Category Archives: General

La lira (3º ESO).

La lira“Tira la lira, tira la lira…”: cuenta el chascarrillo que, con esta súplica que los romanos del año 64 elevaban sin cesar a su emperador Nerón, trataban de que este dejase de tañer su instrumento y cejase, así, el gran incendio de Roma. Como invento de TBO para explicar el origen del tarareo, lleva años propalándose este gracejo pueril; pero es bulo, claro.

Con todo, a lo que aquí voy es a proponeros que deis acertada respuesta al siguiente interrogante:

La lira no sólo es un instrumento musical de cuerda tanto terranal como seráfico, sino que también es, como bien sabéis, una combinación métrica. A la estrofa, le dio nombre, involuntariamente, Garcilaso de la Vega. ¿Sabríais explicar a qué se debe este bautizo?

Diccionario de americanismos.

Una de las mayores satisfacciones que, como profesor de lengua, puedo tener es que, durante el transcurso de una clase, un alumno me pregunte por el significado de una palabra; el interés idiomático de las nuevas generaciones no tiene precio. Por la misma razón, me fastidia sobremanera el hecho de que un alumno me pregunte por el significado de una voz extraída de las tareas realizadas en casa, como si el único propósito de su diccionario fuese el de acopiar polvo en el anaquel.

Pensando en aquellos primeros y con la esperanza de que siempre sean los más, cuelgo aquí esta entrada para dar cuenta de una noticia.

diccionario-americanismosDurante el Congreso Internacional de la Lengua que se celebrará el próximo 5 de abril en la ciudad chilena de Valparaíso, tendrá lugar la presentación del Diccionario de americanismos, magna obra lexicográfica que posee más de 70.000 entradas y más de 120.000 acepciones. Su publicación ha de suponer el lógico y esperado colofón a un proceso de ánimo panhispánico que se inició, apenas constituidas las primeras Academias americanas, con un primer intento de elaborar conjuntamente un diccionario de americanismos. Por desgracia, transcurría el último cuarto del siglo XIX y la constatación de la deficiencia de fuentes informativas y la limitada posibilidad de comunicación dejaron aquel ambicioso proyecto en el limbo de las buenas intenciones.

Pero, con los años, han ido sucediéndose continuos logros nacidos de este empeño panhispánico, al tiempo que el número de Academias que conforman lo que hoy es la Asociación crecía hasta las veintidós actuales. Un primer avance significativo fue la edición del DRAE de 1925, la cual mereció el título de «americana», merced a haber incrementado de tal modo, entre sus entradas, la presencia de americanismos. Y, más recientemente, se han sucedido dos hitos notables: en 1999 se publicaba la Ortografía de la lengua española, consensuada por las veintidós entidades, y, el  1 de febrero de 2006, se presentaba, en Lima, el Diccionario panhispánico de dudas.

La inminente presentación del Diccionario de americanismos es el último punto y seguido en una labor, como se pretende, puesta al servicio de la unidad del español sin menoscabo de su rica y fecunda variedad. No en vano, el acto tendrá lugar durante el citado Congreso Internacional de la Lengua, el cual se inscribe en el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de las Repúblicas Iberoamericanas.

Refranero multilingüe.

Refranero multilingüe

Transcribo aquí la entrada de Matías Nicolás, un colega del instituto Juan Ramón Jiménez, en Moguer. Espero que la herramienta lingüística de que nos informa despierte vuestra curiosidad y satisfaga vuestro posible interés. Os he creado un enlace permanente en la sección de diccionarios de la sidebar.

Refranero multilingüe, creado por el Centro Virtual Cervantes

El Refranero multilingüe contiene una selección de paremias españolas populares, principalmente refranes y frases proverbiales, con su correspondencia en varias lenguas (alemán, catalán, francés, gallego, griego antiguo, griego moderno, inglés, italiano, portugués, ruso y vasco).

