MI RETO
DISEÑA TU PLAN DE ACCIÓN
A continuación, elabora el esquema de un plan de acción para mejorar la integración de los derechos de infancia en tu centro educativo teniendo en cuenta los conocimientos adquiridos. Para desarrollar el plan de acción, puedes pensar en tu propio centro educativo dotando a la propuesta de realismo o pensar en un centro hipotético donde desarrollar tu proyecto educativo soñado. Para el ejercicio es indiferente cuál elijas, pero sé creativo y ambicioso, se trata de poner a prueba nuestro conocimiento.
Completa la siguiente plantilla para diseñar tu plan de acción con tus propuestas en los cuatro ámbitos. Añade todas las filas que necesites, pero no modifiques los ámbitos, ni los encabezados de la tabla.
Ámbito 1: Conocimiento de los derechos de la infancia | ||
Acciones | Recursos necesarios | Resultados esperados |
1-Talleres para profesores y familias sobre derechos de la infancia. | -Material fungible, medios audiovisuales, recursos humanos (ponentes) | -Conocimiento sobre derechos de la infancia y tomar conciencia de los mismos mediante una buena formación |
2- Jornadas sobre el conocimiento de los derechos de los niños/adolescentes sobre algún tema determinado, cada curso escolar a través de actividades manuales, juegos… | -Material fungible, medios audiovisuales | -Conocimiento de los derechos de los niños por los propios alumnos fomentando el respeto y la tolerancia. |
3- Crear una comisión de derechos de la infancia compuesto por profesorado, familias y alumnado. | – Biblioteca, sala de reuniones… | – Que sirva como grupo impulsor de las diferentes actuaciones que se harán durante el curso escolar. También como apoyo a vulnerables. |
Ámbito 2: Participación Infantil | ||
Acciones | Recursos necesarios | Resultados esperados |
1-Mesas redondas trimestrales/anuales sobre el funcionamiento del centro, aula, actividades… Se podría hacer tanto en las tutorias, como en optativas de los diferentes cursos. | – Aulas | – Que tenga como objectivo concienciar fundamentalmente alumnado y profesorado. |
2-Existencia de un mediador. Tanto en los pasillos, aulas, como en el patio. | – Material fungible, aula para la resolución de conflictos | -Minimizar los conflictos que se den tanto en las aulas, como en las horas de recreo. |
Ámbito 3: Protección de la infancia | ||
Acciones | Recursos necesarios | Resultados esperados |
1-Conscienciación para la existencia de un liceo de familias y profesorado sobre uso de las redes sociales, acoso y ciberacoso, sus problemas derivados… | Material fungible, medios audiovisuales…
Ponentes |
-Conocimiento sobre los peligros de las redes sociales en las edades de nuestros alumnos e hijos |
2- Potenciar los períodos de tutoría o utilizar ciertas áreas como valores ara incidir en los peligros de las redes, adicciones, problemática que implica el uso sin moderación de las mismas… | Sala ordenadores, pizarra digital , cañón, material fungible | -Detección, conocimiento y solución de problemas relacionados con el uso de las redes sociales |
Ámbito 4: Clima Escolar | ||
Acciones | Recursos necesarios | Resultados esperados |
1. Buzón del respeto. Se pondrán buzones por el centro en los que todos los alumnos puedan participar para expresar los posibles problemas de convivencia que hayan visto y les cueste expresarlo en la clase o en tutoría. | Espacios destinados a la actividad, profesorado que pueda supervisar la actividad y actuar ante determinados conflictos | -Mejora de la convivencia escolar |
2. Apadrinar los alumnos nuevos en el instituto por parte de los de 3r de ESO. Los acompañarán y asesorarán durante 2 años. | Alumnado implicado | -Que el ambiente en el instituto mejore. Que los nuevos alumnos tengan un elemento de referencia dentro del instituto entre iguales para que puedan confiar. |
Jornadas de convivencia en las que participe la totalidad de la comunidad educativa | Grandes espacios, patio… | Mejorar las relaciones, crear un clima positivo y participativo para toda la comunidad educativa |
OBJETIVOS
- Adquirir las herramientas metodológicas necesarias para que el equipo directivo y los docentes puedan integrar los derechos de la infancia en el Proyecto Educativo del Centro.
- Alcanzar las competencias necesarias para promocionar en el currículum de todas materias el enfoque de derechos de la infancia y la ciudadanía global.
