Cinco veces más resistente que el acero y tres veces más que las mejores fibras sintéticas modernas, la seda que fabrican las arañas es un material fascinante que el ser humano se ha empeñado en imitar con, hasta ahora, pobres resultados. Nadie ha podido producir una tela semejante de forma artificial, un material capaz de estirarse hasta un 135% su longitud original sin romperse.
¿Cómo consiguen las arañas elaborar fibras tan estables y elásticas de las proteínas almacenadas en una glándula en tan sólo fracciones de segundo? Diferentes grupos científicos, entre ellos investigadores de la Tenchnishe Universitaet München (TUM) Universidad de Bayreuth (Alemania) y de la Universidad Complutense de Madrid, afirman haber dado un paso muy importantde para desentrañar el secreto.