Els invasors de la web!

Un domingo de sol, sonaron las campanas de la iglesia.

-¡Cristina, hija, a despertarse que hoy tenemos misa!- dijo mi madre.

-¡Uff! Solo son las ocho de la mañana, pero como buena religiosa tendré que ir…- le contesté.

Me levanté de la cama con legañas en los ojos, así que fui al baño a mojarme la cara para despejarme.

Después de desayunar un buen plato de tortilla casera, hecha por mi madre, me vestí con ropa elegante y me fui a mi habitación a coger el bolso y mi mp3 para no aburrirme en la iglesia, como siempre me pasa.

Camino hacia allí, mi madre y yo nos encontramos con mis tres mejores amigas trillizas: Marta, Erika y Lucía, pero mi madre me dijo que no me parara porque si no el padre Ramón cerraría las puertas de la iglesia y no podríamos entrar, por lo tanto, solo las saludé.

Llegamos a misa, pero antes de entrar, vi una puerta a mi derecha que me llenó de curiosidad. En la rendija de la puerta se apreciaba una luz brillante que se salía de lo normal. Movida por la intriga fui a curiosear diciéndole a mi madre que necesitaba ir al servicio.

Entré y descubrí un mundo de fantasía. Yo estaba en el oeste y estaba vestida de una forma muy rara, tenía una placa en forma de estrella:

-¡Soy sheriff!- me dije a mi misma sorprendida.

Estaba rodeada de arena y cada dos metros había una casita de madera roja.

Fui corriendo a la que tenía más cerca, al entrar, vi que no había nadie, pero intrigada, entré en una de las habitaciones, miré a ambos lados y a mi izquierda encontré un Koala pequeñito. Lo fui a tocar pero se lanzó a mí. Pensaba que era para hacerme daño, pero en realidad lo que quería era el plátano que tenía en la mano. Lo cogió y se lo comió en un ¡plis-plas! Nos hicimos muy buenos amigos, y como no podía decirme su nombre, como animal que es, le llamé Platero.

Salimos los dos juntos de esa horrible casa solitaria para ver lo que sucedía en la calle. Al salir vimos que no había nada, ¡solo arena brillante! Me quedé un poco extrañada y me pregunté a mi misma en voz alta:

-¡¿Cómo puede ser que la arena sea brillante como el oro y el dinero de mi paga del mes?!

Para mi doble sorpresa, Platero me miró y dijo:

-Pues no lo se, para mi es normal.

Me quedé totalmente pálida como las muñecas de porcelana, ¡resulta que hasta los animales pueden hablar!

Me senté en el suelo maravillada aunque a la vez un poco asustada porque estaba en un sitio desconocido. Pasaron horas y horas, cansada de estar sentada en el suelo me levanté. Sabía que en esa arena había algo extraño y al pisarla noté un dolor en el pie, era algo duro:

-¡Es oro!- dije contenta.

Le pedía una pala a Platero y me puse a escavar.

Cada vez nos hundíamos más, una de las veces hinqué la pala en la tierra y rebotó a mi cabeza, dándome un golpe que me dejó inconsciente cinco minutos.

Al despertarme del desmayo aparecí en un mundo diferente: olía a golosinas, nubes, chupa-chups… Me recordó a las chuches que me compraba mi madre y me las ponía en el caga-tió.

Miramos para bajo y vimos una ciudad de chuches, ¡El mejor sitio del mundo!

Lo que más me gustó fue que te podías comer todo lo que te encontrabas a tu paso.

Platero y yo nos lo pasamos muy bien y nos hicimos más amigos de lo que éramos, pero no nos podíamos quedar en ese mundo delicioso y para chuparse los dedos, porque teníamos que volver al hogar de Platero.

-Aún no me has dicho como te llamas- me dijo Platero.

-Me llamo Cristina, tengo once años y soy muy inteligente- le contesté orgullosa mostrando una sonrisa de oreja a oreja.

-Yo te he llamado Platero pensando que no podías hablar, pero ahora que se que puedes, dime cómo te llamas. -le dije.

-Nunca he tenido nombre, ya que nunca he tenido familia ni amigos. Me gusta que me llames así, y me encanta haberte conocido- me confesó con su voz dulce.

