Tras haber leído en clase la tira cómica, ignorábamos si en la biblioteca existía algún volumen que contuviese una historia con una línea argumental como la que Charly solicita y Snoopy desea. De modo que nos hemos puesto manos al boli para escribir una historia que pueda complacer a estos simpáticos personajes. Esta que a continuación sigue es la que firma Guillem Sánchez:
«Érase una vez una bella princesa que leía cuentos sobre sapos que se convertían en príncipes con besos de princesas. La princesa se sentía muy sola y quería casarse con un hermoso príncipe.
Un buen día, un sapo se coló en su habitación, y ella, fascinada por los cuentos que tanto había leído, lo besó. Entonces, el sapo se convirtió en un príncipe; pero la pobre princesa se convirtió en un gran perro de blanca melena. El príncipe le contó a la princesa que un malvado brujo, al cual él mismo mandó a la cárcel, le había lanzado esa maldición, y que no se podía curar. La princesa poco a poco se fue adaptando y se acabó convirtiendo en la mascota más querida del castillo. Pero, un día, la princesa se miró en uno de los múltiples espejos que había en el enrome castillo y dijo:
—¡Ay, espejito, espejito, cómo me gustaría volver a ser la misma de antes…!
Y, de repente, su deseo se cumplió. La princesa fue corriendo a contárselo al príncipe, al cual amaba; pero, para su sorpresa, este estaba pidiendo matrimonio a una bella princesa del norte. Entonces, la princesa regresó llorando a su habitación y dio tal portazo que se quedó encerrada. Y dicen que aún sigue allí, llorando por el dolor de su amor perdido».
La historia posee un desenlace ciertamente triste; pero, aun así, suponemos que a Charly y a Snoopy les gustará muchísimo.