Felipe Juaristi, en su blog

A José Ángel.

La paciencia es una virtud considerable que, apenas sirve de nada, si no va unida a una confianza en las capacidades de cada autor en su actividad literaria. Dadas las circunstancias del mundo actual, las posibilidades del éxito o del fracaso de una obra son consecuencia, en general, de factores ajenos a la propia obra y a los méritos del autor. El hecho de publicar poesía, más difícil de lo que parece, es motivo de satisfacción, para los amigos y entusiastas; pero más lo es cuando el lector se encuentra con una obra calibrada por el más severo ejercicio crítico y atemperada por el devenir de los acontecimientos.

Ucronía e hilván de José Ángel Hernández es un libro serio y refinado, colorido y sin edulcorar, reposado y repuesto contra sombras y turbulencias. Es un libro que señala el umbral, que apenas da respiro, aunque no produzca desasosiego, como aquellos textos crepusculares del portugués Pessoa.

Es un libro que desde el centro de la vida, no desde el corazón, desde la turbina que agita el dolor, se va acrecentando y extendiéndose, radial pero sin pausa, hacia los extremos, hacia el límite de la experiencia humana, que no es otro que el de la palabra.

Conocer el universo es la gran y ardua tarea, imposible si no existiere la humildad de confrontarse a sí mismo y tratar de conformar la propia extensión de cada cual, más allá de los signos vacíos, de los guiños diarios al tiempo, gran escultor, y mayor maquillador de conciencias y actitudes. “Nombrar la idea / es disponer de un símbolo/ y sus sombras/ protegen las reglas que lo engendran”.

Porque nos justificamos a todas horas, porque muchas veces ni siquiera sabemos por qué nos justificamos ni por qué actuamos como lo  hacemos, sabiendo que la elección entre dos males siempre es otro mal, que no hay mal menor, como no hay palabras menores. Porque la poesía es respiración y caminar, un palpar en la oquedad que va dejando el transcurso del tiempo. La poesía es un vagar y un divagar y un no poder ir más allá de lo que conforma la propia expresión poética, un clima donde vivir y unos sonidos en los que guarecerse en días de tormenta.

FELIPE JUARISTI

 

 

http://felipejuaristi.net/blog/?m=201001

 

 

Obrigado, Felipe.