Nos dimos un abrazo fuerte e inolvidable. Nos hicimos mejores amigos, pero no me podía quedar allí eternamente ya que ese no era mi mundo.

Encontré la rendija por la que había pasado y con lágrimas en los ojos me despedí de mi mejor amigo Platero.

No queríamos que esta amistad se acabara, por eso el Koala me regalo una pulsera de la amistad. Me aviso que en mi mundo se haría invisible, pero le dije que eso seria a los ojos de las personas pero no a los ojos de mi corazón.

Salí por la puerta que unía los dos mundos, pensando que mi madre estaría preocupadísima por mí, por los días que pase con Platero fuera de casa, pero al asomarme a misa, vi que mi madre  estaba allí y para mi sorpresa había pasado ¡solo cinco minutos!

Entré y me senté al lado de mi madre silenciosamente, ya que la misa había empezado.

-¿Qué te ocurre Cristina, que has tardado cinco minutos en volver del baño?-dijo mi madre.

Como yo sabía que no me iba a creer que había estado con un Koala parlanchín llamado Platero en un mundo de fantasía, me inventé una escusa:

-Es que…me encontraba mal.

Acabó la misa y nos fuimos a casa. Nada más llegar me metí en la cama, estaba triste porque no volvería a ver más a Platero.

Al día siguiente tenía colegio y como cada lunes la profesora nos preguntó qué hemos hecho en el fin de semana, yo decidí contar la historia de Platero y yo.

Al acabar mis compañeros se rieron de mí, no me creían. Llegué a mi casa, como faltaban pocos días para mi cumpleaños, mi madre me preguntó qué regalo quería para ese día, y yo, sin dudarlo, dije que quería un Koala, aunque en verdad a quien quería era a Platero.

-¡Es muy caro!, ¿Y eso dónde se compra?, ¡jajajaja! -dijo mi madre.

Cogí la mochila, enfadada por la contestación que me había hecho mi madre, y me fui a hacer los deberes de plástica, mates y religión a mi habitación.

Me sentía, como dicen mis amigos, ‘’rayada’’.

Me senté en el escritorio.  Cogí mi lápiz azul y mi goma amarilla y me puse a hacer los deberes.

Soy una niña muy inteligente, pero no sé lo que me pasaba que me equivocaba cada dos por tres en las tareas de la escuela.

No era un problema para ir al psicólogo, pero tenía un gran problema: No podía sacarme de la cabeza a Platero y además nadie me creía cuando les contaba la experiencia que había tenido con él.

Llegó la noche y me fui a dormir temprano, con mi peluche, ya que al día siguiente tenía colegio y además era mi gran día, por fin cumplía los doce años.

Llegó el esperado día, todo el mundo no paraba de felicitarme y darme dibujos en el colegio.

Cuando estábamos en clase de ciencias mi móvil empezó a sonar ‘’Ring Ring’’. Me tuve que ir al lavabo a cogerlo. Era mi madre, me envió un mensaje diciéndome: “A las cinco ve a casa corriendo.”

Yo estaba intrigada, miraba el reloj de la clase sin parar.

Por fin se hicieron las cinco de la tarde, fui a mi casa lo más rápido que pude, encendí las luces y para mi sorpresa, mis familiares estaban allí y gritaron al unísono: ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz!.

Qué alegría me dieron, en ese momento no quería que esa fiesta fantástica se acabara. Había pasteles, regalos, gorritos de cumpleaños,…

Al terminar la fiesta fui corriendo a darle un abrazo a mi madre para agradecerle la fiesta sorpresa. No tuve el regalo que hubiera deseado, tener a Platero, pero no culpo a mi madre de ello. Su cariño fue el mejor regalo que ella me pudo ofrecer. Aunque familiares, amigos… no crean lo ocurrido yo nunca olvidaré a Platero.

Sorpresa

Una vegada a la fàbrica de llaminadures d’Haribo van estar fent tota la nit ossets de molts sabors: maduixa, pinya, taronja, pera i van provar un de nou que mai no havien tastat: era ­de…sang d’humà. Els van empaquetar i…

Al dia següent un nen va anar a l’escola i pel camí va veure una màquina de llaminadures. Va agafar 1€ i va comprar una bossa d’ossets d’Haribo.