- Promover el reconocimiento de la participación infantil como un derecho de la infancia que requiere de promoción en el ámbito educativo.
- Promover el derecho a la protección adquiriendo los conocimientos necesarios para el desarrollo de estrategias de protección escolar de la infancia y adolescencia.
Ideas clave
1. LA EDUCACIÓN EN DERECHOS DE INFANCIA Y CIUDADANÍA GLOBAL
La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) nació en 1989 para proclamar que todos los menores de edad tienen unos derechos inalienables, indivisibles y universales que todos, incluidos los propios niños y niñas, tenemos el deber de proteger. La Convención ofrece una perspectiva dual de derecho y responsabilidad que, junto con la de ciudadanía global, nos dota de un potente instrumento que puede contribuir a una educación transformadora, a la altura de los compromisos que nos hemos puesto como sociedad.
Como docentes y especialistas en educación, conocemos la existencia de los derechos reconocidos por la Convención. Pero quizás podamos ir más allá: ¿en los centros educativos, estos derechos se conocen o se viven? ¿Tiene sentido que sean algo más que un contenido curricular? ¿Cuál es el compromiso con los derechos de la infancia que queremos impulsar desde el centro educativo? Éstas son preguntas que pueden surgir en las conversaciones que mantenemos como docentes preocupados por el tema. Sabemos que para vivir los derechos hay que conocerlos, pero podemos hacer más: ver su valor como elemento vehicular y desarrollarlos en los elementos organizativos del centro, para hacer coherentes las dos dimensiones de conocimiento y experiencia. El éxito de esta misión necesita de la implicación de toda la comunidad educativa, un colectivo dinámico, heterogéneo y de motivaciones diversas.
La educación en derechos de infancia y ciudadanía global promueve que el centro educativo se convierta en agente transformador a través de la defensa, cumplimiento y promoción activa de los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes, como establece la Convención sobre los Derechos del Niño. Esto supone desarrollar la capacidad de los titulares de deberes para cumplir con sus obligaciones de respetar, proteger y cumplir dichos derechos.
El programa educativo de educación en derechos de infancia y ciudadanía global se basada en nueve principios que informan de la finalidad última de nuestras acciones y se orientan en cuatro ámbitos interdependientes: el conocimiento de los derechos de infancia y la ciudadanía global, la protección, la participación infantil y el clima escolar. Para dotar de coherencia al proyecto educativo es necesario que los cuatro ámbitos se aborden conjuntamente ya que están interconectados.
2.1 EL ÁMBITO DE CONOCIMIENTO SOBRE DERECHOS DE INFANCIA Y CIUDADANÍA GLOBAL
1. Promover en el alumnado el reconocimiento de sí mismos y de los demás como personas con dignidad, con derechos y responsabilidades.
2. Comprometerse con el desarrollo de la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del menor hasta el máximo de sus posibilidades.
3. Promover la formación de ciudadanos preocupados por el cumplimiento de los derechos humanos en todo el mundo.
El cumplimiento de estos 3 principios se concreta en el logro de los siguientes objetivos, que tienen la intención de orientar y especificar nuestra acción.
PRINCIPIOS | OBJETIVOS |
1. Promover en el alumnado el reconocimiento de sí mismos y de los demás como personas con dignidad, con derechos y responsabilidades. |
1.1. Integrar curricularmente los Derechos de la Infancia en el Proyecto Educativo de Centro (PEC) 1.2. Integrar curricularmente los Derechos de la Infancia en la planificación escolar 1.3. Integrar curricularmente los Derechos de la Infancia en la Programación General Anual (PGA) del centro. |
2. Comprometerse con el desarrollo de la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del menor hasta el máximo de sus posibilidades. |
2.1. Facilitar el tiempo necesario que permita dar una atención personalizada al alumnado, en función de sus aptitudes y sus capacidades. 2.2. Establecer unos criterios de organización del espacio y de distribución de los tiempos escolares acordes con el desarrollo de la personalidad y de las diferentes aptitudes y capacidades. 2.3. Mantener un clima de altas expectativas hacia el alumnado. 2.4. Dotar de recursos necesarios en el aula que favorezcan el bienestar, el fomento del desarrollo y el correcto tratamiento a la diversidad de todo el alumnado. |
3. Promover la formación de ciudadanos preocupados por el cumplimiento de los derechos humanos en todo el mundo. |
3.1. Programar la CDN en el currículo de aula. 3.2. Promocionar en el currículo de todas materias el enfoque de derechos de la infancia y la ciudadanía global. |
Deben entenderse los objetivos como una herramienta conceptual cuya utilidad es facilitar el paso del compromiso a la acción. Los principios mantienen un alcance mucho más amplio que el reflejado en los objetivos que, a su vez, son una forma eficaz de expresión del compromiso con los derechos de infancia en el contexto educativo. Por supuesto, pueden establecerse objetivos adicionales en un centro educativo concreto siempre que persigan la misma finalidad.
