Ay, la contaminación!
Es nuestra propia extinción.
Gases por aquí, petróleo por allá;
el planeta se está yendo pallá.
Una masa de metal surca los mares
y muchas ballenas mueren por todos los lares.
Los polos se deshacen
y los animales ahí yacen.
Las sequías se propagan
y los corazones de los niños se apagan.
Las almas verdes se talan y
a los animales los matan.
Reciclar es la solución
y, posiblemente, nuestra salvación.