Aquí tenéis la lectura que debéis realizar durante estos días. Se trata de un relato de misterio que seguramente os sonará de algo.
El ejercicio que tenéis que hacer es crear vosotros una historia en la que aparezcan objetos misteriosos dotados de poderes. Enviad el texto como un comentario, vigilidad la ortografía y dad rienda suelta a vuestra imaginación. El texto debe constar como mínimo de unas 200 palabras.
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/jacobs/pata.htm
W.W. Jackobs, autor del relato
Como siempre, no olvidéis la opinión personal sobre el relato.
Tesoro Misterioso
Me llamo Jorge y esta es una historia real, parece un cuento, pero créanme, yo fui el único en salir con vida de todo lo que pasó sin resucitar, lean esta historia y lo sabrán.
Éramos siete amigos, que nos contrataban para buscar tesoros. Un día nos contrataron para hacer una expedición en busca de unos tesoros en México.
A mí nada más me importaba el dinero que me pagaban por buscar los tesoros, y esa vez nos pagaban una buena cantidad de dinero y decidí aceptar.
Llegamos a México, y teníamos que ir a la selva mexicana que era donde estaba el imperio Azteca, y allí era donde íbamos a comenzar nuestra búsqueda. En esa selva había de todo, pero lo que nosotros no sabíamos es que había guardianes en la selva. Tuvimos que pasar desapercibidos, pero no sabía cómo se mismo era que se habían dado cuenta y tuvimos que llegar como pudimos al imperio. Murieron tres amigos en el camino, y nosotros cuatro llegamos heridos.
Pero al llegar al imperio Azteca, nos dimos cuenta de que una amiga estaba herida de gravedad y no dejaba de sangrar y lamentablemente murió allí. Después de lamentarnos por todo lo que había ocurrido, fuimos a buscar los tesoros. Al ver a los tesoros, cogimos algunos, ya que no pudimos coger los que teníamos previstos, porque habían muerto nuestros amigos, y no podíamos cargar con demasiado peso encima.
Nosotros sabíamos, que los guardianes estaban aún allí fuera. No sabía qué íbamos a hacer para salir de allí, porque no nos podíamos quedar allí para toda la vida ya que no teníamos qué comer, y además tarde o temprano nos irían a matar, así que nos habíamos puesto a pensar como poder salir de allí, hasta que un amigo, nos dijo, que él se iba a sacrificar por nosotros. El plan era que nos iba a sacar cargados como si estuviésemos muertos y él los distraería a los guardianes, y gritaría para cuando nos tuviéramos que ir, y así fue. Tan pronto habíamos llegado al jeep arrancamos y nos fuimos dejando todo atrás.
No habíamos dado todos los tesoros que teníamos en ese momento, nos habíamos quedado con siete, que se los habíamos dado a los familiares de los fallecidos, y nos quedamos con dos, que eran para nosotros. Después de unos días fui a visitar a mi amigo. Fui con el tesoro, y estábamos recordando lo que nos había sucedido en esa expedición, y mi amigo deseaba que estuviesen vivos nuestros amigos, y ya era tarde y me fui a mi casa, pero antes le había dicho que iría mañana.
Llegué a su casa, y estaba rodeada de policías y estaban nuestros amigos, los que murieron, estaban allí, ¡¡no me lo podía creer!!
La conclusión que he sacado ha sido que ese tesoro misterioso, es mágico, porque el deseo que nuestros amigos estuviesen vivos y eso se cumplió, pero creo que para que resucitasen nuestros amigos tenia que morir el que pidió el deseo, y desde ese entonces no he vuelto a buscar tesoros. Vendí el mío a un museo y he comenzado desde el principio…
Canciones desde el infierno:
Érase una vez, un chico llamado Derek. Derek tenía 13 años, era alto, de pelo negro muy oscuro, flaco y su mayor sueño era llegar a ser el mejor guitarrista del mundo como su ídolo Mark Knopfler de los Dire Straits. Un día, Derek se enteró de que los Dire Straits iban a salir del “jubilo”, y dar una gira mundial, y el 26 de junio de ese año, iban a dar un concierto en Barcelona (donde vivía Derek). Con unos amigos compraron las entradas y acudieron al concierto. Todo fue de maravilla, nada más acabar el concierto, Mark Knopfler anunció que le habían regalado una guitarra pero el ya tenía la suya, así que la iba a regalar al primer espectador que quisiera. Como tenía que ser, todo el público quiso quedarse con la guitarra, así que hicieron un sorteo con los números de los asientos.- El 1234! – anunció Mark Knopfler. Era el de Derek. Todo le parecía un sueño. Subió al escenario, recogió la guitarra, dio la mano a los componentes del grupo y bajó con sus amigos.
– Por fin – susurró Mark Knopfler – espero que ese chico no sufra demasiado.
Cuando llegó a casa, Derek intentó tocar algo, pero como en su vida había tenido una guitarra y era muy tarde y estaba cansado, decidió que seguiría mañana. Al día siguiente, Derek saltó de la cama, cogió la guitarra y descubrió que era una Gibson SG de color rojo, como la guitarra de Angus Young (un difunto componente del grupo ACDC). Como pesaba mucho, se tuvo que sentar, y tocó. Solo poner un dedo encima de la guitarra, sus manos se empezaron a deslizar sobre las cuerdas, y involuntariamente tocó una canción lenta y muy triste que no conocía.
