Empezamos ya a poneros entre la espada y la pared, no solamente en decidir cuál será el camino a seguir el próximo curso académico, sino en saber elegir si sois más poéticos o más narrativos. Aquí tienes pues las dos propuestas:
AUTORRETRATO POÉTICO: se trata de que os autorretratéis poéticamente, de que os dibujéis a vosotros mismos usando la estructura del verso libre y el lenguaje metafórico, tal cual lo hizo Jaime Gil de Biedma en “Contra Jaime Gil de Biedma”:
De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.
Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos cuando se tienen más de treinta años.
Y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.
Si no fueses tan puta!
Y si yo no supiese, hace ya tiempo,
que tú eres débil cuando me enfurezco…
De tus progresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.
A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno,
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar a seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!
UN COLLAR DE ACCIONES: encontraréis a continuación una lista de verbos en infinitivo. Vuestra tarea consiste en unir estos verbos, manteniendo el orden en que aparecen, a través de un hilo argumental, es decir, intercalándolos en una breve historia. Podéis utilizar los verbos en la forma en que aparecen o conjugarlos como os parezca, incluso podéis reemplazar el verbo por un sustantivo que represente su misma acción (por ejemplo, sustituir el verbo “pasear” por el sustantivo “paseo”). ¡La historia final no debe ocupar más de 25 líneas!
VERBOS: salir – comer – bailar – cantar – cocinar – saludar – ver – llorar – huir – esconder – recordar – subir – trasnochar – pensar – perdonar – reír – amar – olvidar – tejer – despedir