En aquell paquet i havia l’osset de sang. Quan el nen va obrir el paquet i l’osset va escapar corrents.

Aquell mateix dia l’osset va anar a la fàbrica i va produir un exèrcit de llaminadures.

Tot seguit van anar a la ciutat i en qüestió d’hores la ciutat va ser envaïda per l’exèrcit d’ossets d’Haribo.

Un parell de dies després de la invasió, va sortir un últim osset. Ningú s’ho esperava. Aquell osset havia de salvar al món. Es deia el bandoler Gominolero. Tenia una pistola que disparava llaminadures explosives. Tenia un germà, es deia Gomiloneitor i era dolent. Un germà malvat i l’altre heroi.

El Gomiloneitor tenia una base secreta a l’àrtic. Va anar allà a fer plans per acabar amb el seu germà.

Mentre que ell feia els plans, el bandoler buscava la manera de fer que la Terra tornés a ser com era abans de la invasió.

Se li va ocórrer una altre idea: va dir que construiria una màquina que li donés vitamines per ser més fort i poder acabar amb els plans del seu germà.

Mans a l’obra, va començar a construir la màquina. Va anar a recollir els materials. De camí va trobar-se una llaminadura que es deia Jack Gomineto.

– Què fas per aquí?

– Res, buscava uns filferros per construir una màquina.

-Si vols…

-Doncs molt bé, t’ajudaré.

– Anem! -va dir el Pistoler- Anem a la deixataria a per metalls i filferros.

La deixalleria més propera estava a 4 km!!!!!!!!

Mentrestant en Gominoleitor acabava de fer els plans: el pla consistia en fer explotar una bomba nuclear a la Terra.

En Pistoler s’havia assabentat d’això de la bomba perquè van caure durant un parell de dies meteorits.

– Hem d’evitar que exploti la bomba. – va dir en Jack.

– Doncs hem d’anar a la seva base!

Després de dos dies de viatge en avió van arribar a la base.

En Pistoler i en Jack es van equipar amb totes les armes que podien agafar. Es van colar allà dins i van poder trencar la bomba.

En Gominoleitor va dir:

– Però què fas trencant la bomba!

– Doncs salvant la Terra!

En Gominoleitor va proposar al Pistoler a un combat i aquest va acceptar. Van lluitar i en Pistoler va vèncer.

Ja l’últim que li quedava per fer era construir la màquina per tornar al passat i evitar que mai més fabriquin l’osset. Van tornar al passat i així va ser, no es va tornar a l’osset i gràcies a ell la Terra mai no tornaria a ser un caos.

Escalope

Una madre inyecta botox a su hija de siete años y le tatúa las cejas.
Sharon Evans opina que su estricto régimen y tratamientos lograrán que su hija de siete años triunfe en el mundo de los concursos de belleza inyectando botox a su hija de 7 años y rellenándole los labios cada dos meses, además le tatuo las cejas para dar más expresión a su cara- según la madre.
Bree es una madre soltera de 33 años que hizo un curso de belleza cuyo sueño es que su hija triunfe “lo que estoy haciendo con Bree la convertirá en una estrella” asegurá la orgullosa madre.
El botox se ha extendido en el mundo de los famosos y cada vez empiezan a usarlo a una edad más temprana.

Fernanda (noticia extraida de antena 3)

Fa temps en una illa hi havia un poble, allà hi vivien uns nens de cinc i vuit anys. Allà van conèixer el surf per primera vegada, els hi va agradar molt. Als quinze i disset anys, van començar a practicar-lo. Com  que estaven en una illa fer s­urf era el més divertit.

Un nen, que es deia Joe, era uns del millors surfistes que hi havia, ell i els seus dos millors amics, en Michael i en Logan, eren famosos experts.

Tots tres van fer una promesa: mai deixarien el surf. En Joe era el que més destacava, l’admiraven molt. Cada cop que podia fer surf, aprofitava aquell temps sense perdre cap segon.

L’avi d’en Joe, que també feia surf a la seva edat, li va explicar que cada 100 anys una onada gegant passava per la illa. El Joe ja havia escoltat aquesta història però creia que era una llegenda. L’avi deia que era de veritat, però com que l’avi tenia ja prop de noranta anys i molts cops confonia les històries amb les pel·lícules, el seu net no acabava de creure que fos veritat, però dubtava.

