Daily Archives: 23 abril 2020

Día de libros y rosas

Un año más, nos llega el 23 de abril, la jornada de Sant Jordi, la fiesta del libro, de la rosa y del amor. Este 2020, sin embargo, no es un año más sin más. El confinamiento hará que cambiemos las calles y las avenidas por los pasillos y el sofá; hará que regalemos más rosas de papel que naturales, y más libros digitales que de papel. Con todo, cuando la jornada se haya dejado vencer por el viernes que ha de sucederla, habrá dos cosas que no habrán cambiado, que habrán permanecido perennes. La más importante, el amor; no olvidemos que, por encima de todo, hoy, como siempre, se erige nuestro sentimiento más preciado: amor es lo que nos impulsa a regalar un libro, amor es lo que nos impulsa a regalar una rosa… Por ello hoy también es el día de los enamorados. El otro elemento que habrá sucedido sin intermisión es que yo os resuelva el enigma, alguna vez mencionado en clase, acerca de cómo es posible que Miguel de Cervantes y William Shakespeare muriesen el mismo día del mismo año sin que ello sucediese a la vez.

Que hoy celebremos el Día del Libro y el Día de la Rosa tiene, como todo en esta vida, una explicación. O, para ser más exactos, dos.

La primera atañe a la rosa y nos habla de un legendario caballero llamado Jordi, una legendaria princesa y un no menos legendario, pero malogrado, dragón, de cuya sangre derramada, al morir, brotó un rosal. La princesa y el caballero no vivieron felices ni comieron perdices; pero como quiera que, antes de volver grupas, el tal Jordi (luego ascendido a la categoría de santo, no varón, sino patrón) obsequió a la regia doncella con la rosa que más refulgía bajo el sol su bermellona hermosura, hoy, día de Sant Jordi, los catalanes acostumbramos a regalar rosas a la mujer que amamos.

La segunda explicación atañe al libro y, aunque no legendaria sino real, contiene algunas falsedades o, cuando menos, inexactitudes. El Día Internacional del Libro debe su fecha conmemorativa a la casualidad de que quienes han llegado a ser los escritores más universales de todos los tiempos, Miguel de Cervantes y William Shakespeare, falleciesen un 23 de abril de 1616 —casualmente, el dramaturgo inglés parece que también nació un 23 de abril, cincuenta y dos años antes—. Sin embargo, cabe saber que tal fecha señala días, en realidad, distintos. Efectivamente, en aquel año de 1616 España e Inglaterra no se regían por el mismo calendario. Mientras que aquí, en 1582, se había adoptado el calendario gregoriano, acullá continuó en vigor el juliano hasta 1756. Si consideramos que el desfase temporal que el nuevo calendario intentaba enmendar era de diez días, ha de concluirse que el autor de Hamlet y de Romeo y Julieta falleció, según fecha gregoriana, es decir, según fecha de nuestro actual calendario, el 3 de mayo de aquel 1616.

Y aún hay más, pues, en rigor, Cervantes tampoco murió en el pretendido 23 de abril, sino que tal fue el día de su entierro; en realidad, había fallecido el día anterior.

En fin, ya solo faltaría que acabase siendo cierta la teoría Marlowe, según la cual William Shakespeare no fue más que un simple hombre de paja a quien no debemos la gran mayoría de páginas de la magistral dramaturgia.

Sin duda, razones imperfectas todas ellas para un día perfecto. Y, como suelen decir los italianos: «Se non è vero, è ben trovato». Aun así, por si alguien necesita apoyar la celebración en efemérides más precisas, el Inca Garcilaso de la Vega murió ese mismo 23 de abril de 1616. Y, solo durante el siglo XX y dentro del ámbito de las letras hispánicas, fallecieron también un 23 de abril Eugenio Noel, Edgar Neville, Alejo Carpentier y Josep Pla.

Os deseo a todos amor, lectura y amor por la lectura.

Continue reading