Y

Ahora

empiezo

a valorar lo

que es el tiempo.

Los momentos con mi gente,

los abrazos con los que más quiero,

besos en la mejilla, y en la comisura de los labios,

los detalles pequeños, como salir a la calle. Y lo que odiaba

yo ir a comprar el pan, levantarme pronto para estudiar, ir a buscar

a mi hermana o primo al colegio. Lo que daría yo ahora mismo por hacer

todo lo que hacía antes. Ahora entiendo lo que significa ese refrán que dice:

No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, y que razón tiene, porque deseo ahora mismo volver a mi vida de antes aunque me quejara de muchas cosas. Ahora mismo lo valoro todo muchísimo más. A partir de ahora valoraré aquellos pequeños

m

o

m         s

e          o

n     t

He empezado a escribir este texto cuando llevo unas dos semanas encerrada, casi tres, y empiezo a pensar en todo lo que hacía antes. En la vida que llevaba y qué poco la valoraba.

A lo mejor, perdía mucho el tiempo quejándome en vez de disfrutarlo. Quería hacer muchas cosas y siempre las dejaba para el final, algo que ahora pienso que la próxima vez que deje algo pasar pensaré en lo que viví y diré: “No, esto lo hago ahora mismo antes de dejarlo pasar para no hacerlo nunca más”.

Quizás ahora la gente pensará lo mismo que yo. O es probable que no. Pienso que esto nos ha servido para valorar todo mucho más. Antes, pensaba solo en quiero, quiero y quiero… Ahora, lo único que quiero es poder salir a la calle y ver a la gente que más quiero. Con eso ya lo tendría todo.

Nadie sabe valor algo hasta que se da cuenta de que ya no está. Entonces te das cuenta, y eso da mucha lástima. Debemos valorar todo en el momento en que sucede.