En todo caso, nuestra acción en este primer ámbito debe orientarse, al menos, al logro de:
- La inclusión de los derechos de infancia y el ejercicio de la ciudadanía global en el Proyecto Educativo de Centro y en la programación de aula.
- El establecimiento de los recursos y condiciones necesarias para alcanzar los objetivos educativos en todo el alumnado.
2.2. LA INTEGRACIÓN EN EL PROYECTO EDUCATIVO DE CENTRO
El Proyecto Educativo de Centro (PEC) es el documento donde se recogen los principales objetivos que orientan las decisiones y actividades del centro escolar. Presenta dos facetas complementarias y, en algunos casos, también contradictorias: una inspirada por el ideal que la comunidad educativa proyecta sobre el centro y otra centrada en la práctica, ya que toda acción educativa debe mantener una relación de coherencia con él.
Por esta razón debemos ser realistas cuando decidamos incorporar el enfoque de derechos, manteniendo los objetivos no sólo en el ideal, sino también en la transformación práctica que tendrá lugar cuando avancemos en actividades y programas basadas en una concepción de derechos y ciudadanía:
- La incorporación del enfoque en derechos de infancia en el proyecto educativo de centro debe realizarse no solamente por su potencial educativo, sino también como estrategia para articular una educación donde la infancia es sujeto activo de derechos y de responsabilidades.
- El proceso de modificación del proyecto educativo no debe ser un mero trámite administrativo, sino que debe ser una oportunidad para realizar un proceso de reflexión conjunta que dé como resultado un consenso básico para emprender el proceso de cambio.
Proponemos un ejemplo de enunciado para la incorporación al proyecto de centro. Puede servir de punto partida para un desarrollo más pormenorizado o añadirse fácilmente como un punto más al apartado de fines educativos del PEC.
FINES EDUCATIVOS
”Promover el conocimiento y defensa de los Derechos de la Infancia y el ejercicio de la ciudadanía global solidaria y responsable.”
En el apartado señas de identidad del PEC pueden recogerse los principios del compromiso con los derechos de infancia que ya hemos visto anteriormente:
SEÑAS DE IDENTIDAD
La educación basada en los derechos de la infancia promueve el cumplimiento de los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes, como establece la Convención sobre los Derechos del Niño, desarrollando la capacidad de los titulares de deberes para cumplir con sus obligaciones de respetar, proteger y cumplir dichos derechos. Comprometerse con el pleno cumplimiento de los derechos de la infancia en el ámbito educativo implica:
- Promover en el alumnado el reconocimiento de sí mismos y de los demás como personas con dignidad: con derechos responsabilidades.
- Comprometerse con el desarrollo de la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del alumnado hasta el máximo de sus posibilidades.
- Promover la formación de ciudadanos preocupados por el cumplimiento de los derechos humanos en todo el mundo.
- Garantizar la protección frente a cualquier forma de discriminación por razón de cultura, religión, origen, idioma, sexo o de cualquier otra índole.
- Respetar la libertad del menor de tener o adoptar la religión o creencias de su elección y de manifestarlas, tanto en público como en privado.
- Adoptar las medidas normativas, organizativas y educativas necesarias para garantizar la protección frente al maltrato, las humillaciones y los abusos sexuales, previniendo los riesgos de perjuicios físicos o mentales de cualquier tipo. Así mismo, promover el conocimiento de la infancia de los riesgos presentes en su entorno y fomentar el desarrollo de medidas de autoprotección.
- Promover un entorno de relación interpersonal que fomente la igualdad, el respeto por la dignidad de las personas, la salud y la convivencia pacífica.
- Promover que niños, niñas y adolescentes disfruten activamente de la libertad de información, creencia, expresión y participación.
- Promover que educadores, familias y la comunidad escolar en su conjunto guíen y orienten a niños, niñas y adolescentes en el ejercicio de sus derechos y responsabilidades, de modo acorde con sus capacidades, y velando en todo momento por el interés superior del menor.
