Category Archives: Poesía

Haikus

Haikus

En esta entrada, transcribo algunos de los haikus (o haikús) compuestos por los alumnos de 3.º de ESO. Además de deleitaros con su lectura, podéis ejercitar vuestro conocimiento de esta manifestación de la lírica japonesa tradicional comprobando la métrica heptasilábica de los tres versos, la presencia o ausencia de kigos

  • Buscando la luz / cerca del horizonte / descubriste el sol.           Celeste Cañete.
  • En esta playa / de arena color miel, / puedo ver tu tez.               Laura Fernández.
  • En el cielo oscuro, / entre tantas estrellas, / me mira la luna.    Anna Fernández.
  • De no estar tú, / demasiado enorme / sería esta cama.               Karan Pal.                   (variante sobre un original de Kobayashi Issa)
  • Soledad amada, / duerme en mi interior, / dame tu calor.          Carlos Poza
  • ¿Y si el alba / se apaga cuando / ya anochece?                              M.ª José Escot
  • ¿Es el viento / o es este caracol / y el tiempo?                               David Iniesta   
  • Las amapolas / que viven en mí solo / son tus recuerdos.           David Iniesta

Centenario rubeniano

Centenario rubenianoHoy se conmemora el centenario del fallecimiento del poeta nicaragüense Félix Rubén García Sarmiento, afamado para la posteridad literaria como Rubén Darío y también como Príncipe de las letras castellanas.

De la musique avant toute chose, ‘ante todo, la música’, tal es el lema que inspira la dilatada obra rubeniana. Y, si tenemos en cuenta que la primordial diferencia entre prosa y verso reside en el menor o mayor ritmo del lenguaje, respectivamente, habremos de concluir que la polifónica sonoridad de los versos de este Príncipe revolucionaron la métrica castellana y contribuyeron definitivamente a su potencial musicalidad.

A continuación, podéis leer la famosa “Sonatina”, escrita en 1895, y dejaros llevar por la sonora harmonía de sus rítmicos versos:

SONATINA

La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave de oro;
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe del Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

«Calla, calla, princesa, —dice el hada madrina—
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte ,
a encenderte los labios con su beso de amor».

Centenario rubeniano (Sonatina)

Feliz día de Reyes

El camello, por Jnj ©

El camello se pinchó
con un cardo del camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.

Baltasar fue a repostar
más allá del quinto pino
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su “Longinos”‘.

¡No llegamos, no llegamos,
y el “Santo Parto” ha venido!
Son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido.

El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
– Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.

A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su tipo!

Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.

Y a las tantas ya del alba,
ya cantaban pajarillos,
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.

No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes
cabizbajos y afligidos,
mientras el camello echado
le hace cosquillas al Niño.

Gloria Fuertes publicó este poema en 1954. Este año conmemoramos el centenario de su natalicio.

Rosalía

Rosalía

Si habéis navegado hoy por la red, posiblemente habréis visto que, en su página del buscador, Google dedica un homenaje, en forma de doodle, a la gran autora de las letras hispánicas Rosalía de Castro, quien nació en Santiago de Compostela un 24 de febrero como hoy, allá en 1837.

Tanto para aquellos que aún no la conozcáis como para aquellos que ya habéis leído alguna de sus composiciónes, he aquí unos conocidísimos —a la par que hermosos— versos suyos:

Rosalía (orillas del Sar)A través del follaje perenne
que oír deja rumores extraños,
y entre un mar de ondulante verdura,
amorosa mansión de los pájaros,
      desde mis ventanas veo
      el templo que quise tanto.

            El templo que tanto quise…
Pues no sé decir ya si le quiero,
que en el rudo vaivén que sin tregua
      se agitan mis pensamientos,
      dudo si el rencor adusto
vive unido al amor en mi pecho.

Adiós a Vergès

Adiós a VergèsEn la entrada anterior de este blog, hay escrita una breve adenda que contiene una enumeración de escritores de renombre, los cuales fallecieron un 23 de abril de distintos años. Anoche, luctuosamente, vino a sumarse a esta nomenclatura el insigne poeta catalán Gerard Vergès.

D. E. P.

Transcribo a continuación un lírico poema de suave tono melancólico que, desde que lo leyese por primera vez gracias a mi mujer, siempre ha figurado entre mis predilectos:

MAIG D’AMOR

Són certes les paraules que vam dir-nos,
certa la primavera del teu cos
i cert l’espill d’amor dels teus ulls negres.

Suau plovia sobre el bosc tendríssim
de pins i diminutes margarides.
Sols el silenci, sols nosaltres sols.

