Aspectos masculinos que encontramos en la protagonista, Emma, un ejemplo puede ser el hecho de que llevaba como un hombre, sujetos a los dos botones del corpiño unos lentes de concha. A veces se peinaba como un hombre, se hacia una raya al lado y se recogía el pelo por debajo.
En aquella época la mujer era la que cuidaba de la casa a los hijos y al marido. Muy pocas mujeres en aquella época recibían la educación que recibió Emma. Por eso no estaba de acuerdo con ciertas cosas de la sociedad, ella pensaba que la vida para un hombre era mucho más fácil que para la mujer en muchos aspectos, en uno de ellos por ejemplo en cómo se veía frente a la sociedad al hombre que había estado con varias mujeres y como se veía a una mujer que estaba con muchos hombres. Desde muy pequeña, ella quería tener un hijo en vez de una hija, ya que su vida le sería mucho más fácil. Emma fue la heroína feminista de la historia.
Su educación como ya hemos citado al principio fue muy religiosa, y ella se centró mucho con su profesores curas y monjas y al principio no quería salir del internado pero al empezar a leer aquellas novelas de amor desenfrenado, decidió salir a experimentarlo.
Otra ocasión en la que nos muestra lo que piensa la protagonista sobre la religión es tras el adulterio cometido con Rodolphe y la partida del mismo, Emma cae de nuevo enferma. Una de las cosas que hacen que Emma se mejore un poco de su enfermedad es la religión. Nuestra protagonista se aferra a la religión, porque la ve como una salida, como una ayuda a superar el duro golpe que le produjo la partida de Rodolphe. Acude constantemente a la iglesia, se hace con un rosario se llenó de amuletos, besaba todas las noches un relicario que tenía colgado encima de la cama, etc. En ese momento ella quiso ser una santa, tenía ilusiones de esperanza, un estado de pureza flotando por encima de la tierra, confundiéndose con el cielo al que aspiraba llegar.
El bovarismo es el estado de insatisfacción crónica de una persona, producido por el contraste entre sus ilusiones y aspiraciones y la realidad, que suele frustrarlas. El término fue utilizado por primera vez [] por el filósofo francés Jules de Gaultier, en el que se refiere a la novela Madame Bovary de Gustave Flaubert, en concreto a la figura de su protagonista, Emma Bovary, que se ha convertido en el prototipo de la insatisfacción conyugal.
Al principio de la obra, Emma se considera una persona soñadora y con ideales, pero a medida que transcurre su vida, no tarda en darse cuenta de que nada es perfecto, de que en la vida hay momentos de sufrimiento y que todo tiene un precio. Ella cree que podrá llevar una vida de princesa, con un hombre rico y con sus mismos sueños, pero después descubre que ni su marido es lo que ella esperaba, ni su vida en general. No acepta su vida cotidiana, y se aburre desesperadamente. El resultado es irse con amantes para apaciguar su vida, uno detrás de otro.
En conclusión podemos decir que Emma era una mujer de espíritu libre, que intenta evadirse de la realidad ya que es la única manera por la cual puede realizar lo que quiere. Se dice que es pionera siendo una de las heroínas feministas de la época, que quiere cambiar la forma que tiene la sociedad de ver a la mujer. Ella pensaba que a las mujeres se las consideraba como algo inferior a los hombres, teniendo menos libertades. A este personaje lo podemos considerar redondo porque sufre variaciones y evoluciones tanto psicológicas como físicas, y estas por el paso del tiempo. También es un personaje caracterizado directamente ya que el lector recibe la información sobre esta mediante otro personaje o el narrador. Es una de las protagonistas de la historia y se podría decir que casi toda la trama gira en torno a ella.
Pregunta en el aire: Si Emma no hubiera leído las obras románticas que leyó durante toda su vida, ¿todo hubiera sido igual o habría cambios?, como por ejemplo, ¿se hubiera casado con Charles, le hubiera sido infiel…?
Nosotras creemos que hubiera pensado más en el hecho de casarse con Charles, incluso tampoco no hubiera tenido amantes por el miedo al qué dirían, como muchas otras mujeres de la época.
Laia. M y Carolina C. 1º de bachillerato