Suele decirse que “Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”. La frase enseña muy a las claras un tipo de machismo que penetra la sociedad y la cala, un machismo que acaso no sea tan fácilmente detectable como, por ejemplo, el que provocan las evidentes discriminaciones laborales: sueldos inferiores, difícil acceso a cargos ejecutivos y directivos…
Aparentemente, en una falaz primera impresión, puede entenderse que la expresión reivindica la valía de la mujer, puesto que la posibilidad de la grandeza del hombre nos la hace entender necesariamente asociada a la grandeza femenina. No obstante, la presencia de la mujer tiene lugar detrás y no delante, ni siquiera al lado. Ello, obviamente, obliga a pensar en que el éxito, la primacía social, intelectual, económica… pertenecen al varón. Machismo, pues, como bien decía al principio.
Tal vez, a causa de ello, John Lennon reescribiese irónicamente la famosa frase, dejándola en aquel memorable «Detrás de cada idiota siempre hay una gran mujer». En esta versión, en primera instancia, la expresión nos habla de la valía de la mujer, la cual, pese a todo, sigue situada detrás del hombre. Y es que, muy probablemente sea cierta aquella máxima de la feminista Estella Ramey que decía: «La igualdad llegará cuando una mujer tonta pueda llegar tan lejos como hoy llega un hombre tonto”.
Como sabéis, hoy conmemoramos el Día Internacional de la Mujer. Por ello, os animo a que escribáis un comentario a este artículo y forméis parte de la campaña de concienciación sobre la importancia de evidenciar la participación capital de las mujeres en cualquier ámbito de la vida, poniendo de manifiesto así no solo su contribución social, histórica, científica…, sino también su trascendencia en el entorno familiar, profesional o académico.
Las personas que consideran machista esta frase, porque desconocen, que el hombre siempre iba delante de la mujer por la inseguridad en los caminos o veredas por lo que caminaba protegiendo a su mujer. Por eso “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”.
Que el hombre anticipase su andar al de la mujer para su protección ya fuese en caminos reales o en veredas es una idea atractiva con la que explicar el origen de la paremia “Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”. Me inclino a pensar, sin embargo, que tal explicación pueda ser espuria, pues, aparte de que no parece estar suficientemente sustentada, nada dice acerca de la valía de los grandes hombres y de las grandes mujeres, rasgo significativo básico en la expresión que nos ocupa. Con todo, aun si se diese por válida la explicación, el uso moderno de la frase en absoluto sirve para dar cuenta de cómo hombres y mujeres transitamos los caminos en compañía unos de otros; antes bien, a menudo, aunque no siempre, sirve para mostrar un machismo que puede ser bien presente, bien histórico.
Personalmente y sin ánimos de discusión ni ofensa. Creo que es darle demasiado revuelo a todo el tema del machismo. Desde mi ignorancia, lo veo como un alago hacia la mujer. Es más, también se debería de decir lo contrario. “Detrás de una gran mujer, hay un gran hombre” ¡yo me sentiría alagado por ello! Pero así, también le podríamos dar la vuelta a esta frase y considerarla machista. Puesto que podría dar a entender que si no hubiese un gran hombre detrás, la mujer no sería grande… No sé si me explico, cualquier cosa se puede sacar de contexto. Estoy en contra del machismo y favor de la igualdad. Pero no hay que buscarle tantas vueltas a todo. Sigo y seguiré viendo esta frase, como un gran alago hacia la mujer.
En el escrito, no se tilda necesariamente de machista a quien usa la paremia de marras. Lo que pretende explicarse es que esta nació de una sociedad que ha sido tradicionalmente machista. Estoy de acuerdo contigo en que la expresión puede utilizarse como halago para reivindicar la imprescindible ayuda que una mujer obra en el logro de un hombre. También estoy de acuerdo en que la expresión es totalmente reversible, pudiendo servir entonces de halago a la inestimable ayuda de un hombre en la consecución de un logro por parte de una mujer. Y es que, en este, como en tantos otros casos, «No ofende quien quiere, sino quien puede».
Desde mi humilde opinión esa frase engrandece a la mujer, porque si detrás del hombre no hubiera una gran mujer el hombre no sería gran hombre, pero cada uno que lo interprete como quiera. Ea
Sin duda, la frase engrandece a la mujer. La duda se halla en si lo hace presuponiendo inferioridad o no.
Quien ofende a una mujer para sentirse más hombre está dando el primer paso para dejar de serlo, con lo cual no me produce ni frío ni calor, por otra parte no creo que sea hombre o mujer necesiten a nadie para ser más.
Y sigo viéndolo desde el prisma del halago si lo miro desde el prisma malo estoy dando poder a quien no lo merece.
Un saludo
Sueño con un día en que el machismo, como tantas otras injusticias e inequidades, sean horrores en los libros de historia. Y ojalá sean páginas de historia reciente.
Salu2.
Tal vez si hubiera sido a la inversa ….las guerras hubieran sido pensadas por mujeres, la muertas en batallas hubieran sido las mujeres , los hombres y niños…se hubieran salvado en embarcaciones en zozobra, los acosados y maltratados hubieran sido los hombres , los talibanes hubiesen sido mujeres… tal vez llamados talibanas… y que hubiese cambiado si al fin y al cabo somo la misma raza destructiva… ????
