El lunes, en las clases de 3.º de ESO, algunos de vosotros salisteis a la palestra del aula a monologar. La mayoría lo hicisteis a partir de textos ya existentes; otros, en cambio, a la declamación pública, añadisteis la creación literaria. Este que a continuación sigue lo creó vuestra compañera del 3A3, Sama.
Mi madre está embarazada por cuarta vez, y es que ya estoy acostumbrada. Bueno, no…; sus hormonas me están matando.
A lo que voy es que cada vez que nace un hijo nuevo se olvidan del último. Por ejemplo, cuando yo era pequeña y nació mi hermano, ya sabia que eso no traería nada bueno, al menos, para mí. El caso es que fuimos al hospital al día siguiente al del parto; fuimos a ver a mi madre, ya que hacía días que no la veía. Todos estaban entusiasmados porque también había nacido mi prima. Así que se separaron para visitar a los dos, y, no sé cómo, me quedé sola. Pero yo, como soy muy lista, empecé a buscarlos por el hospital, hasta que, por fin, una enfermera me encontró y me llevó hasta el cuarto de mi madre, donde aún no se habían dado cuenta de que faltaba.
Ahora que va ha nacer el/la cuart@, se van a olvidar todos de mi hermano menor. Y eso me hace feliz.