UN SUEÑO…

Había una vez un niño de seis años al que le gustaban mucho los dinosaurios. Tenía muchísimos dinosaurios. Un día fue a un museo en el que había todo tipo de esqueletos de dinosaurio, y explicaban cosas sobre ellos. Él se divirtió mucho y prestaba mucha atención. Por la noche soñó que él estaba en un sitio donde había dinosaurios vivos. El niño podía hablar solo con uno de ellos, se divertía mucho, se metían en el agua, caminaban juntos… Pero resulta que… “cuando se despertó el dinosaurio todavía estaba allí”.

Lucía Bravo 1.1

 

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ADIVINA QUIÉN SOY

Somos muchos, repartidos por las calles de todo el mundo. Vemos todo lo que sucede a nuestro alrededor. Sí, sí, los accidentes, los coches que circulan de noche y de día, las personas… Me entretengo mucho porque ¡pasa cada cosa… ! Que si la policía, que si unos que se pelean, que si un coche aparca mal, que si otro coche se estampa con aquel… Yo lo veo todo todo.

Hay que reconocer que soy un poco tímido y muy mandón. Porque yo decido si un coche pasa o no, o si una persona se tiene que esperar hasta que yo diga. A veces, soy un poco molesto, porque hago esperar, y en ocasiones me gusta ver cómo se enfada la gente. ¡Lo sé! Soy un poco malo… También soy tímido, porque depende de lo que yo quiera me pongo rojo, amarillo o verde. Solo tengo tres colores que tienen un gran significado para las personas y conductores. Soy muy alto para que todos me vean y puedan hacerme caso. Me temo que ya sabrás quién soy, creo que ya sabías quién era desde el principio… ¡Te lo he puesto fácil!

Trabajo todo el día, las veinticuatro horas, día y noche.

Tengo muchos amigos y compañeros que hacen muy bien su trabajo, son importantes, sin ellos y sin mí siempre habría más accidentes. Algunos compañeros se molestan porque la gente no hace caso, y por tontos tienen accidentes; pero la gente se lo busca, ¡que nosotros hacemos bien nuestro trabajo!

Marta Manzaneque, 2.4

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Mi página web

Sin duda, supongo que, como todos los adolescentes, tengo casi siempre un ordenador o aparato electrónico entre las manos. Como buen internauta, tengo  varias páginas web siéndome fieles día tras día: Facebook, Twitter,  Google, etc. Pero por encima de todas, está YouTube.

¡Ay! Qué sería de mí sin esa página web. ¿Qué haría con mi vida? No me lo  puedo imaginar… Como escribí en una redacción anterior a esta, mi gran afición  es la música; así que, por goleada, YouTube se lleva un diez de mi parte. Es la  página web donde puedo escuchar toda la música del momento, todas las  veces que quiera y sin pagar. Para alguien como yo, esta página es la mejor.  ¡Sin duda!

Amós Collado 1º Bach.

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LA ESPELUZNANTE ESCAPADA

Era una noche oscura. Un manto negro se alzaba sobre mí. Me hallaba sola en medio de todo lo verde. Tan solo podía escuchar las hojas caer de sus respectivas ramas y el viento chocando contra los árboles. A simple vista era un paraje propio de una película, pero en ese momento no tenía tiempo para pensar en otra cosa que no fuera encontrar a Prim, mi mejor amiga.

Era el viaje de fin de curso y estábamos toda la clase de acampada. Prim se alejó demasiado del grupo, y me preocupaba pensar que llevaba demasiado tiempo alejada, eso me hizo pensar que algo le había ocurrido. La oscuridad no me agradaba especialmente, es más, podría decir que me horrorizaba esa espeluznante falta de luz en ese bosque. Prim  no era demasiado alta, más bien pequeña e indefensa. Con su larga cabellera que le tapaba la  mayor parte de su diminuta espalda. Sus ojos eran de un color ceniza, algo tenían que dejaban sin aliento. Sus hoyuelos no dudaban en sacarte una sonrisa. Recuerdo cómo me peinaba con trenzas gracias a sus pequeñas manos que, a pesar de su tamaño, las solía manejar muy bien. Cada paso que daba, más me estremecía ante ese silencio sepulcral. Aquella pequeña chica tenía la voz tan aguda, que me extrañaba no escucharla a lo lejos, aunque fuese un poco. Y eso que en ocasiones me irritaba su voz, pero en esas circunstancias la añoraba. Busqué entre los matojos, deambulé entre los árboles, cada vez con más terror en mi interior.