- Promover el derecho de la infancia a disfrutar del juego y a las actividades recreativas propias de su edad, así como a participar en la vida cultural, las artes y el medioambiente.
2.3 RECURSOS PARA EMPRENDER MEJORAS EN ESTE ÁMBITO
Puedes encontrar más información sobre como emprender mejoras en este ámbito en el Cuaderno de integración curricular.
La primera parte de este cuaderno se centra en los fundamentos de la integración curricular de los derechos de la infancia y la ciudadanía global.
A continuación, pasamos a la puesta en práctica en la que, mediante propuestas metodológicas y ejemplos de tres formas complementarias de abordarla (conceptual, por proyectos y por situaciones), se pretende orientar, fundamentar e inspirar las acciones de mejora en este ámbito.
El cuaderno se completa con unos breves apuntes sobre el tratamiento adecuado de los contenidos sobre desarrollo y derechos de infancia y la relación de fechas clave que nos permite encontrar en el calendario escolar una excusa para mantener presente nuestro compromiso.
El programa CReC (Crece, Responsabilízate y Crea) puede ayudarte a desarrollar el conocimiento de los derechos de infancia en tu centro educativo.
Este manual de Educación en Derechos resume algunas claves para poner en marcha un plan de promoción de derechos de la infancia en el centro escolar. El objetivo general del programa es impulsar que los estudiantes de segundo ciclo de Educación Primaria y de Educación Secundaria puedan reconocer los derechos de la infancia como propios y promover sus derechos como agentes activos de su comunidad.
El programa consta de 24 sesiones, con una estructura metodológica participativa de 2 itinerarios paralelos e intercalados. El resultado del programa será un producto de difusión de la Convención sobre los Derechos del Niño elaborado por los participantes
3.1 EL ÁMBITO DE LA PARTICIPACIÓN INFANTIL
Bajo este epígrafe se incluyen el ejercicio de los derechos de información, expresión, asociación y juego. Es decir, todos aquellos relacionados con el desarrollo de la participación infantil plena y el ejercicio de una ciudadanía global responsable y solidaria.
4. Promover que niños, niñas y adolescentes disfruten activamente de la libertad de información, expresión y participación.
5. Promover el derecho de la infancia a disfrutar del juego y a las actividades recreativas propias de su edad, así como a participar en la vida cultural, las artes y el medioambiente.
La participación facilita los procesos de cohesión social y mejora el bienestar de las personas y de su entorno social. Los niños y niñas que participan de manera activa en una iniciativa social amplían su visión sobre los derechos, las responsabilidades y las obligaciones en su comunidad.
Existe un consenso general en valorar la participación social como una importante herramienta que contribuye al desarrollo de las personas y de las comunidades. Los niños y niñas que participan activamente logran alcanzar una visión más profunda sobre los derechos y las responsabilidades que conlleva el ejercicio de la ciudadanía en su comunidad. La participación es una oportunidad de la que se puede y se debe aprender. Los principales beneficios son:
-
- En los niños y las niñas: mejora de sus capacidades y potencialidades personales, así como fomento de la autonomía, de la creatividad y del espíritu crítico.
- En el aula: desarrollo de procesos proactivos en la toma de decisiones. Los aprendizajes son más sólidos, impulsándose las capacidades de reflexión y elección.
- En el centro educativo: se facilitan los procesos de cohesión social y de mediación en la resolución de conflictos. Se mejora el clima del centro educativo, promocionando un espacio de escucha activa y de diálogo entre los todos los miembros de la comunidad educativa.
- En el entorno: la participación de los niños, las niñas y los adolescentes como ciudadanos y miembros activos de la comunidad donde exponen sus proyectos, sus opiniones y cumplen con sus obligaciones y sus responsabilidades, beneficia a la sociedad en su conjunto y tiene un efecto multiplicador.
El cumplimiento de estos principios se concreta en el logro de los siguientes objetivos que, como se ha indicado anteriormente, no son exclusivos.
Debe tenerse en cuenta que para el ejercicio de estos derechos es necesario promover que educadores, familias y la comunidad escolar en su conjunto guíen y orienten a niños, niñas y adolescentes en el ejercicio de sus derechos y responsabilidades de modo acorde con sus capacidades. También será fundamental el trabajo desarrollado en paralelo dentro del ámbito de clima escolar, ya que hay que considerar que el pleno ejercicio de estas libertades requiere de un entorno de relación interpersonal que fomente la igualdad, el respeto por la dignidad de las personas y la convivencia pacífica. Una vez más se pone de manifiesto la interrelación entre ámbitos.
