Julien Sorel es el hijo de un carpintero que parece destinado a servir a la iglesia católica. Es este el motivo por el que lo vemos pasando una prueba ante sus superiores en la que debe demostrar sus conocimientos sobre la Biblia. Concretamente está citando este fragmento del Apocalipsis:
“Ego Alpha et Omega, primus et novissimus, principium et finis; beati qui lavant stolas suas [in sanguine agni]; ut sit potestas eorum super lignum vitae et portis intrent in civitatem. Foris canes, et venefici, et impudici, et homicidae, idolis servientes, et omnis qui amat et facit mendacium.” (“Yo soy Alfa y Omega, primero y último, principio y final; felices aquellos que lavan sus vestidos [en la sangre del cordero]; que reciban el poder de la cruz y entren por las puertas a la ciudad santa. Fuera los perros, los magos, los impúdicos, los homicidas, los servidores de los ídolos y quien ama el engaño y lo lleva a cabo.”)
Sin embargo uno de los maestros quiere saber si también conoce el latín de los grandes autores clásicos como Virgilio o Horacio. Aquí Julien intenta superar la situación con un fragmento de las Epístolas (II, 8, 6-9) de Horacio: “in primis Lucanus aper: leni fuit austro captus, ut aiebat cenae pater; acria circum rapula, lactucae, radices, qualia lassum pervellunt stomachum, siser, allec, faecula Coa.” (“En primer lugar, un jabalí de Lucania: cuando fue cazado soplaba un suave viento del sur, tal como explicaba el anfitrión; iba acompañado de rábanos picantes, lechuga, raíces de aquellas que animan el estómago relajado, chirivía, salsa de anchoa, salsa de vino de Cos.”)
No ha escogido un buen ejemplo; los ingredientes de un gran banquete hacen sospechar al maestro que Julien solo ve en Horacio un representante del “carpe diem”.
Como más de uno puede haberse imaginado, esta miniserie para la televisión está basada en la famosa novela “Rojo y Negro” de Stendhal, que explica el rápido ascenso social del ambicioso Sorel en la Francia napoleónica.