En Michael i el Logan  no s’ho podien creure. El Logan era el més covard de tots tres, pensava que seria molt perillós. Va decidir no fer surf sobre aquesta onada gegant.

En Joe i Michael es van quedar sense paraules. En Michael va començar a dubtar, no sabia si el seu amic tenia raó, potser si era massa perillós fer surf sobre una onada tan enorme, i si no sortien d’aquella? Fins i tot podien morir.  En Joe no s’ho podia creure!! No entenia per què un dels seus amics no volia i l’altre dubtava sobre fer surf sobre aquella onada.

Va decidir que si en Logan no volia, farien surf sense ell. Però es va trobar-se que en Michael també tenia molts dubtes, i si realment era una bogeria?

En Joe no sabia què fer. Va anar a veure al seu avi i li va demanar la seva opinió. L’avi va respondre que cadascú tenia dret a escollir què volia fer i que a vegades era millor estar sol que mal acompanyat.

El Joe  amb aquella resposta encara estava més confós. Després de molt pensar va decidir que faria surf tot sol sobre aquella gran onada, era el que realment volia i no podia perdre aquella oportunitat.

Es va llençar un altre cop a l’aigua, durant un moment no s’escolava res, hi havia un silenci absolut. Va mirar al seu davant i va veure arribar l’onada més gran que mai no havia vist, era més gran que un gratacels. Estava espantat però alhora emocionat. Va agafar la seva taula de surf preparat per fer allò que més li agradava. Va llançar-se a l’aigua però era tant i tant gran que d’un cop va enviar-lo a una illa perduda. La gent del poble, els seus amics i la seva família mai més van saber res d’ell. Allà, a la illa, tot sol, va morir de set.

Des de llavors la gent del poble explica històries sobre tot allò que va passar.

Spiderman

1 Un canvi d’escola a l’institut.

El 7 de Març -que està a prop- és un dia molt especial per a mi, perquè al meu país anomenat “Cosomatutenfer” anem per primera vegada a l’institut on estudiarem durant quatre anys.

Les meves companyes també estaven molt nervioses per si ens posarien juntes o ens separarien (això ja no depenia de nosaltres) la única cosa que quedava era esperar fins que ens diguin a quina classe anirà cadascú de nosaltres.

2. El primer dia a l’escola, perdó a l’institut.

Com que era el primer dia, em va acompanyar la meva mare. Ella m’estava tranquil·litzant i dient-me:

Primer li van dir la classe a la Martina, que anava a 1er A, a mi em van dir a 1er B, la Jaida anava amb mi i al Marc amb la Martina.

–Com t’ha anat el primer dia d’institut???

-Molt bé, la nostra professora es diu Laia…-li vaig explicar coses i coses.

3 La trobada dels amics i amigues.

Avui per la tarda, com que no teníem classes, vam pensar d’anar al cinema ja que demà serà ssabte.

Anant al cinema vam trobar al David, a la Paula i a la Irene, que també anaven al cinema. Doncs vam anar el 7 junts, ells ens van explicar com va ser el seu primer dia d’institut i nosaltres a ells. Nosaltres vam estar caminant i caminant i, de sobte alguna cosa ens va xuclar cap als núvols.

Estàvem molt espantats al no saber el que era, però algú que no érem nosaltres va començar a parlar.

– Benvinguts al planeta Plantoduti, aquest és un planeta amb moltes plantes i diverses.

– Qui ha dit això???? -va preguntar el Marc.

– Jo!!!!!!! Mireu a baix.- va respondre aquella veueta.

– I qui ets tu?? -li vaig dir.

– Jo sóc el guardià del rei. Seguiu-me -va ordenar.

Vam estar caminant i caminant al voltant d’immenses plantes fins arribar a un enorme palau també fet de plantes.

– Obriu!!!!!!!!!!!!!!! -va dir seriosament.

Els altres guardians van fer cas i van obrir les portes del palau. El guardià va entrar i nosaltres darrere d’ell, al mig del palau estava el rei i als seus costats els majordoms ventilant-lo.

– Passeu -va dir el rei.