PRINCIPIOS | OBJETIVOS |
4. Promover que niños, niñas y adolescentes disfruten activamente de la libertad de información, expresión y participación. |
4.1. Promocionar la libertad de expresión y valoración de las contribuciones del alumnado. 4.2. Generar mecanismos para que el alumnado pueda participar en la toma de decisiones sobre el trabajo académico y la vida escolar. 4.3. Promocionar que los niños, niñas y adolescentes participen en proyectos en colaboración con las comunidades de su entorno. 4.4. Implementar en el aula metodologías participativo-colaborativas. 4.5. Incentivar a niños niñas y adolescentes a tomar parte en la resolución pacífica de conflictos entre iguales. 4.6 Promocionar y proteger la libertad religiosa y de creencias del alumnado. |
5. Promover el derecho de la infancia a disfrutar del juego y a las actividades recreativas propias de su edad, así como a participar en la vida cultural y las artes y el medioambiente. |
5.1. Promover la existencia de actividades extraescolares que promuevan valores de la CDN. 5.2. Favorecer la participación del alumnado en el diseño, gestión y ejecución de las actividades extraescolares. 5.3 Asegurar la disponibilidad de actividades de ocio dentro del horario escolar. |
3.2 RECURSOS PARA EMPRENDER MEJORAS EN ESTE ÁMBITO
Puedes encontrar más información sobre como emprender mejoras en este ámbito en la publicación: Participación.
Esta publicación desarrolla el segundo ámbito de la educación en derechos: la participación infantil. Incluye ideas clave y orientaciones para:
1. Promover que niñas, niños y adolescentes disfruten activamente de la libertad de información, expresión y participación.
2. Promover el derecho de la infancia a disfrutar del juego y las actividades recreativas propias de su edad, así como a participar en la vida cultural y las artes y el medioambiente.
La participación infantil no es un hacer (o hacer de más) en la escuela, sino una forma de ser escuela. Cuando la participación se incorpora en la forma de ser, se incorpora en las maestras y maestros, en las niñas y los niños, en la dirección, en las cocineras y cocineros, en los bedeles, en los espacios… la escuela se convierte en una pequeña ciudad democrática, que funciona eficaz y eficientemente, y que goza de cohesión social entre iguales y entre las diferentes generaciones que en ella conviven.
Sobre todo, se convierte en el lugar que respeta, como ningún otro lugar, los derechos de la infancia.
4.1 EL ÁMBITO DE PROTECCIÓN DE LA INFANCIA
Este es un ámbito muy amplio orientado a garantizar un entorno de protección, lo que significa que los niños y niñas estén en el centro educativo de una forma segura y que la comunidad escolar sea consciente de los posibles riesgos y tenga la capacidad de prevenirlos.
6. Adoptar medidas normativas, organizativas y educativas necesarias para garantizar la protección frente al maltrato, las humillaciones y los abusos sexuales, previniendo los riesgos de perjuicios físicos o mentales de cualquier tipo. Así mismo, promover el conocimiento de la infancia de los riesgos presentes en su entorno y fomentar el desarrollo de medidas de autoprotección.
7. Garantizar la protección frente a cualquier forma de discriminación por razón de cultura, religión, origen, idioma, sexo o de cualquier índole.
Para desarrollar este ámbito proponemos los siguientes principios y objetivos.
PRINCIPIOS | OBJETIVOS |
6. Adoptar medidas normativas, organizativas y educativas necesarias para garantizar la protección frente al maltrato, las humillaciones y los abusos sexuales, previniendo los riesgos de perjuicios físicos o mentales de cualquier tipo. Así mismo,promover el conocimiento de la infancia de los riesgos presentes en su entorno y fomentar el desarrollo de medidas de autoprotección. |
6.1. Proteger frente al descuido físico y emocional. 6.2. Proteger frente a la violencia psicológica. 6.3. Proteger frente a la violencia física. 6.4. Proteger frente al abuso sexual y agresiones sexuales 6.5. Proteger frente a prácticas perjudiciales contra la salud de los menores. 6.6. Fomentar medidas de autoprotección en el alumnado. |
7. Garantizar la protección frente a cualquier forma de discriminación por razón de cultura, religión, origen, idioma, sexo o de cualquier índole. |
7.1. Crear un entorno libre de racismo y xenofobia. 7.2. Proteger frente a cualquier discriminación por actos sexistas y homófobos. 7.3. Garantizar el acceso igualitario a los recursos y actividades, y una compensación de la falta de recursos de las familias. 7.4. Adaptarse a las necesidades del alumnado con discapacidad física, intelectual y sensorial. |
4.2 RECURSOS PARA EMPRENDER MEJORAS EN ESTE ÁMBITO
Guía para la protección la infancia y adolescencia desde los centros educativos.