Es una observación perspicaz. Lamentablemente, creo que hay mucha carga de verdad en ese calificativo de la raza destructiva (y según como van las cosas, autodestructiva). Pero esa es otra cuestión.
A mí me identifica y me representa, la frase de Mario Benedetti: “en la calle codo a codo, somos mucho más que dos”. Me gustaría que su frase sustituyera a la del post por varias razones: no nos identifica sexual ni genéricamente, nos coloca uno junto al otro y reconoce ese momento como aquél en el que logramos (ambos) ser más.
Saludos a todos.
Llevas toda la razón: los versos de Benedetti constituyen una expresión infinitamente preferible a la que da pie a esta entrada. Después de todo, se trata de amor y el amor todo lo puede (“omnia vincit Amor”). El propio poeta, antes de declarar a la mujer amada que “en la calle codo a codo, somos mucho más que dos”, le confiesa que “si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo”.
El mundo deja de funcionar bien cuando arrinconamos el amor a los demás.
Hola,
En la frase, el “detrás” hace referencia a lo invisible. Si lo cambias por “delante” como sugieres, la frase pierde sentido. El lenguaje ofrece múltiples ejemplos de lo mismo: detrás de sus amables palabras se escondía un odio atroz, detrás de los gobiernos están las empresas dictándoles su agenda.
Ninguno es machista.
Espero haberte ayudado.
Hola, Nacho.
Tienes razón en cuanto a lo de la invisibilidad aludida en el sentido figurado del adverbio detrás. No obstante, en realidad, yo no sugiero cambiarlo por su antónimo; solo constato el hecho de que, en la susodicha paremia de marras, «la presencia de la mujer tiene lugar detrás y no delante, ni siquiera al lado». No trato de proponer reescrituras, pero el hecho de que, en el idioma, falte la alternativa «Detrás de cada gran mujer hay un gran hombre», es índice del machismo que la sociedad arrastra desde siempre. Por lo demás, si expresiones como las que tú aportas («Detrás de sus amables palabras se escondía un odio atroz», «Detrás de los gobiernos están las empresas dictándoles su agenda») no pueden ser tildadas de machistas, no se debe al uso traslaticio que en ellas se hace del adverbio, sino al hecho de que en ellas no se alude a posibles situaciones o relaciones entre hombre y mujer.
Salu2.
Coincido con esta entrada, me parece que, aunque se ha ganado mucho en las luchas feministas durante siglos, sigue faltando mucho. Y eso se puede ver en que esta frase se sigue poniendo a debate aludiendo que la mujer es “bien posicionada” porque ayuda al hombre, sin tomar en cuenta que la subordina al mismo tiempo.
Además también me han agradado las respuestas que se dieron a los otros usuarios, con buena argumentación y bien pensadas.
Gracias.
Gracias por tu comentario, Pável.
Celebro saber que mantenemos idéntica postura. Ojalá se tratase de una postura más común de lo que es. Con un nuevo 25N conmemorado recientemente, he podido constatar lamentablemente que no disminuyen (no al menos de forma notoria) otras posturas discordantes.
Salu2.
De la mano de un hombre exitoso, está una mujer igual de exitosa. Juntos, con caminos diferentes, pero con planes y apoyo conjunto, radica el éxito
“De la mano” es una locución adverbial hermosa, tanto como el adjetivo “juntos”. Aun así, la fuerza de tu aseveración radica, sobre todo, huyendo de concreciones o individualizaciones en la interpretación genérica del término “hombre” y del término “mujer”.
Ya vete a dormir y deja de andar inventando machismos solo porque te ofende una frase.
Permíteme una respuesta triple, André: en primer lugar, la frase ni remotamente me ofende; en segundo lugar, no invento un machismo sino que lo extraigo de su sutil escondrijo lingüístico, y, en tercer lugar, me suelo ir a la cama cuando el cansancio vence a mi capacidad de leer o escribir (aunque he de reconocer que comentarios como el tuyo ayudan sobremanera a que el cansancio de leer suceda antes).
No se puede tomar para nada en serio si la redacción es pobre al poner “Machismo, pues, como bien decía al principio.”
Machismo solo porque me da la gana de decirlo.
Tomarse algo en serio o no depende siempre de uno mismo; pero es un error tener razones equivocadas para ello. Me acusas de redactar pobremente, y no creo que lo hagas por cuestiones de estilo, sino más bien porque acaso te parece que puedo haber cometido alguna suerte de solecismo en la expresión que citas. Si ello es así, has de saber que es cien por cien gramatical. Acaso lo que sucede es que no aciertas a interpretar su sentido sintáctico porque interpretas que la conjunción “como” introduce una subordinada antepuesta, y ello no es así.
Por cierto, Jj, saluda a André de mi parte.
Holaaa, la anónima frase en cuestión o cuestionada, puede por primera vez haberla dicho tanto un hombre como una mujer, pero me inclino a pensar que la dijo una mujer, quizás en una reunión y como emergiendo públicamente así de su muy posible triste y hasta cruel anonimato, acaso invisibilizada como estaba y dándose su lugar delante de ese su hombre seguramente de público renombre. Alguien de ese grupo, le gustó la frase, la recogió y así fue que la puso en boga y boca de todos…. Qué les parece?
Hola, jags. Pese a que la frase carece de autoría reconocida, la situación que tú apuntas es sumamente verosímil. Como suelen decir los italianos, «Se non è vero, è ben trovato».