– No tingueu por!!!!. Nosaltres necessitem a unes persones que puguin ser reis. Vosaltres heu tingut sort. Tindreu un dies, provarem com serieu de reis.

-Què bé!!!!!!!!!!!! -va dir emocionada la Irene.

-Començareu des d’avui -va continuar la majestat.

4 La prova de ser majestat.

Ens vam canviar de roba per una d’especial. Les noies duien una túnica de color blau claret amb unes flors de diferents colors. Els nois portaven una mena de pantalons i una camisa de màniga curta de color blau fosc amb diferents flors.

Desprès de fer totes les proves la majestat ens va dir qui seria cadascú, i va ser així:

La Irene, jo i la Paula: les reines de les flors. La Martina i la Jaida: les reines del decorat. El David i el Marc: els reis de la diversió. I tots junts seriem els reis del castell.

5 La tornada a casa.

Després de totes aquestes proves, vam tornar a casa i ho vam explicar tot als nostres pares, però ells no ens creien. Els vam dir que els podríem portar i es van decidir que si. Nosaltres vam trocar al tel. 004631179 per a que vinguessin a recollir-nos. Vam esperar uns quants minuts i van arribar. Ens van xuclar com abans i ens van portar fins a Plantoduti.

Allà els pares van parlar am el rei i van arribar a un acord: podríem ser reis però si anàvem a l’escola, seriem bones persones, no ens barallaríem encara que no arribéssim a un acord…

Nosaltres estàvem molt contents de tenir l’oportunitat de ser reis.

Els pares en van portar les coses i ens van preguntar:

– Podrem venir a visitar-vos, senyors reis??????

– És clar que sí!!!!- vam respondre tots a la vegada.

I ens vam posar a riure i riure.

Els pares van marxar i de tant en tant ens venien a visitar.

SJ005

Hi havia una vegada un raspall, però no era normal, sinó que aquest era màgic. Era màgic, perquè havia sortit quan un nadó va somriure per primera vegada.

Aquesta història va passar a Tarragona (Cunit). Llavors aquell raspall -sabeu que he dit que va néixer d’un primer somriure d’un nadó?, doncs aquell nadó era l’Estefania, que aquest mateix any feia 13 anys i per tant anava a l’institut -.

A la nit, d’aquell mateix dia al llindar de la finestra, es va­ trobar el raspall i llavors va tenir ganes de pentinar-se -i com no!, ho va fer. Mentre es pentinava va pensar un desig, i… NO VA PASSAR RES, encara!

Al dia següent aquell desig -el que va pensar la nit anterior- se’l va trobar sobre seu, perquè el que va desitjar va ser que fos molt, molt, bonica .Ara us explicaré com era ella abans que demanés el desig. Doncs aquesta noia era bona com el pa però físicament tenia la cara plena d’acne i el seu nas era com una patata de gran, més o menys així és com era, fins ara, és clar!.Ara, era una noia bellíssima, sense acne i amb un nas bellíssim, com la Selena Gómez, però només el nas, eee!.

Quan anava cap a l’escola es va topar amb el noi que li agradava de l’institut, i aleshores aquell noi es va quedar bocabadat, i no parava de recordar-la, perquè li va semblar tan preciosa que no se la podia treure del cap. A l’Estefania se li va pujar al cap tot això de ser tan bonica i que el noi que li agradava no se la pogués treure del cap. A la nit es va tornar a pentinar i va demanar un altre desig, però aquesta vegada no va funcionar perquè l’Estefania s’estava aprofitant de la màgia de la pinta ; i aquesta es va adonar que l’Estefania s’estava aprofitant, va ser aleshores quan va decidir que cada nit quan es pentinés els cabells i pensés en un desig, aquest seria tot el contrari del que havia desitjat,com per exemple: volia que el noi que li agradava, li demanés sortir, doncs seria tot el contrari, no ho faria. Llavors es va pentinar,com no i va demanar un desig. L’Estefania li va demanar al noi que li agradava, que per cert es diu Jorge, que sortís amb ella però ell li va contestar que no. Aleshores a l’Estefania se li va trencar el cor- perquè si tu li demanes a un noi que surti amb tu i ell no vol…doncs et deixa destrossat/a per dins i per fora i encara si t’ho diu a l’institut doncs pots passar molta vergonya, perquè tothom es riuria de tu, perquè t’havia deixat plantat/da davant de tothom.