D’aquí a molts anys potser recordaràs
que algú, algun dia, et va estimar moltíssim.
I et pujarà a la gola una dolçor
com una immensa mel, com una música.
La mateixa dolçor que ara jo sento
recordant-te en la meva soledat.

Res no val tant com un instant d’amor.

Día Mundial de la Poesía

Durante la trigésima reunión de la UNESCO, celebrada en París en 1999, se adoptó la decisión de proclamar el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía. Sin duda, la elección de la fecha no es aleatoria ni gratuita, ya que, astronómicamente, el equinoccio que da inicio a la primavera se sitúa entre el 20 y el 21 de marzo. La naturaleza, a través de su indisimulada exuberancia, dicta que este es su mes; y el inconsciente humano, a menudo tan sabio, dicta que esta es la estación del amor. Si tenemos en cuenta que el amor es, por antonomasia, el sentimiento humano y que, en literatura, es el género lírico el que le sirve de vehículo expresivo, a poco, por ese camino, llegamos a la poesía.

Queridos alumnos, os invito a que traigáis a este foro un verso, una estrofa o un pequeño poema con el que sumarnos todos a esta conmemoración tan especial. Los versos pueden ser vuestros, si habéis cedido alguna vez a la necesidad de componer; o ajenos, si habéis leído u oído alguna vez versos que os hayan acariciado el alma, rasgado el corazón o movido el ánimo.

Bécquer escribió: «Poesía eres tú». Ven aquí, pues.

Cadáver exquisito

El otro día, en la clase de 4.º A3, los alumnos  dieron a luz un cadavre exquis. Un cadáver exquisito sano e improvisado que nació del ingenio y la sensibilidad de estos estudiantes metidos por un momento, durante una tibia mañana preprimaveral, a hacedores de versos por “contagio mental”.

Hay quien dijo que un cadáver exquisito tiene la facultad de revelar la realidad inconsciente del grupo que lo ha creado, en concreto los aspectos no verbalizados de la angustia y el deseo de sus miembros, en relación con el posicionamiento afectivo dentro del mismo.  Hay también quien observó que el juego funciona como un barómetro de los contagios intelectuales dentro del círculo de creadores.  No sé hasta qué punto los siguientes versos muestran la permeabilidad afectiva de cuantos en este han participado ni hasta qué punto es reconocible la autoría individual de cada uno de ellos.  Sí sé que se obró con entusiasmo y conjuntamente y que es, por tanto, su “poema al alimón” —como Lorca y Neruda gustaban llamar a estas juguetonas composiciones literarias—.

Como el prístino verso surrealista decía: Le cadavre exquis boira le vin nouveau. Bon appétit y helo aquí:

La muerte es el final de la vida
vive el día a día y no el mañana del ayer
la vida es un misterio para todos
y no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy
son más bellos los sueños de los locos que los del hombre sabio
saber es vivir
vivir es no pensar, actuar
qué importa que me engañes si luego me sonríes
soñar es vivir tu cuento
porque aunque la vida parezca de miel es amarga
el cielo es azul
perdida en este mar de pensamientos
amarillo el sol
dibujando estrellas de un negro cielo
con mi tutú en lo alto del cielo
tu aura sin color

Adelanto del Día Mundial de la Poesía

En Facebook se lleva a cabo este 17 de marzo una iniciativa para llenar los muros de versos en catalán. Cada cual ha de escoger aquel que más le subyugue, le enamore, le levante el ánimo… En definitiva, aquel que no le deje nunca indiferente, y lucirlo en el muro de su cuenta.

Si estáis a tiempo, animaros. Es un buen adelanto con vistas al Día Mundial de la Poesía, que se celebrará este próximo día 21 de marzo.

Os dejo aquí la primera estrofa de un soberbio poema de este padre de la poesía. El primero de los versos es el que he dejado escrito en el muro de mi Facebook. Si os gusta el poema, podéis leerlo completo en el enlace que dejo aquí.

El lado oscuro del corazón.

el-lado-oscuro-del-corazonTal día como hoy, en 1967, fallecía el poeta argentino Oliverio Girondo. Es, sin duda, una de esas grandes plumas que merece la pena conocer. Por si todavía no habéis tenido la ocasión, aquí os dejo su ‘Espantapájaros’:

No sé; me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso si! – y en esto soy irreductible – no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma! Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres… ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. “¡María Luisa! ¡María Luisa!… y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte. Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hojamuerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo. ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera… ,aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes…, la de pasarse las noches de un solo vuelo! Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

Si os ha gustado, probad a ver la película ‘El lado oscuro del corazón’. Su guion es una maravillosa síntesis de dos artes: la propiamente cinematográfica y la poética, pues se intercalan con precisión y delicadeza textos de Mario Benedetti, Juan Gelman y el citado Oliverio Girondo.

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