
Imagen de DesignDraw DesignDrawArtes en Pixabay
Recientemente hemos visto en clase cómo el sustantivo pizza y otros similares deben escribirse con resalte tipográfico (mediante cursiva o comillas) por su condición de xenismos. Teniendo en cuenta lo aprendido en clase acerca de los préstamos lingüísticos y, en general, acerca de los procesos de creación y adquisición de palabras, ¿sabrías explicar si el plural del susodicho italianismo ha de escribirse asimismo en cursiva o, por el contrario, ha de escribirse en redonda?
La palabra “pizzas” es un híbrido, puesto que presenta una característica propia de los xenismos (la doble zeta, dígrafo ajeno a nuestro idioma) y otra propia de los préstamos adaptados, pues es el resultado de añadir al italianismo crudo el morfema flexivo -s, con el que se forman en español los plurales de sustantivos y adjetivos acabados en vocal. Así, dado que la pauta morfológica aplicada es la propia de nuestro idioma (en italiano, el plural de pizza es pizze), “pizzas” ha de escribirse en redonda. Lo mismo sucede con derivados de esta voz, como “pizzero” o “pizzería”, o de otras voces, como “jazzístico”, de jazz; “shakespeariano”, de Shakespeare, o “youtubero” (con el diptongo pronunciado como “u”), de YouTube.
Esta norma resulta, cuando menos, discutible. La marca gráfica de resalte para los extranjerismos crudos no se debe tanto a la condición de palabras pertenecientes a otra lengua como a la necesidad de indicar que el término en cuestión es ajeno a nuestro idioma y que, debido a ello, no tiene por qué atenerse a las convenciones ortográficas españolas ni pronunciarse como correspondería en español a esa grafía. Así, pues, si la necesidad del lector es la de saber que pizza, escrita en cursiva, no se pronuncia alargando el sonido de la zeta propia del español, tal necesidad subsiste tanto en el plural “pizzas” como en los derivados “pizzero, ra” y “pizzería”.