Category Archives: LITERATURA

Día mundial del libro

Día mundial del libroSegún se lee en una página de la Unesco:

El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron (o murieron) otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural. La idea de esta celebración partió de Cataluña (España), donde este día es tradicional regalar una rosa al comprador de un libro.

Los principales argumentos que sustentan la elección de esta fecha son, sin embargo, erróneos. ¿Sabríais explicar por qué?

La lira (3º ESO).

La lira“Tira la lira, tira la lira…”: cuenta el chascarrillo que, con esta súplica que los romanos del año 64 elevaban sin cesar a su emperador Nerón, trataban de que este dejase de tañer su instrumento y cejase, así, el gran incendio de Roma. Como invento de TBO para explicar el origen del tarareo, lleva años propalándose este gracejo pueril; pero es bulo, claro.

Con todo, a lo que aquí voy es a proponeros que deis acertada respuesta al siguiente interrogante:

La lira no sólo es un instrumento musical de cuerda tanto terranal como seráfico, sino que también es, como bien sabéis, una combinación métrica. A la estrofa, le dio nombre, involuntariamente, Garcilaso de la Vega. ¿Sabríais explicar a qué se debe este bautizo?

Hasta siempre y para siempre, Delibes.

Es un lugar común hablar de pérdidas irreparables; pero, sin duda, lo es esta de hoy. Nuevas plumas surcarán nuestro cielo literario, mas la del maestro ya se detuvo.

La filiación de cualquier docente de literatura española con Miguel Delibes es manifiesta: si uno le pone el suficiente arresto, puede regalar a sus alumnos de ESO las once horas de Quico como príncipe destronado; Cinco horas con Mario, como el Guadiana por sus ojos, aflora constantemente en la lista de lecturas prescriptivas para bachillerato… Sin embargo, para mí, Delibes será siempre quien me descubriese, un día pretérito y sin ni siquiera yo saberlo entonces, el gusto por la lectura más allá de los cajones de las viñetas. El Mochuelo, a través de su recordatorio nocturno del Moñigo y del Tiñoso, no sólo es El camino en las letras españolas; es, en las mías, mi inadvertido camino a la LITERATURA. No hay, en mi maltrecha memoria, renglones mayúsculos más añejos que estos.

Con todo, siempre nos queda el consuelo de lo que, con ánimo tan decididamente antropocéntrico , versificase  Jorge Manrique en sus famosas coplas; sin duda, Delibes perdurará en su propia fama. De todos y cada uno de nosotros depende que no venza el olvido.

Don Miguel dijo en alguna ocasión que «Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo». Creo que, a partir de hoy, nos hemos quedado un poco más silenciosos.

El lado oscuro del corazón.

el-lado-oscuro-del-corazonTal día como hoy, en 1967, fallecía el poeta argentino Oliverio Girondo. Es, sin duda, una de esas grandes plumas que merece la pena conocer. Por si todavía no habéis tenido la ocasión, aquí os dejo su ‘Espantapájaros’:

No sé; me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso si! – y en esto soy irreductible – no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma! Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres… ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. “¡María Luisa! ¡María Luisa!… y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte. Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hojamuerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo. ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera… ,aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes…, la de pasarse las noches de un solo vuelo! Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

Si os ha gustado, probad a ver la película ‘El lado oscuro del corazón’. Su guion es una maravillosa síntesis de dos artes: la propiamente cinematográfica y la poética, pues se intercalan con precisión y delicadeza textos de Mario Benedetti, Juan Gelman y el citado Oliverio Girondo.

[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/rwivEVwkyXw" width="425" height="350" wmode="transparent" /]

Isotópico premio.