La Convención de los Derechos del Niño establece el derecho de la infancia a ser protegida por el personal de las instituciones educativas contra toda forma de perjuicio, abuso físico o mental; reafirmando el derecho fundamental de niños, niñas y adolescentes al respeto de su dignidad y de su integridad física y personal.
El objetivo de esta guía es que los profesionales de la educación conozcan cómo actuar y prevenir las situaciones de vulnerabilidad o riesgo para niños, niñas y adolescentes. Este cuaderno nos muestra las claves para la prevención de los principales riesgos para la infancia en nuestro contexto.
El abuso sexual infantil queda fuera de juego
Una serie de guías para la detección y prevención del abuso sexual infantil en el deporte. Consta de 5 guías diferentes, para diferentes audiencias, pero con el mismo objetivo común: detectar y prevenir el abuso en el deporte a través de la sensibilización, y formación e información a educadores, entrenadores y personal dedicado a la gestión de instalaciones deportivas (y a través de ellos a los niños y niñas):
- Tres guías para trabajar la prevención directamente con niños, niñas y adolescentes de las distintas etapas:
- Una guía orientada a profesionales para la detección de abuso sexual infantil en el ámbito del deporte.
- Un listado de estándares de calidad que deben cumplir las instalaciones deportivas.
Además, un decálogo en formato póster para que los niños conozcan los límites y estén prevenidos contra el abuso.
UNICEF ha colaborado en la elaboración de estas guías, que forman parte de la campaña “El abuso sexual infantil queda fuera de juego” del Consejo Superior de Deportes.
Guía para prevenir el acoso escolar. Conecta con la realidad de tu hijo
Presenta claves a las familias para anticiparse al acoso escolar, estructuradas en cuatro apartados: entender la realidad de nuestros hijos, conectar con ellos de forma natural, prevenir y estar pendiente de las señales y saber cómo detectarlas, y actuar. Aporta referencias básicas para compartir con la comunidad escolar.
5.1 EL ÁMBITO DE CLIMA ESCOLAR
Un buen clima escolar se caracteriza por relaciones interpersonales positivas que favorezcan sentimientos de aceptación y de seguridad emocional. La promoción de valores de respeto fortalece los vínculos en la comunidad e impulsa la actividad escolar. Una atmósfera positiva estimula el sentido de pertenencia e identificación con el grupo y la escuela, así como el compromiso con los demás.
8. Promover que educadores, familias y la comunidad escolar en su conjunto guíen y orienten a niños, niñas y adolescentes en el ejercicio de sus derechos y responsabilidades, de modo acorde con sus capacidades, y velando en todo momento por el interés superior del menor.
9. Promover un entorno de relación interpersonal que fomente la igualdad, el respeto por la dignidad de las personas, la salud y la convivencia pacífica.
Para desarrollar este ámbito proponemos los siguientes principios y objetivos.
PRINCIPIOS | OBJETIVOS |
8. Promover que educadores, familias y la comunidad escolar en su conjunto guíen y orienten a niños, niñas y adolescentes en el ejercicio de sus derechos y responsabilidades, de modo acorde con sus capacidades, y velando en todo momento por el interés superior del menor. |
8.1. Generar relaciones de calidad entre el centro y las familias y promover la participación conjunta en la toma de decisiones. 8.2. Comprometer a toda la comunidad escolar en una guía educativa en beneficio del interés superior del menor. |
9. Promover un entorno de relación interpersonal que fomente la igualdad, el respeto por la dignidad de las personas, la salud y la convivencia pacífica. |
9.1. Promover relaciones de calidad entre los miembros de la comunidad escolar. 9.2. Generar mecanismos de resolución pacífica de posibles conflictos entre los alumnos, así como entre el alumnado y el profesorado. |
5.2 RECURSOS PARA EMPRENDER MEJORAS EN ESTE ÁMBITO
Este cuaderno profundiza en orientaciones para contribuir a la mejora del clima escolar en los centros educativos desde una perspectiva de derechos de infancia.
