Comienza esta famosa serie con una escena en clase de Derecho Romano. Os transcribo las palabras con las que el catedrático y el alumno aventajado se lucen pronunciando latinismos:
“La ciudadanía es un status civitatis que interesa por igual al ius publicum y al ius privatum, en el sentido de que sólo el civis puede participar en las relaciones que nacen de uno y otro. Ciudadano romano con ciudadanía plena –civis optimo iure– es el que se hallaba facultado para participar en toda suerte de derechos.
Joaquín Pez, ¿Qué es la testamenti factio?
La capacidad en orden a la sucesión hereditaria, sea como disponente, sea como beneficiario o como testigo status activus [[aunque el alumno dice ius activus]] o derecho de actuar en juicio civil para que de esta manera…
Juan Santa Cruz ¿Qué es el ius publicum? (…)”
Adaptar una novela no es siempre fácil y esta escena es una muestra de la necesidad que tiene el medio audiovisual de dar vida a las simples descripciones sin diálogos del autor. Porque esto es lo que Pérez Galdós escribe literalmente en el capítulo 1 de la novela:
“Santa Cruz y Villalonga se ponían siempre en la grada más alta, envueltos en sus capas y más parecidos a conspiradores que a estudiantes. Allí pasaban el rato charlando por lo bajo, leyendo novelas, dibujando caricaturas o soplándose recíprocamente la lección cuando el catedrático les preguntaba. Juanito Santa Cruz y Miquis llevaron un día una sartén (no sé si a la clase de Novar o a la de Uribe, que explicaba Metafísica) y frieron un par de huevos. ”