Cómo utilizarlo:

  1. Una vez en la página se pulsa en BÚSQUEDA (columna de la derecha).
  2. En el cuadro de búsqueda se anota una palabra clave, por ejemplo “vino” y se pulsa el botón BUSCAR.
  3. Aparece una lista con 22 refranes que contienen la palabra “vino”. Elegimos, por ejemplo el primero, “Al pan, pan, y al vino, vino”. Pulsamos en la palabra “Ficha”, para acceder a la ficha del refrán.
  4. Aparece la ficha con la información acerca del refrán, su significado y sus variantes en español. Y en la parte superior 11 casilleros con las iniciales de cada idioma. Si pulsamos en FR, nos lleva a la explicación y traducción en francés: “Appeler un chat un chat”; si pulsamos en EN nos lleva a la traducción al inglés: “To call a spade a spade”.

‘Amarrazón’ o los fantasmas lexicográficos.

fantasma

Que las clases de lengua son un rollo para muchos alumnos es una evidencia; díganmelo a mí, que soy el profe que las imparte —o que las sufre, según se enfoque—.

No obstante, los fantasmas lexicográficos a que se refiere el título de este artículo nada tienen que ver con la perspectiva del alumno de secundaria, por bien que éste pueda pensar en el miedo al suspenso en una asignatura que no le va, o en lo evanescente de unas explicaciones que no consigue aprender y, pon ende, mucho menos aprehender.

Hace un tiempo recibí, por gentileza de la Fundación Duques de Soria, la invitación a un seminario de lengua española acerca de ‘La morfología en la confección de un diccionario histórico’, invitación a la que mi ya oxidada preparación filológica me obligó a renunciar (pero retengamos el lamento, que no viene al caso). Ojeado el folleto, entre las ponencias y coloquios, llamó mi atención el tema de una mesa redonda: ‘¿Hay fantasmas lexicográficos? ¿Qué hacer con ellos?’

Siempre ando a vueltas con mi desmemoria, de modo que he sido tardo en reconocer a estos viejos fantasmas, descubiertos en los años fronterizos entre mi última mocedad y mi primera edad adulta, mientras preparaba para el proyecto PROLOPE de la UAB la edición crítica de El Duque de Viseo, de Lope de Vega. Al cotejar distintas ediciones de la obra para fijar definitivamente el texto, recuerdo haber hallado una inadecuación en la lectura de dos variantes textuales: dehessas gamenosas y dehesas amenosas. La primera, correcta; la segunda, espuria. El Fénix se refería con la expresión a aquellas tierras de pasto abundantes en gamones, por tanto gamenosas, según correcta sufijación -pese a que el adjetivo no figure en el DRAE-. Lo curioso es que el adjetivo amenoso no existía en castellano antes de la errata -tipográfica, a todas luces- de la obra de Lope. La Academia lo incluyó en su diccionario en 1770 basándose en la autoridad del Príncipe de los Ingenios y definiéndolo como ‘lo mismo que ameno’; todo un hápax, pues, por aquel entonces -ignoro si aun con posterioridad-. El error se corrigió, como tantos otros, en la edición del DRAE de 1992, la cual recoge en gran parte el resultado de la labor lexicográfica de limpieza de fantasmas que el DHLE -ahora ya NDHLE-, tan en cierne aún, hizo durante la década de los 80.

Así, tal y como puede colegirse de esta experiencia, los fantasmas lexicográficos no son sino palabras cuya vida se limita única y exclusivamente a las páginas del diccionario que las incluyó erróneamente entre el elenco de términos del idioma. Como agudamente apuntara Landau, las palabras fantasma son equiparables a las dolencias iatrogénicas, esto es, alteraciones del estado del paciente producidas por el médico.