Ella es va adonar que la pinta ja no concedia tots els desitjos i es va penedir del que havia fet i li va demanar perdó,li va construir una caixa on guardaria el raspall, perquè cap més noia en el món, trobés aquella pinta i que no li passés com a l’Estefania, que li pugés tot això dels desitjos al cap. Va enterrar la pinta al terra del seu jardí, però quan l’Estefania va morir -per una causa que no contaré per que es una miqueta trista. Al cap d’un temps, més o menys 2 mesos després de morir, una família va comprar la casa on havia viscut l’Estefania i se’n van anar a viure. En aquella família hi havia duna nena anomenada Laura. Aquella nena va trobar la pinta màgica jugant al jardí –exactament jugant amb la sorra – també va abusar del raspall i es va penedir i va destruir el raspall posant-lo una altra vegada a la caixa- la que fer l’Estefania -i un dia que va anar a la platja va llençar la caixa al mar, perquè es quedés al fons del mar i així segur que ningú la trobaria mai de la vida. I així va ser que cap més nena del món el va trobar, gràcies a la intel·ligència de la Laura, que va llençar el raspall.

Vet aquí un gos, vet aquí un gat, que aquest conte s’ha acabat.

Bizcocho

Había una vez un niño que se llama Nimvhar. Cuando creció, cuando tenía 2 años, su madre y él estaban paseando, él ya sabía andar. El niño fue a mirar a un barrio viejo y vió un ninja que salvó a una mujer de un ladrón. A Nimvhar le hubiera encantado ser ninja.

Pasaron 2 años y Nimvhar robó dinero a su madre y se compró la mejor espada de ninja. Con esa espada podría partir por la mitad a los malos, luego también compró unas estrellas de ninja, cinta y ropa de ninja.

Nimvhar no sabía como luchar, él le dijo a su madre que quería ir a un club de ninja. Su madre intentaba encontrar uno pero estaba muy lejos. Finalmente encontró a otro pero también estaba situado en un lugar un poco lejano, en un bosque, al lado de la ciudad. Nimvhar tuvo una idea, le preguntó a su madre si podrían ir a vivir más cerca del club, en el bosque.

Éste estaba muy poblado. La mala suerte seguí y la madre de Nimvhar murió mientras él estaba en el club entrenando. Unos vecinos le avisaron y cuando él llegó su madre yacía en el suelo. Al su lado había una carta que anunciaba que moriría a las 9.

Él se fue rápido al club a pedirles ayuda. Organizó su defensa: todos sus amigos le ayudarían. Y así sucedió. Nimvhar como un buen ninja luchó y ganó la batalla para sobrevivir.

Ninja

­

Estimat diari:

Avui com un dia normal m’he despertat i he baixat corrents al menjador, estava molt emocionada perquè avui arribava el meu pare de la guerra. Dos senyors han picat a la porta, anaven amb un esmòquing negre i unes ulleres de sol molt grans. Han informat a la meva mare que el meu pare va morir.

No tinc ànims per explicar-te més.

Fins a una altra.

Després d’aquell dia vaig canviar molt, em vaig allunyar dels meus amics, de la meva mare,… Estava començant a fumar i tot perquè estava molt trista. No tenia ànim d’estudiar, no tenia ganes de res. Vaig intentar fer exercici jugant a bàsquet, un dia havia anat a l’entrenament de l’escola i m’havia marejat, no sé perquè aquell dia estava amb ànim de jugar, però potser que no amb tot l’ànim que calia. Aquell dia vaig decidir començar una nova vida, abandonar Canadà i anar-me al Brasil on ningú em coneixeria, on podria començar amb noves amistats, on podria oblidar la mort del meu pare.

Estimat diari,

Després d’un any torno a escriure. Tota la meva vida ha canviat tinc tot l’ànim del món. He trobat el meu príncep blau. Tenim un fill de 2 mesos, estic molt contenta. Sóc jugadora professional de bàsquet i no tinc problemes per a res. Ara no m’afecta que el meu pare hagi mort, ja ho he superat, encara que els primers mesos em sentia molt malament.

