El emblema secreto
12 maig 2011La historia comienza en un pequeño pueblo en la época medieval. Nos cuenta la historia que Erick era un joven de 14 años cuyo padre tenía una seria enfermedad que le costaría la vida si el no actuaba rápido. Su padre que era capitán del ejército real fue envenenado en la guerra y necesitaba una cura rápido, la madre de Erick desesperada llamó a un curandero:
– ¿Tiene cura? – preguntó Emilia, la madre de Erick.
– Lo siento pero no…. – respondió el curandero.
– No puede ser… – lamentó Erick.
– ¿Qué ocurre Erick? – preguntó su madre.
– ¿Usted a oído hablar de la energía celestial? – preguntó Erick al curandero.
– Sorprendente, ¿sabes de ella?
– Sí……lo vi en un libro.
– No es solo un remedio, es la mayor fuente de energía de todo este mundo.- explicó el curandero.
– Sorprendente, es verdad……pensaba que no era real. –contestó sorprendido Erick.
– Según dicen para obtenerla es necesario reunir los 4 pergaminos, ya sabes: agua, aire fuego, tierra y luego decir un conjuro que solo aquél que tenga un buen espíritu sabe…… – prosiguió el curandero.
Alex el mejor amigo de Erick entra en la casa de Erick y se sorprende por lo que ocurre:
– ¿Qué pasa Erick? – pregunta su amigo Alex.
– Mi padre está enfermo y según lo que sé, hay que reunir los cuatro pergaminos si quiero que siga vivo.
– ¿Estás seguro? ¿No crees que es muy peligroso?
– Para hacer algo como esto – prosiguió el curandero- es necesario tener muchos compañeros, gente dispuesta a ayudarte. También necesitarás alguien que te entrene, aun no estas listo para hacer algo así. – concluyó.
– ¿Cree que aun no estoy listo?
– No me refiero a eso, me refiero a que necesitas mucha ayuda si quieres reunir los pergaminos.
– Erick ¿y si yo te ayudo? – se ofreció su amigo Alex.
– ¿De verdad quieres ayudarme?
– Claro…. si necesitas ayuda, cuenta conmigo.
– ¿Cuándo se supone que estaremos listos? – preguntó impaciente Erick.
– Es verdad llevamos practicando semanas – le apoyó Alex.
– Aún les falta una última prueba – respondió el curandero.
– ¿En serio…….?
Así comenzó su último desafío para convertirse en soldados. Uno tras otro abrían los cofres y no encontraban nada que fuera de utilidad para su misión.
– No comprendo esto. – dijo Erick.
– Erick mira. – dijo Alex.
– ¿Qué quieres?
– Mira, un cofre…
Al abrir el cofre encontraron una nota que decía: “MIRAN DEBAJO DE SUS PIES “DERECHA”.
– Es el último cofre y dice esto… no lo comprendo… – dijo Erick decepcionado.
– ¿Y si el curandero nos quiere decir algo?
– No lo sé pero……
– ¿Pero qué?…… ¡responde! –dijo Alex impaciente.
– ¿Y si lo movemos?
– ¡¿El cofre?! Estás loco!! Debe pesar más de 10 kg, eso es mucho peso!
– Hagámoslo en equipo. – propuso Erick.
– Está bien……
– 1….2…3!!!
– ¡Un agujero! – exclamaron a la vez.
Al entrar al agujero se encontraron con una serie de pasadizos. Siguiendo sus instintos se encontraron con una misteriosa puerta:
– ¿Entramos? – propuso Alex.
– 1….2…3…. ¡ahora!
De golpe en la puerta se encontraron con lo menos esperado:
– ¡Los pergaminos! – gritó Erick.
– Han llegado a tiempo…. – dijo una voz, era el curandero.
– ¿Qué hace usted aquí? ¿No se supone que estaba en el pueblo?
– Tiene algo que explicarnos.
– Paciencia, paciencia se lo explicaré todo: Mi deber es proteger estos pergaminos y esperar que los elegidos vinieran a buscarlos, han venido muchos pero nunca aprobé a ninguno hasta que llegaron ustedes. Ahora tomen los pergaminos, ahora son los nuevos cuidadores.
– ¡Lo logramos! – exclamaron llegando al pueblo.
– ¡Vamos a tu casa! – dijo Alex.
– ¡Mamá estamos de vuelta! – gritó Erick
– ¿Pero cómo? – se sorprendió Emilia.
– Luego te contamos toda la historia, ¿y papá?
– Está en su habitación.
Entraron a la habitación y curaron a su padre. En ese momento todo regresó a la normalidad. Desde entonces Erick y Alex se convirtieron en los defensores
de los pergaminos.