Henry Turner (interpretado por Harrison Ford) es un abogado de éxito que está llegando a la cumbre de su carrera. Eso sí, demostrando que tiene muy pocos escrúpulos. Para él lo más importante es ganar los casos, aunque sea a costa de la verdad.
Este carácter es el que explica que las conversaciones con su hija se limiten a un enfrentamiento dialéctico con la intención última de salir triunfante. Y como buen abogado, lo remata con un latinismo extraído del derecho romano: “Qui tacet, consentire videtur” (“quien calla parece que esté de acuerdo”). ¡Pobre niña!
Afortunadamente, la vida de esta familia está a punto de cambiar…