Al meu príncep blau el vaig conèixer a l’estació de tren, quan anava a l’aeroport per viatjar al Brasil. La primera cita que vam tenir va ser en un restaurant Italià. Al principi era el meu amic però després vam seguir quedant al parc i en d’altres llocs. Ens vam besar per primera vegada al parc d’atraccions, justament a la casa dels miralls. Primer em va abraçar i després em va besar. Aiiiiiiiiiiiii!  Què bonics aquells moments…

Desprès d’ 11 mesos ja tenim un fill: és preciós, els seus ulls són verds com els meus, té el cabell castany com el seu pare i l’hem dit Derek.

He arribat a ser jugadora de bàsquet perquè el meu marit coneix a un visitador de jugadors. Ell li va dir per veure’m en un entrenament i va recomanar-me a un president d’un equip de primera divisió. Abans de contractar-me m’havia de veure jugar i així va ser, em va contractar i ara sóc jugadora professional.

Estimat diari, fins aviat!

Gazpacho

Hi havia una vegada un nen que es portava molt malament. Vivia amb els avis en un poble molt gran. Allà hi havia un zoològic. El nen es deia Oriol, li agradaven molt els animals però en especial el ossos.

Un dia molt assolellat el seus avis van decidir portar a l’Oriol al zoo i passar allà tot el dia.

Quan van arribar van anar a veure l’espectacle de les foques i dels dofins. En acabar l’espectacle l’Oriol va insistir als seus avis per a que el portessin a veure als ossos. Hi havia uns ossos molt petits. L’Oriol es va barallar amb el seus avis perquè ell volia tocar a l’ós petitó.

– No pot ser! Farem una foto i li ensenyarem als pares – va dir l’àvia.

L’Oriol es va posa a fer una de les seves rebequeries com sempre. L’avi el va agafar de l’orella i se’l va endur a fora del zoo. Van marxar tots tres cap a casa. L’Oriol després de sopar es va aixecar de la taula i li va fer uns petons als avis, va donar la bona nit i se’n va anar a dormir. Va posar un parell de coixins a dins del llit i es va escapar per la finestra. Va agafar la bicicleta i va anar cap al zoo.

El zoo estava tancat. Hi havia un parell de guàrdies de seguretat. L’Oriol va saltar les balles. Un dels guàrdies va avisar a l’altre:

– Atenció, atenció! Un intrús a la zona dels ossos!

– És un nen! Corre cap allà!

L’oriol havia anat forces vegades al parc, el coneixia molt bé. Ell ja sabia que per entrar a la zona dels ossos havia de passar per les piscines de les foques. Ràpidament al entrar a la piscina de les foques, de cop i volta l’Oriol va relliscar i va caure a dins de la piscina. Intentava sortir però no podia i l’aigua estava molt freda.

Aquella mateixa tarda havien traslladat a les foques a una nova instal·lació, ara hi havien tres orques. El guàrdia que entrava en aquell moment estava molt espantat.

L’Oriol mirava de sortir de la piscina. Va notar com algú l’empentava pel darrera i el treia suaument fora de la piscina. Va girar-se i va veure a aquella bèstia blanca i negre que el mirava amb un somriure.

– Tranquil noi, ja ha passat tot! – va dir el guardià.

L’Oriol no podia deixar de mirar aquella bèstia que nedava. Un dels guàrdies el va tapar amb una manta. Van anar cap a la porta de l’entrada:

– I ara què fem? Truquem a la policia? – va dir un dels guàrdies

L’Oriol no sabia que dir, pensava que avisar a la policia era massa exagerat.

El guàrdia li va dir:

– Farem una cosa: si et comportes de meravella, ajudes als pares i et portes bé amb els teus avis, podràs ajudar al zoo.

Van passar el mesos. L’Oriol cada nit baixava al parc, on els guàrdies l’esperaven i l’acompanyaven a banyar-se amb les seves amigues les orques.

Amb el pas del anys l’Oriol es va convertir en un dels cuidadors de les orques, les foques i els ossos.

L’Oriol va ser molt feliç.

Sense nom

En un planeta llamado Tierra había una ciudad enorme dónde solamente vivían los animales y se llamaba Dodcat. Me preguntaréis dónde están las personas… Pues se extinguieron a causa de un rayo de luz que salió del cielo.

