Desde que empezó el confinamiento mi rutina ha cambiado mucho, ya que ahora me duermo mucho más tarde de lo normal, me suelo despertar al mediodía y por las tardes después de hacer las tareas, aprovecho para dormir o ver alguna serie de Netflix, es decir, que me he olvidado completamente de los horarios y rutinas que solía seguir antes.
Debido a que hemos empezado a hacer clases online, estoy intentando volver a la rutina de cuando íbamos al instituto, me despierto a las 9, desayuno y a las 10
empiezan las clases, cuando estas acaban aprovecho que estoy concentrada y hago los deberes que nos van enviando.
Me he dado cuenta de que también he empezado a hacer cosas que antes no hacía, o que no tenía tiempo para hacer como por ejemplo leer un libro tranquila en mi habitación, jugar a las cartas con mis padres, bailar o hacer ejercicio en casa con la música a todo volumen. En otras palabras estoy aprovechando al máximo el tiempo para estar con mi familia y conmigo misma.
Sin embargo no todo es bueno, ya que hay veces que no encuentro cosas para hacer y empiezo a estar triste o echo de menos salir a la calle, reirme con mis amigas o ver a mis hermanas ya que ellas están en sus respectivas casas y yo estoy en mi casa solamente con mis padres, en resumen, es mejor tener siempre algo que hacer porque así nos olvidamos de la situación que estamos viviendo.

Finalmente lo que tengo pensado hacer cuando acabe todo esto, es pasar una tarde con mis amigos y disfrutar de su compañía, caminar por nuestro pueblo y comer pipas en cualquier banco, cosas simples que te hacen realmente feliz.