La educación basada en derechos de la infancia incluye la intervención en los ambientes de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes para que puedan ser capaces de ponerlos en práctica en la vida cotidiana. Por ello, es fundamental incidir en los factores que favorecen un buen clima de aula y todos los miembros de la comunidad educativa deben saber cómo poder hacerlo. Es básico el conocimiento de la definición y componentes del clima escolar pero también lo es conocer propuestas prácticas que se pueden plantear para mejorarlo.
6.1 AUTOEVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO INICIAL
Un paso previo al trabajo en estos ámbitos es la realización de una autoevaluación institucional que nos aporte una visión general sobre el compromiso con los derechos de la infancia dentro de nuestro propio centro educativo. Esta autoevaluación nos permite llevar a cabo un ejercicio de reflexión colectiva sobre las políticas y prácticas que llevamos a cabo en nuestro centro, lo que nos llevará más adelante a elaborar un plan de acción donde se recojan las propuestas de mejora sugeridas por la comunidad educativa.
Debe tenerse siempre en cuenta que la intención de la autoevaluación es hacer aflorar propuestas concretas de mejora con las que construir un plan de acción y no oficializar un determinado estatus de calidad del centro.
6.2 CÓMO LLEVAR A CABO EL PROCESO DE AUTOEVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO INICIAL
Dentro de los materiales de autoevaluación [1] de Educación en Derechos y Ciudadanía Global se encuentra la información necesaria para que el equipo directivo del centro educativo inicie el proceso de autoevaluación y diagnóstico. La recomendación general es que sea el equipo directivo quien lidere esta fase inicial, mediante la difusión de los materiales y de la información a toda la comunidad educativa, aunque también puede encargarse a otra persona o grupo responsable que ejerza las labores de coordinación.
Una vez que el profesorado, el alumnado, las familias y el resto de miembros del centro han mostrado su interés en realizar la autoevaluación y diagnóstico inicial, se establecen los siguientes grupos de trabajo:
Grupo 1: compuesto por el equipo directivo, coordinadores/as de ciclo y etapa, directores/as de departamento y miembros de los equipos de orientación. Conviene integrar en este grupo a los y las responsables municipales.
Grupo 2: formado por los tutores/as.
Grupo 3: compuesto por las familias que quieran participar.
Grupo 4: integrado por el alumnado interesado.
Grupo 5: otro personal del centro, como el personal de administración y servicios (PAS), técnicos/as de comedor y de actividades extraescolares, etc.
Cada uno de estos grupos realiza la autoevaluación y diagnóstico inicial de una forma autónoma, en una reunión de trabajo en la que responden a las preguntas de su respectivo cuestionario y realizan propuestas de mejora en los ámbitos que consideran más importantes.
En cada uno de los grupos se elige a una persona representante que asiste a una segunda reunión en la que se ponen en común los resultados del diagnóstico elaborado por los grupos y donde se confecciona el plan de acción en base a las propuestas de mejoras decididas por los distintos grupos de trabajo.
A continuación, se muestra un esquema ilustrado con el mapa del proceso.
[1] La guía metodológica de Educación en Derechos “Transformando la educación desde los derechos de infancia” está disponible on-line.
. DEL DOCUMENTO FINAL DE MEJORAS AL PLAN DE ACCIÓN
1. Fase de análisis
Una vez recogidas todas las propuestas, es el momento de consolidarlas en un plan de acción para ponerlas en práctica. En esta parte del proceso, se forma una comisión que elabora el plan de acción sobre la base de una plantilla que permite valorar cada una de las propuestas en términos de pertinencia, alcance, relación viabilidad y completitud. Aunque el objetivo de la plantilla es favorecer que este proceso se pueda realizar de forma autónoma, es posible contactar con educacion@unicef.es para recibir asesoría en el proceso de elaboración del plan de acción.
Se sugiere que los distintos miembros de la comisión encargada trabajen individualmente sobre la plantilla y, finalmente, en una reunión de no más de 2 horas, se pongan en común y se apruebe el plan. El equipo directivo se deberá incluir o implicar de la manera que considere más oportuna en la comisión encargada.
Para valorar cada una de estas dimensiones, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
2. Pertinencia
- Mide la adecuación y conveniencia de las propuestas a través de dos valores: “pertinente” o “no pertinente”.
- Es necesario mantener la pluralidad de las propuestas y no anticipar otros análisis.
- Tras el trabajo en grupos, debemos presuponer cierto grado de pertinencia de las propuestas.
