4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
Los anuncios nos hacen creer que necesitamos un productor X cuando en verdad podríamos vivir sin él, pero nosotros compramos el producto pensando que en un futuro lo podríamos necesitar. Luego, nos damos cuenta de que no, no era necesario ese producto sino que nos hicieron creer que lo sería.
Los políticos, igual que los anuncios, nos hacen creer cosas hoy pensando que serán necesarias para el mañana, luego cuando llega el mañana nos damos cuenta de que nos han engañado, que no era necesario.
Sobre lo que dice Carla yo pienso que es verdad, porque muchas personas compran productos más por la satisfacción que le pueda provocar que por su utilidad.