Por deformación profesional y por inclinación ilustrada, entiendo que un ejemplo pueda aclarar mejor el entendimiento. Véase a continuación uno de los aducidos por Pedro Álvarez de Miranda en un estupendo artículo publicado por la Biblioteca Miguel de Cervantes:

Todos los diccionarios, tanto académicos como extraacadémicos, han registrado hasta ayer mismo un sustantivo, amarrazón, que definen como «conjunto de amarras» (así, por ejemplo, en Academia 1984). La cosa se remonta al Diccionario de Autoridades, que en 1726 incluyó el siguiente artículo: “AMARRAZÓN. s. f. Término náutico. Las cuerdas, cables y gúmenas con que se atan, afirman y asseguran las embarcaciones en los Puertos. Lat. Funes. Rudentes. CERV. Quix. tom. 1, cap. 46. Y cortar la amarrazón con que este barco está atado”. Un desgraciado cúmulo de errores se cebó en este artículo. Por lo pronto, en el capítulo 46 de la Primera Parte del Quijote no hay ni rastro de ese texto. Donde sí está -y luego veremos la explicación del error- es en el capítulo 29 de la Segunda Parte. El pasaje pertenece a la aventura del barco encantado, y reza así en la edición príncipe de 1615: “-Ya están atados -replicó Sancho-. ¿Qué hemos de hazer aora?- ¿Qué? -respondió don Quijote-. Santiguarnos y levar ferro; quiero dezir, embarcarnos y cortar la amarra con que este barco está atado.”(fº 111vº) […] El caso es que, en efecto, en la edición madrileña del Quijote de ese año, lo mismo que en otra de 1714, se lee en la página 146 de la Segunda Parte (y ahí, en ese número 146, está la explicación del gazapo, o lapsus, «tom. 1, cap. 46»): «y cortar la amarraçon con que este barco está atado». Estamos, más que ante una errata común, ante una cadena de erratas, ante una fatídica bola de nieve provocada primero, en 1655, por un error accidental y más tarde, en 1706, por el intento de otro impresor de arreglar, añadiendo otra preposición “con”, un texto que quedaba cojo. He aquí la serie de lecturas, partiendo de la edición príncipe:

Madrid, 1615, 111vº: ‘y cortar la amarra con que este barco está atado’.
Madrid, 1655, 245b: ‘y cortar la amarraçon que este barco está atado’.

Madrid, 1706, 146b: ‘y cortar la amarraçon con que este barco está atado’.

Madrid, 1723, 146b: ‘y cortar la amarrazon con que este barco está atado’.

El hecho de que en la edición de 1723 la palabra esté ya escrita con -z- no es sino la culminación de la errata, pero no implica necesariamente que fuera esa la edición manejada, pues, como se sabe, la eliminación de la ç fue una de las primeras decisiones ortográficas que tomó la Academia.

En fin, la Academia hizo caer en la trampa hasta a los especialistas, pues tanto el excelente Diccionario marítimo español (1831) como otros diccionarios posteriores de términos náuticos acogieron la palabra entre sus páginas. Ni siquiera (y esto es más grave) el primer y truncado Diccionario Histórico de la Academia detectó en 1933 el error. Solo el DHLE lo hizo, en 1984, gracias a lo cual amarrazón ya no consta en la edición vigesimoprimera del diccionario común, publicada en 1992. 

El Príncipe de la Niebla (3º ESO).

el-principe-de-la-niebla

Queridos alumnos de 3º ESO:

Éstas que aquí os transcribo son las cuestiones referentes a la lectura de la novela de Carlos Ruiz Zafón. El viernes, 5 de marzo, finalizará el plazo de entrega. Recordad asimismo que, en el último parcial del trimestre, posiblemente incluya una o dos preguntas acerca de la obra.