Nunca más volví a hablar de ella con nadie. Corren muchos rumores: que si encontraron su cadáver en el río, que si se fugó con el profesor Dawkins en busca de una vida mejor… Tantos rumores falsos, me provocan arcadas al pensar en lo crueles que pueden llegar a ser muchos seres humanos.

Prim está viva. Nunca ha salido de mi sótano.

Noelia López   4.3

Publicat dins de 4º ESO, General | 7 comentaris

EL GRAN BLOQUE DE HIELO

Nos adentramos en aquellas curiosas tierras. No sé por qué las he llamado así, ya que son un enorme bloque de hielo. Nunca imaginas el miedo que puede provocar eso, pero lo da. Estás acostumbrado a ver un cubito de hielo deshaciéndose en la Coca-Cola, poco a poco. Pues no es muy diferente. Allí puedes observar cómo ese inmenso bloque helado se va derritiendo, pero en el mar. Lentamente. Me llamo González, Manuel González. Dirijo los tres barcos de esta expedición. ¿Que de qué va? Pues realmente no lo sé. Me han encargado venir para ver si otros tipos de animales podrían vivir aquí. Si poco a poco se irían acostumbrando, o si al segundo día ya estarían muertos…

Nadie puede saber que estamos aquí. Es una expedición secreta, mandada por los presidentes de diferentes países europeos y americanos. Si lo descubren se formaría un escándalo. Pero es necesaria esta expedición.

Salimos de Argentina, hace ya dos meses, cuatro embarcaciones. Las nuevas tecnologías no han podido evitar que uno de los cuatro barcos se hundiera, y que en ellos el sesenta por ciento de los animales de la expedición también se perdiera. Me siento responsable de lo sucedido, yo dirigía las cuatro embarcaciones.

Después de esta tragedia decidimos seguir hacia delante, no había otra solución. Al llegar, aquí, donde ahora me encuentro fue… inexplicable. La belleza de este lugar, su fauna y flora es… Pero para avanzar nada ha sido fácil. Nos hemos visto atacados por la belleza de la fauna y la flora de este majestuoso sitio. ¿Y pensar que un pingüino puede ser inofensivo? Hoy estamos aquí, vagando por este lugar, sin saber qué pasará mañana. Ahora ya no nos sentimos intimidados por lo de antes. Peor, ahora nos sentimos atacados por los habitantes de aquí. ¿Quién les habrá informado de nuestra expedición? ¿Realmente ha sido tan mala idea venir?

Adrián Vázquez 2.3 ESO

Publicat dins de 2º ESO | 27 comentaris

EL jarrón de flores

Abrí la puerta y me quedé estupefacta. Estaba todo hecho una porquería: basura por el suelo, un montón de comida por todos los rincones de la casa y el jarrón preferido de mamá, hecho añicos.

Mi hermano estaba tumbado en el sofá. Tenía la cara pintada con rotulador permanente e iba en ropa interior. Asombrada me dirigí a la cocina a por una jarra de agua y se la tiré en la cabeza. Él, asustado, se levantó. Tenía unas ojeras de un color morado intenso y el aliento le olía a alcohol. Se incorporó. No sabía lo que había pasado, afirmaba que cuando me fui invitó a unos amigos y… Nada más.

Eran las doce del mediodía. Mamá y papá vendrían al día siguiente y todo estaba destrozado. Mis padres eran médicos y trabajaban para diferentes ONG, así que habitualmente viajaban mucho. Nos pusimos manos a la obra, mientras mi hermano recogía la sala yo estaba fregando la cocina. Acabamos en menos de unas horas, pero teníamos un problema mayor. ¿Qué hacíamos con el jarrón ? Aquel jarrón que le regaló el abuelo unos meses antes de morir, aquel jarrón de flores blancas y amarillas, aquel jarrón que mamá apreciaba más que su vida, aquel jarrón…

