Con este dibujo he querido representar cómo, muchas veces, los adultos transmiten prejuicios y miedos a los niños, un hecho que provoca que crezcan llenos de inseguridades hacia la sociedad. Las “piedras” que se extraen los adultos de esa “bola de cristal”, parecida a las máquinas dispensadoras de caramelos, simbolizan los prejuicios, miedos e inseguridades obtenidas en su niñez, y que ahora transmiten a sus siguientes generaciones. 

Sí, lo sé, el dibujo que he hecho es  muy enrevesado y hasta da un poco de miedo, pero considero que me representa y nos representa muchísimo a todos. Porque, al fin y al cabo, nosotros hemos sido esos niños cargados de piedras pesadas y poderosas que nos han acabado definiendo como personas.