Un día yo iba paseando cuando de repente mi amigo Pedro me dijo:

– ¿Has visto eso? Hay un señor que busca a alguien para ser un superhéroe.

– ¿Y qué pasa? -contesté yo.

Mi amigo me seguía insistiendo y al final nos fuimos para verlo. Seguro que fue porque una vez le dije que quería ser un famoso.

Había una cola enorme. Cuando nos tocó nos preguntaron un montón de cosas, pero alguna de ellas era extraña. Me eligió a mí. Ahora siendo un superhéroe conquistaría a Litzy, la hermana de Pedro, pensaba yo…

Primero ese señor se me presentó. Se llamaba señor Raiton. Después me dio un traje un poco raro y me dijo:

– Quiero que lleves esto -lo dijo sonriendo y dándome una pulsera un poco rara. Era plateada y tenía un símbolo como un monstruo o algo parecido.

Más tarde escuché de lejos que alguien pedía ayuda y fui tan rápido como pude. No me di cuenta que salté de la ventana. De repente podía volar! Sí, sí, podía volar. Cuando llegué había toda la prensa. Rescaté a esa persona y comenzaron a hacernos fotos. Me sentía como otra persona.

Lo que más me preocupaba era que al ser superhéroe me alejaría de mi amigo. Cada vez había más gente en peligro. Pasó algo extraño: un día mi manager, el señor Raiton, hablaba por teléfono y oí que decía:

– Te toca pagar. Mi superhéroe te ha salvado… ¡Tienes que pagarme! -yo me sorprendí, no dije nada y pensé que  yo también tenia dinero pero en realidad me estaba comportando como un tonto.

Hasta que un día vino Litzy muy enfadada y me dijo:

– ¡Basta ya! Tú o tu manager roba dinero a la gente.

– ¿De qué hablas? – disimulé yo.

– No puedes seguir así –contestó y de repente me empujó y sin querer me rompió la pulsera

Yo como tonto le grite:

– ¡¡¡Qué has hecho!!! ¡¿Estás tonta o qué?! ¡Vete! -ella se me quedó mirando y se fue.

Pocos minutos después comencé a llorar. Me preguntaba que había hecho, me lo repetía una vez tras otra.

Cuando vino el señor Raiton miró la pulsera y me chilló:

– Aaaaaaaaa, qué has hecho! – yo le miré y le contesté- sólo me utilizabas para tener dinero, para llenarte los bolsillos -renunció y me fui todo enfadado.

Más tarde me fui a la casa de Pedro para pedirle perdón. Cuando piqué a la puerta Pedro salió y me dijo todo asustado:

– Ven, tienes que ayudarme. -me hizo pasar y me dijo- Litzy ha desaparecido. Un rayo de luz le pasó por encima y ya no estaba.

– ¿Pero cómo? -contesté yo. Fui a su habitación y había quemaduras. Muy enfadado quise investigar lo que paso allí.

Fui a ver a la biblioteca videos de rayos y encontré uno interesante. En él salían personas que decían que los extraterrestres estaban de camino y recomendaban que quien pudiera se salvara.

– ¡¡Sálvese quien pueda!! –gritaban. De repente me di cuenta de que esto se trataba de extraterrestres. Luego alquilé un cohete y me fui con Pedro. No sabia que tocaba y en ese momento el cohete fue a toda máquina. De golpe chocamos con una nave el triple de grande que nuestro cohete.

Entramos y vimos que Litzy estaba amarrada. Le dije a Pedro que la desatara. Yo tenía que vigilar a un extraterrestre que estaba dormido. No sé cómo, se levantó y comenzó a decir:

– Aaa! Eres tú el que me robó mi pulsera! Bueno eso ya no me importa porque os vamos a eliminar.

– Yo no te he quitado nada – y le tiré la pulsera.

Comenzamos a luchar y mientras Pedro desató a su hermana e iban hacia la nave. Litzy estaba tocando unos botones. Cuando yo terminé de pelear nos subimos a la nave. Entonces se escuchó una explosión, era una bomba. El ruido venía de la nave. Miré a Litzy.

Yo le pedí perdón y nos olvidamos de lo que pasó.

Ringgggggggg, ringggggggggggg… me desperté. Estaba en la cama y mi dueño me traía mi comida.

Aventurera