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Para iniciar mi redacción, necesito comentaros por qué he escogido esta
ventana habiendo varias en casa. En un primer lugar, decidí escribir sobre la que está en la habitación de mis padres. Tiene vistas al parque que se
encuentra enfrente de mi casa, en el que he pasado horas y horas. Sin
embargo, finalmente, me he decantado por explicar lo que puedo observar a través de la mía, lo que siento cuando me asomo… No solo me he decidido por eso, sino que hay otros dos motivos más: el primero es que he convivido con ella desde la temprana edad de los tres años; el segundo, porque me ha podido observar mis estados de ánimo.

Nada más levantarme, me gusta asomarme a ella para recibir el viento
mañanero, ese que te azota con su frialdad y te ayuda a despertarte. Y no solo te impacta eso, además recibes una cálida y luminosa luz solar que relaja.
A través de mi ventana, se puede ver el bloque de adelante y su maravillosa piscina, solamente usada en verano por todos sus residentes. La inmensa pileta no es lo único que se puede ver. Si te fijas muy bien, puedes llegar a identificar la matrícula de los coches aparcados en la calle. Fácilmente puedes encontrar parking por mi zona, gracias a que mis vecinos tienen uno en su casa y, nosotros, es decir, nuestro bloque, uno comunitario.
Aunque me asome lo justo y necesario, no tengo únicamente estas vistas,
también logro observar la oficina de los Mossos d’Esquadra; hasta puedo verles patrullar por la zona diariamente debido a la cuarentena.

Para finalizar esta redacción, os explicaré lo bonitas que son las plantas en los patios cercanos a mi hogar, las he contemplado durante el largo de mi vida.
Personalmente, me gusta sacar la cabeza por la ventana y mirar hacia abajo para así observar a los animales domésticos de mis vecinos: dos tortugas, un perro, un gato…

Hoy, dos meses después, me doy cuenta de que, en el momento de
escribir esta redacción, no expliqué que, si me levanto pronto y me
asomo un poco, puedo ver el sol salir. Me encanta ver el sol ponerse. Por
eso, muchos días me levanto solo para verlo y, luego, continuar
durmiendo.