Dejad un comentario en esta entrada como señal de conformidad. Gracias. 🙂

  1. En la nota del autor, éste habla de literatura juvenil. ¿A qué se refiere? ¿Qué características tiene esta literatura? ¿Qué pretendía el autor con esta novela?¿Qué tipo de narrador tiene la novela?
  2. ¿Cual es, para Max, el primer síntoma de que pasan cosas extrañas en el pueblo?
  3. La tragedia de 1936 de los Fleischmann coincide con otra en España. ¿Cuáles son estas dos tragedias?
  4. ¿Qué cambios en el payaso advierte el protagonista?
  5. La historia del buque aparece en el cap.4 por primera vez. Explica esta primera versión y las posteriores modificaciones, así como la incidencia que tienen en la vida de Roland. ¿Crees que el nombre del buque tiene un significado especial? ¿Lo tiene la fecha de su hundimiento?
  6. Elabora una lista de las cosas extrañas que percibe o que les suceden a los tres hermanos y a Roland a lo largo de la novela.
  7. ¿Qué obsesión tiene el abuelo de Roland?
  8. Explica la teoría de Víctor Kray sobre los períodos en que se divide la vida de un hombre. ¿Estás de acuerdo con esta teoría?
  9. ¿Qué descubre Max sobre Jacob Fleischmann al visionar las películas caseras de la familia?
  10. ¿Cuál es el final de Roland? ¿Por qué crees que ése es su destino?
  11. Valoración personal.
  12. Vocabulario (entre paréntesis, el número de página): quinqué (14), hollín (17), acerada (19), cluecas (47), socarrona (50), aledañas (53), plomiza (54), bravata (109), apático (137), plausible (139), lance (149), cizaña (165),

El ‘twist’ de la puntuación.

Twist puntuaciónUno ya no sabe qué hacer para que sus queridos estudiantes aprendan la ortografía castellana. Tal vez abrace el método showman en el aula… ¡Quién sabe!

Me arriesgaré con esta primera prueba telemática, menos osada, que no implica exponer mi vergonzante falta de ritmo al sonrojo general y la vergüenza ajena, amén de la propia. Ahí van, pues, unos pocos consejillos sobre puntuación ortográfica, a ver si mientras se baila y canta desaparece de una vez por todas, por ejemplo, esa horrible coma entre sujeto y predicado:

El twist de la puntuación

Conjugación verbal (3º ESO).

Queridos alumnos de 3º ESO:

En la página de morfología, a la que podéis acceder desde la pestaña respectiva de la barra superior de esta bitácora aún en cierne, he colgado distintos enlaces  para que podáis acceder a los documentos donde se encuentran los tres modelos de conjugación verbal regular y las irregulares de los verbos SER y HABER.

Para comprobar que nadie tiene problemas para navegar por esta bitácora y acceder a los distintos documentos, os agradecería que dejaseis un breve comentario en esta entrada conforme habéis podido ver o descargar sin problemas los contenidos.

Pasaré lista. Gracias.

El lado oscuro del corazón.

el-lado-oscuro-del-corazonTal día como hoy, en 1967, fallecía el poeta argentino Oliverio Girondo. Es, sin duda, una de esas grandes plumas que merece la pena conocer. Por si todavía no habéis tenido la ocasión, aquí os dejo su ‘Espantapájaros’:

No sé; me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso si! – y en esto soy irreductible – no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma! Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres… ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. “¡María Luisa! ¡María Luisa!… y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte. Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hojamuerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo. ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera… ,aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes…, la de pasarse las noches de un solo vuelo! Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

Si os ha gustado, probad a ver la película ‘El lado oscuro del corazón’. Su guion es una maravillosa síntesis de dos artes: la propiamente cinematográfica y la poética, pues se intercalan con precisión y delicadeza textos de Mario Benedetti, Juan Gelman y el citado Oliverio Girondo.

[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/rwivEVwkyXw" width="425" height="350" wmode="transparent" /]

Adiós a una bonhomía, adiós a Sergio Beser.

sergio-beser1Sergio Beser murió el pasado viernes a los 75 años de edad. Sus setenta y ocho kilos de mala leche pelirroja, como equivocada pero cariñosamente los calificase Vázquez Montalbán, descansan eternamente en ‘Los Mares del Sur’ tanto como en Sant Cugat, Morella o Bellaterra.