Buscamos en todas las tiendas de muebles un jarrón que se pareciera, pero no había. Cansados y desesperados volvimos a casa. Fue entonces a mi hermano se le ocurrió una brillante idea : buscar en Internet. Finalmente lo encontramos. El jarrón llegó en menos de tres horas. Todo estaba listo y ordenado cuando llegaron mis padres. No se dieron cuenta que el jarrón era falso. Aún no se han dado cuenta y el jarrón sigue allí en el sitio donde lo dejamos.​

María Palacios, 2 ESO

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EL FALSO CUENTO DE LOS TRES CERDITOS

Hola, mi nombre es Rex, más conocido como el temido lobo del famoso cuento de Los tres cerditos. Mando esta carta a los habitantes de toda Norcurt con la finalidad de cambiar de una vez esto. Los tres cerditos que se hacen pasar por santos en el cuento, en el cual me dejan totalmente como el malo de la película, realmente, solo están explicando una mentira piadosa para buscar fama, y ya lo han conseguido. ¿Por qué los humanos piensan que los lobos les muerden, que son peligrosos etc.? Pues por el simple hecho de que con cuentos como este, nos han ido dando mala fama. Estoy muy enfurecido, porque antes yo era con quien jugaban los otros lobos, los otros animales, hasta los humanos: era como uno más. Y ahora estoy solo, todos se alejan de mí, los otros lobos porque les he traicionado, o eso piensan ellos, pero sinceramente, cuando lean esto, les quedara todo bien claro:

Todo empezó hace cuatro años. Los tres cerditos del cuento me tenían envidia, porque me veían jugar con personas y, para las personas, los cerdos únicamente son comida. Pues me prepararon una trama para que eso acabase, y ser ellos los tres cerditos adorados por toda Norcut.

Un día me llamaron para que les ayudase a hacer una casa de paja y yo acepté encantado. En menos de tres horas la habíamos terminado. Me cayeron bien al principio. No sabía que sus intenciones eran malas, me lo tendría que haber supuesto al ver que me decían que les ayudase durante la madrugada, obviamente para que la gente no me viese ayudándoles. Casi todo lo hice yo. Me llamaron otra vez y me dijeron que les ayudara con otra casa más, pero esta vez de madera, que es más resistente. Yo como tonto acepté. Finalmente, me volvieron a llamar suplicándome que les ayude con la última casa, con la excusa de que ellos solos no podían. Esta vez era de ladrillo. Yo volví a aceptar, pero avisando de que sería la última vez. Pasaron un par de días y me llamaron para jugar. Al llegar, ellos corrieron cada uno hacia una casa. Pensé que era parte del juego, pero leed lo que pone en el libro: El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó. Sinceramente, ¿enserio os creéis que yo derrumbé una casa soplando? Seamos realistas por favor. Yo no destruí ninguna casa, sería una tontería por mi parte, destruirlas después de haberlas construido. Pues el pequeño, al acercarme, tiró la casa y me dijo,“Sígueme”. Yo le seguí para ver que le pasaba y vi que me llevaba hacia la casa de madera de su hermano mediano. Le vi meterse dentro y cerrar rápido. Desde fuera grité, pero volvieron a repetir exactamente lo mismo, de nuevo tiraron la casita y huyeron hasta la casa de ladrillo, junto a su hermano mayor. Es el párrafo del cuento en el que pone;“El lobo persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera derribó”. Los dos cerditos salieron pitando de allí. Sin comentarios.

Finalmente, los tres se metieron dentro de la casa de ladrillo, cerraron puertas y ventanas y, a través de un cristal, se burlaron de mí. ¿Lo veis normal? Tres casas que mayoritariamente he construido yo, dos de ellas las destruyen y luego van y se burlan de mí. Pues yo enfadado me colé por la chimenea, porque era la única entrada disponible.Solo entré para hablar con ellos, pero me pusieron agua hirviendo debajo. Yo no salté, al ver que me ponían agua hirviendo debajo, me agaché y me fui pensando que no querían ser mis amigos. Pero, claro, esto desde fuera se ve totalmente diferente. Y la razón se la dieron a los cerditos. Desde ese momento todos me evitan.

