Microrrelatos de Cristina:
- Estás en casa, es de noche y apagas la última luz. Qué extraño, de pronto todo desaparece.
- Hoy, después de comer, he retirado el mantel, he lavado todos los platos y un día estaré muerto.
- Los niños entraron a su casa y destrozaron las jaulas, el padre había encontrado los cuerpos muertos y los había enterrado en el jardín. Los pájaros no regresaron nunca.
Microrrelatos de Álvaro:
- Yo digo, tú dices, él dice, nosotros decimos, vosotros decíais…
- No soy Abril porque todo comenzó en mayo…
- Alzó el cuchillo con ira, se inclinó sobre él, y…
Microrrelatos de Dimitri:
- Cuando terminó, el público permanecía callado. «Pero ¿cómo lo hizo?», preguntó una chica.
- Un día, un hombre se levantó como siempre, comió, fue al trabajo y, haciendo cosas en la fábrica, se preguntó a sí mismo: «¿Por qué hago esto? Soy pobre, mi vida es un desastre. ¿Por qué no la cambio?» Al siguiente día, por la mañana, abandonó su pueblo y fue a un bosque muy lejos, donde finalmente se quedó, feliz porque era libre, descansaba cuando quería y comía cuando quería. De modo que se quedó allí para siempre.
- ¡¡Zzzzzzzzchoou!! Y de repente, el árbol cayó sobre la casa. —¡Ups! —dijo el leñador.
- Es lunes. Un chico despierta con muy mal humor y piensa que tendrá que ir toda la semana a la escuela; abre la ventana y ve ¡nieve! —¡No podré ir!
Microrrelato de Adrià:
- Está uno en el laboratorio y ¡puf!
Microrrelato de Álex:
- Un hombre tenía que morir para subir al cielo. Se suicidó y, cuando hubo subido, se cayó por un agujero.
Microrrelato de Goldy
- Un chico que se llama Elías le estaba contando a su amigo un secreto que nadie de su familia sabía. Y ese secreto era que él había robado en una tienda y, justo en ese momento, ve que su hermano le ha escuchado y va corriendo a la habitación de su madre. Y va el chico y le dice a su madre: —Mama, ¿sabes qué? —¿Qué? —Elías está comiendo chocolate después de que tú le dijeras que no. Elías, asustado, ríe.
Microrrelato de Sebastian
- Había un chico que tenía los dientes tan blancos y era tan guapo que cualquier chica que lo veía se desmayaba. Jamás llegó a casarse.