Nuestro destino está escrito con lápiz, de forma que, con nuestras acciones, podemos rectificarlo como si manejásemos una goma de borrar. No obstante, la parte final de nuestro destino, nuestro propio fin, esto es, la muerte que a cada cual le es reservada, está escrita con tinta.
Llano (DRAE dixit):
Igual y extendido, sin altos ni bajos. Bien me parece, para empezar.
Conforme. Claro, como acabo de decir: bien me parece. O sea, conforme.
Accesible, sencillo, sin presunción. Para que bien nos deje quererlo.
Libre, franco. Como el viento, como la misma verdad.
Sencillo, sin ornamento alguno. Hasta que bien lo sepamos vestir.
O sea, de casta le viene al galgo, que dice la paremia.
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