- Únicamente son claramente excluibles aquellas propuestas que no contengan una propuesta real de acción, sino que simplemente sean una reflexión o comentario, aquellas que no se refieran a nuestro ámbito de actuación o las que sean evidentemente inadecuadas para el objeto de la elaboración del plan de acción.
En el siguiente ejemplo se valora como “no pertinente” la última propuesta por no plantear una acción concreta:
3. Alcance
- Esta dimensión recoge una aproximación del tamaño de la propuesta: ¿abarca a todo el centro, a la comunidad en su conjunto o a una clase?
- Es necesario dotar de un alcance específico aquellas propuestas que estén redactadas de forma inespecífica.
Ejemplo:
4. Relación
- Nos permite agrupar aquellas propuestas que estén conectadas y que mantengan una relación funcional o persigan similar propósito. En el ejemplo, la primera y tercera propuestas pueden agruparse, porque se refieren a actividades de participación que pueden estar relacionadas. La segunda y la cuarta también pueden agruparse, por ser actividades de mantenimiento relacionadas con la seguridad del alumnado:
5. Viabilidad y temporalización
- Aquí estimamos los recursos necesarios para realizar cada propuesta.
- Es importante tener en cuenta si son recursos puntuales o si será necesario dotarlos periódicamente.
- La aproximación incluye los recursos humanos, materiales, económicos y temporales que pueden necesarios.
- Es posible que sea necesario descartar propuestas o postergarlas por falta de recursos.
- Se puede considerar la posibilidad de movilizar recursos de la comunidad y priorizar las acciones.
6. Completitud
- Revisando los puntos fuertes y débiles que aparecen en el informe de mejoras es posible que nos demos cuenta de que sería necesario añadir propuestas en los cuatro ámbitos (conocimiento, participación, protección y clima)
- Es el momento de añadir estas nuevas propuestas que se nos hayan podido pasar por alto, valorando en cada una de ellas su pertinencia, alcance, relación y viabilidad.
- Tened en cuenta la oferta de actividades del programa educativo de UNICEF para completar el plan.
Sobre la base de las mejoras analizadas en el paso anterior, debemos elaborar un documento donde recojamos la planificación para ponerlas en marcha. Para confeccionarlo recomendamos:
- Seguir la estructura del programa en torno a los cuatro ámbitos y a los objetivos definidos en cada ámbito: conocimiento, participación infantil, protección y clima escolar.
- En caso necesario, las acciones se pueden temporalizar en varios cursos escolares en función del alcance de las mismas. También se puede abordar cada ámbito en distintos cursos para focalizar la acción.
- Es importante recordar que se pueden incorporar al plan de acción objetivos adicionales. A continuación, presentamos una plantilla de ejemplo para el primero de los ámbitos.
Puedes realizar el plan de acción de tu centro usando la siguiente plantilla. Así, las distintas contribuciones analizadas se estructuran en torno a los objetivos del programa en un plan de acción, que devuelve a la comunidad educativa un producto concreto, resultado de su participación, impulsando al centro hacia las acciones de mejora continua.
8. CENTROS REFERENTES
Esta iniciativa tiene como finalidad impulsar y reconocer el esfuerzo de los centros educativos por llevar a cabo proyectos de ciudadanía global a largo plazo e incentivarles a la mejora permanente y la innovación en la Educación en Derechos de Infancia.
Estos reconocimientos se enmarcan dentro de la colaboración de UNICEF Comité Español con las Consejerías de Educación para impulsar la Educación en Derechos de Infancia, tal y como marca la Convención sobre los Derechos del Niño.
Para UNICEF, el derecho a una educación inclusiva y de calidad como marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible es fundamental en la construcción de sociedades más justas y para ello un enfoque de derechos es clave. Esta iniciativa hace posible que toda la comunidad educativa esté implicada en acciones que permiten a los estudiantes desarrollarse como ciudadanos conscientes y responsables, capaces de contribuir a su propia mejora, a la de su comunidad y, por extensión, a la de la sociedad. Aquellos centros reconocidos como Centros Referentes han decidido, además, ir un paso más allá y convertirse en modelos de implementación que puedan inspirar a otros centros.
La convocatoria de los reconocimientos es de carácter bianual y está abierta a todos los centros de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, ya sean públicos, privados o concertados, reconocidos como oficiales por la Consejería de Educación y/o el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Los centros interesados pueden encontrar aquí más información sobre esta convocatoria.