
Adivinanzas cuya solución son anagramas (© Blai Figueras Álvarez).
Subraya la palabra que da en el busilis para la resolución de la adivinanza y propón la solución con el nombre de la ciudad que se obtiene combinando sus letras.
Ej. Viví un gran amor cuando estuve en ROMA
1. En la ciudad de _______ oirás los ecos de grandes y heroicas hazañas.
2. La gente de _______ ignora cual será su destino.
3. Paseando por _______ encontré una plaza en forma de ovoide.
4. ¡Cómo me agradan tus plazas y jardines amada _______!
5. Cada día que pasa acreces un poco más tu gloria, _______.
6. ¡Quién viviera un romance en la maravillosa _______!
7. _______, tu auténtica valía se halla en la grandeza de tu historia.
8. _______, en tus magníficas costas calienta el Sol todo el año.
9. Por las calles de _______ paseaba una moza pelicana con capelina.
10. En ningún otro lugar como en _______ habita el chistoso y dicaz con su mordaz humor.
11. Estimada _______, es incomparable balconear en tus edificios.
12. _______, por tus rincones vaga sereno el espíritu de tu nobleza.
13. _______, no se agarrotan mis miembros cuando contemplo tu patrimonio.
14. ¡De la increíble _______ seguro que os lleváis un recuerdo imborrable!
15. El escritor tecleaba hermosos halagos a tu nobleza y abolengo, ________.
16. _______, con la estampa de tus monumentos confeccionaría un bello brocado.
17. Mi amiga Mariela se trasladó a vivir a la preciosa _______.
18. En cierta ocasión actué en un teatro de la ciudad de _______.
19. _______, ¡nadie delira cuando proclama tu singular belleza!
20. En _______ saben adornar muy bien sus parques y jardines.
21. Sin duda que _______ no es una ciudad sacrílega.
22. Para venir a _______ desde Barcelona, usted tomará el tren.




Durante el Congreso Internacional de la Lengua que se celebrará el próximo 5 de abril en la ciudad chilena de Valparaíso, tendrá lugar la presentación del Diccionario de americanismos, magna obra lexicográfica que posee más de 70.000 entradas y más de 120.000 acepciones. Su publicación ha de suponer el lógico y esperado colofón a un proceso de ánimo panhispánico que se inició, apenas constituidas las primeras Academias americanas, con un primer intento de elaborar conjuntamente un diccionario de americanismos. Por desgracia, transcurría el último cuarto del siglo XIX y la constatación de la deficiencia de fuentes informativas y la limitada posibilidad de comunicación dejaron aquel ambicioso proyecto en el limbo de las buenas intenciones.