Isotópico premio

Rafael Sánchez Ferlosio ha obtenido esta misma semana el Premio Nacional de las Letras Españolas, sin duda alguna, con sobrado merecimiento. Muchas son las voces, sin embargo, que se han apresurado a poner de manifiesto la curiosidad, poco menos que redundante, de haber recibido este premio, que es de ámbito estatal, luego de haberle sido otorgado en 2004 el Cervantes, abierto también a Hispanoamérica. Por cierto, existe un precedente: el dramaturgo Antonio Buero Vallejo fue Premio Cervantes y Premio Nacional de las Letras Españolas en 1986 y 1996 respectivamente.

Permítaseme una burda analogía: que un atleta, pongamos por caso europeo, sea campeón mundial de lanzamiento de jabalina no implica necesariamente que lo sea también de Europa. Sin embargo, los honores literarios no son una competición, sinoun merecido reconocimiento unipersonal a toda una trayectoria creativa; por tanto, en el caso que nos ocupa, cabría pensar que cualquier escritor distinguidocon el Nacional de las Letras se convierte,de forma natural y por derecho propio, en lógico candidato para recibir un día el Cervantes. Inversamente, a quien haya sido ya Premio Cervantes, parece llegarle a destiempo un Nacional. Vale, quizá sí; pero ¿y qué? Un altísimo honor, de todas formas.

A propósito de todo esto, Gonzalo Hidalgo Bayal, escritor y gran conocedor de la obra de Sánchez Ferlosio, remataba de forma magistral, el pasado miércoles, su artículo Galardones e isotopía (“El País”, pág. 45). En él, Bayal cita unas breves líneas de Guapo y sus isótopos, el último y recentísimo ensayo publicado por Ferlosio: “Isótopos son implementos del mismo lugar semántico y son, por consiguiente, incompatibles en la misma predicación o atribución”. Seguidamente, nos ilumina con un ejemplo: “Habría, pues, isotopía gramatical en la afirmación: el niño es guapo y bonito”. A partir de aquí, el autor del artículo pone de manifiesto la adecuación —’isotópica’, diría yo— que puede establecerse entre el tema del último ensayo de Ferlosio y el orden cronológico en que,por un lado, se estructuran determinados elementos dentro de la narración y, por otro, el que se da en la concesión de los premios de que venimos hablando: “Si cupiera emplear el término en la gramática narrativa, en la organización de la trama, no sería condición menor en la definición de la isotopía narrativa el orden de los elementos, el desafío del sol y el viento tratando de despojar de la capa al desventurado caminante. No toda regla lleva aparejada necesariamente su excepción y a menudo […] las excepciones son ejemplares. La literatura narrativa y ensayística de Ferlosio deshace, anula y neutraliza toda la isotopía narrativa que pudiera advertirse en la mera cronología que colocó a Cervantes antes que el de las Letras”.

Lo que yo decía: un altísimo honor, de todas formas.

Hasta siempre y para siempre, Ayala.

Francisco Ayala

“Soy un cómico que lleva años esperando a que se baje el telón, pero no termina de bajarse”. Hace apenas un par de años, Francisco Ayala se refería con estas palabras a su longevidad, cuyo telón, al fin, ha bajado este 3 de noviembre, apenas superada la hora meridiana.

103 años, como l’àvia Pepeta. Pero l’àvia, cuyo físico envidian los robles, ha ido perdiendo de su memoria lugares y personas (a algunas ni siquiera las ha llegado a incorporar nunca). En cambio, al insigne escritor ha sido el cuerpo el que no le ha resistido, pues, de cabeza, seguía lúcido como siempre.

“La literatura es lo esencial”, dijo una cien veces Francisco Ayala. Hoy, recordándolo, pienso en aquella célebre cita de El Principito, de Saint-Exupéry: “Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”. Y se me aviene un silogismo: lo esencial es invisible para los ojos y sólo se puede ver bien con el corazón; lo esencial es la literatura; ergo, hemos de saber leer con el corazón.

¡Qué bien se explica el disgusto por la lectura que cunde por las aulas, entre adolescentes!

Hasta siempre, Ayala.

Ayala, para siempre.