A Sergio… (resulta paradójico que sea justo ahora, que ya no está, cuando no me cueste llamarlo por su nombre de pila). A Sergio, tuve el privilegio de conocerlo durante mis años de estudiante en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAB. Desde que acudí a aquella primera de sus magistrales clases sobre literatura decimonónica, en segundo ciclo universitario, siempre que pude procuré matricularme en cualquiera de sus materias.

Con Sergio aprendí cuanto se pueda aprender de Clarín, Galdós, Pardo Bazán, Tolstoi, Gogol… Nadie ha superado todavía hoy, por ejemplo, sus lúcidas y exactas conclusiones acerca de la crítica literaria de Leopoldo Alas, descubiertas tempranamente en la redacción de su tesis doctoral y publicadas por Gredos en 1968.

Mis dos años de doctorado fueron absorbidos por un proyecto de edición de ‘El Quijote’ para el Instituto Cervantes, dirigido por Francisco Rico; cosas de la efervescencia del quingentésimo aniversario del descubrimiento de América y de su cercanía con el cuadringentésimo de la publicación de la novela cervantina. Aun así, procuré completar mi currículo académico cursando los créditos que impartía Sergio. Con él ahondé entonces en el espíritu romántico de las letras de Espronceda, Ros de Olano, Hartzenbusch, Campoamor, el duque de Rivas… Y pude constatar, a través de las letras de hombres como Domènec Badia, (a) Ali Bey, la imagen y experiencia del magreb marroquí en la España decimonónica.

Pero, por encima del Beser profesor, del Beser catedrático, del Beser sabio (de tanto en tanto la tierra produce un sabio, escribía también de él Vázquez Montalbán), sobresalía el hombre íntegro, afable, cercano. Era el Sergio que trasladaba consuetudinariamente sus clases de doctorado al Casablanca, un legendario local de Sant Cugat: la literatura se aprende bien desde los pupitres de las aulas, pero se vive mejor en las tertulias de café, con un buen vaso de güisqui o, incluso, jugando una partida de billar a tres bandas.

Tras la noticia de su muerte, me siento consternado, abatido el ánimo. Siempre sentiré que me ha faltado un último trago que compartir con él (ya no de güisqui o de café, seguramente, pues su salud era algo delicada en los últimos años) y una última conversación en la que escucharle, más que hablarle, de literatura, del Barça, de Morella, sus tres pasiones. Nunca llegué a cumplir mi promesa de ir a compartir con él un trocito de sexenio en un tercer domingo de agosto. Ya nunca veré su cómplice sonrisa por una temporada perfecta culé. En los últimos años, sólo supe llenarlo de abrazos y de recuerdos a través de Josep, vecino y amigo suyo a la vez que colega mío durante mis tres años últimos de docencia egarense. Las cosas y las gentes se nos caen de la vida tarde o temprano y sólo queda amarlas en el recuerdo. Te recordaré siempre, Sergio.

El Atributo (2º bachillerato).

Queridos alumnos de 2º de bachillerato:

En la página de sintaxis, a la que podéis acceder desde la pestaña respectiva de la barra superior de esta bitácora aún en cierne, he colgado un enlace  para que podáis acceder al documento donde se sintetizan los distintos valores de ‘se’. Asimismo, he subido otro a través del cual accederéis a las prácticas  sobre la función atributo (ATR.) Si lo preferís, podéis enlazar con los ejercicios haciendo clic aquí.

En breve, colgaré las soluciones para que podáis corregirlos (os avisaré en el aula y dejando un comentario en esta entrada). Recordad que podéis exponer vuestras dudas en forma de comentarios en esta bitácora. Ni qué decir tiene que, en el aula, podéis plantearlas igualmente.