Edgar Cerro López, 2º ESO

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MI RECUERDO MÁS ANTIGUO

Si soy sincera, no sé por dónde empezar… No tengo demasiados buenos recuerdos en mente, pero si buenas personas en ella. Es decir esto, y aparecer un rostro en mi imaginación, os preguntaréis ¿de quién? Mi abuela. Todos los recuerdos que me quedan en mente, aquellos que no han sufrido los cuchillazos del paso del tiempo, son junto a ella. Mi abuela era una persona maravillosa, distinta a todas las abuelas del universo. Deseaba que llegaran los lunes para ir a su casa a comer, es irónico ¿verdad? Con lo mucho que los odio ahora. Mi abuela era un ángel caído del cielo y, por lo que me cuentan, yo era la niña de sus ojos.

No tengo claro si a lo que queda en mi cabeza se le pueden llamar recuerdos, yo más bien los llamaría fotografías y hay dos que jamás olvidaré, las tengo como guardadas en una sección apartada de mi cerebro de donde jamás podrán ser eliminadas.

Una de las imágenes más antigua tiene lugar en el salón de su casa. Recuerdo al detalle dónde estaba guardada la caja con todos mis peluches y una pequeña olla amarilla de plástico y su cuchara. Cuando hacía mucho frío, mi abuela encendía esa especie de estufas alargadas que se ponen delante del sofá y yo colocaba todos los peluches apoyados en el ventanal. Después, cogíamos la olla, la calentábamos encima de la estufa y dábamos de comer a los muñecos. ¡Y cada día veíamos un pequeño fragmento de Spirit! Una vez ya agotada, íbamos a la cama y me dormía en un profundo sueño introducido por unas frases que siempre decíamos y ahora pagaría por poderlas recordar. Sé que ahora te estarás riendo de mi recuerdo más antiguo, que recuerdo más simple ¿verdad? Pues yo era tan feliz…

La otra imagen ya es más breve y, a su vez, mucho más dura. Estaba apoyada en mi madre, con lágrimas en los ojos y una rosa en la mano. En un momento dado, mi madre me dio permiso para levantarme y ponerla dónde debía permanecer para siempre. Obedecí, subí un pequeño escalón y allí la dejé, encima de su ataúd.

A mí también se me hace extraño escribir estas palabras, algunas tan opuestas a las otras… Pero así es la vida, está llena de contradicciones y por el momento, por más que lo desee, aún no tengo el poder de cambiar mi pasado.

Nerea Ramos López, 4.3

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UNA HISTORIA DE TERROR

Yo era una chica de ciudad. Me encantaba ir de compras con mis amigas, ir al parque, al cine… cosas que aquí, no podré hacer. Mis padres querían un cambio, y no se les ocurrió mejor cosa, que mudarnos a una casa perdida en la montaña. Me costó mucho adaptarme a la casa. Era muy grande, y cada vez que miraba por la ventana me daba un escalofrío al ver el lóbrego bosque. La primera noche, me despertaron unos golpecitos que provenían de la puerta de mi habitación. En la penumbra, me pareció ver a una niña… se estaba acercando… ¡era mi hermanita! Le costaba dormir sola. Los días siguientes, la estuve observando. Es una niña de 6 años, yo supuse que era normal que tuviese amigos imaginarios. Un día, la oí hablando sola en su habitación. Temblorosa, abrí la puerta, y la encontré jugando con una espeluznante muñeca. Me dijo que se la había regalado su nueva amiga Teresa. Ayer fui a preguntar a la gente del pueblo sobre mi casa. Al parecer… Teresa murió con 6 años en el pozo de nuestro jardín, al intentar coger su muñeca.

Aisha Lafuente 1º ESO

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Mi afición favorita

En el anterior curso escolar repartieron un papel de las extraescolares que se ofrecerían aquel año. Al ver que daban clases de guitarra eléctrica me apunté con ganas e ilusión. No me tuve que comprar ninguna guitarra, ya que usé la que le compraron a mi hermano hace años. Estaba nueva, seguramente solo la tocó un par de veces.

Imposible describir las sensaciones que sentí, y que siento, al mover la púa, al cambiar de traste o al tocar canciones heavies. Supe que había encontrado mi afición ideal, y puede que oficio, al sentirme como una pintora que en vez de lienzo pintaba el silencio.

Aún sigo yendo a clases, pero ahora son particulares porque no había suficiente gente que se quisiera apuntar. Se ve que no hay muchos pintores entre los alumnos.

Anna de la Torre, 3r 

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