Durante las semanas siguientes, decidió poner letra a esa canción y hacerla suya. Siempre que ponía las manos encima de la guitarra, tocaba inevitablemente esa canción. La letra que le puso hablaba sobre la desesperación de perder a los seres queridos y de oscuridad, pero aún faltaba el final.
Al cabo de unos días, mientras Derek estaba en la escuela, le llamaron a portería. Le dijeron que un policía le estaba esperando. Al principio se pensaba que había hecho algo malo, pero le comunicaron que sus padres y su hermano habían fallecido a causa de un accidente de coche volviendo de una revisión de su hermano en el hospital. Derek no se lo creía. Esa misma tarde se mudó a casa de sus abuelos. Estaba muy triste, pero pensó que eso no debía interrumpir su sueño como guitarrista. Unos días después, Derek les dijo a sus abuelos que quería ir a ver el lugar donde sus padres y su hermano habían fallecido. Quería dejar unas flores en su memoria. Sus abuelos lo entendieron y lo llevaron. Al llegar, bajó del coche, ató las flores en el poste más cercano al lugar del accidente. Cuando volvía al coche de sus abuelos, se percató de que un coche se había desviado del carril e iba directamente hacia él. Derek se apartó justo a tiempo con un salto hacia al lado, pero cayó mal y se dió un golpe en la cabeza. Se despertó en el hospital. Lo primero que dijo fue preguntar porque tenían las luces apagadas. Entonces se dieron cuenta de que se había quedado ciego. Oscuridad.
Al cabo de unos días, Derek volvió a casa de sus abuelos. Se había hecho la idea que su sueño de ser guitarrista había terminado. Paso unos días en la cama de su habitación pensando. Entonces pensó que a lo mejor la guitarra que le habían regalado y la letra, tenían algo que ver. Claro, porque sinó iba Mark Knopfler a querer deshacerse de una guitarra como esa. Busco como pudo la hoja donde tenía escrita la letra de la canción, llamó a su abuelo y le pidió que escribiera lo que él le dijera. Derek añadió el final a la canción: Todo acababa bien, y que podían descansar tranquilos pero en otras palabras.
Al cabo de unos días, Derek enfermó, lo volvierón a llevar al hospital, donde le diagnosticaron a través de unas radiografías que tenía un tumor en el cerebro, un tumor que no se podía extraer, y que le había provocado un cáncer. También le dijeron que no le quedaba mucho tiempo. Y así fue, Derek falleció una semana mas tarde después de mucho sufrir. Se podría decir que lo mató su sueño.
¿La suerte jugó en su contra el día del concierto, o estaba predestinado?. No se sabe. Tampoco se sabe nada de la guitarra de Derek, que desapareció misteriosamente el dia que Derek murió. Quiza espera a otro inocente a quien destrozar la vida, o… ¿ya lo ha encontrado?…
¡Muy bien Yankee y Altaïr! Me gustan vuestras historias, una por el lugar donde se sitúa, las ruinas del imperio Azteca y la otra por el tiempo, algo cercano y moderno 🙂
Espero que leáis “recíprocamente” las historias…
Ya he oído esta historia pero en diferente versión.
Esta es la historia de Federic Choppin, un pobre vagabundo, que vivía en las afueras de Nueva York , en un callejón sin salida. No tenía trabajo ni familia, se quedó viudo antes de tener hijos y su familia desde entonces ya no quiso saber nada de él. Después de haberle hecho su familia todo eso, Federic rezaba cada día por ellos para que estuvieran bien, y que si era posible volverlos a ver de nuevo,a su padre,su madrea y sus 5 hermanos.
En el callejón donde vivía Federic, habían dos contenedores muy grandes, porque alrededor habitaban muchas casas. Federic como no tenía dinero ni casa iba a buscar en las basuras cosas que le pudieran ser útiles, desde mantas hasta restos de comida.
Un día buscando entre las bolsas de otro barrio se encontró un colgante muy extraño,
era plateado con animales grabados por delante y árboles grabados por detrás, pero le gustó y se lo guardó en el bolsillo. Al volver a su ‘’hogar’’ le prestó más atención que a los otros objetos que había cogido desde que lo vio en la basura le inspiró algo misterioso. Como de costumbre, antes de irse a dormir, Federic rezaba por su familia.
Al día siguiente al despertarse fue a buscar objetos en la basura, se paró en una de ellas y vio a una señora ya bastante grande que le resultaba familiar pero pensó que no que serían imaginaciones suyas, y la señora le dijo:
-¿Pero qué hace buscando en las basuras?
-Señora, soy un vagabundo, mi familia me despreció al quedarme sin trabajo ni mujer.
-A uno de mis seis hijos le pasó lo mismo y desde entonces no quisimos saber nada de él pero hace años que su padre y yo lo buscamos, nos dimos cuenta demasiado tarde del error que cometimos, apenas me acuerdo de su nombre.
-Federic mamá, Federic Choppin.
-Hijo, vente para casa que debes estar fatal.
Federic no podía creer lo que le acababa de pasar, fue un milagro. Después de diez años volvió a ver a sus cinco hermanos, a su madre y a su padre.
Se juntaron todos en el comedor y se explicaron todo lo que les había pasado durante todo este tiempo sin verse. Federic mientras explicaba su historia se dio cuenta de lo que le había pasado, se dio cuenta de que ese colgante que se encontró en la basura era mágico y cumplía deseos, entonces fue por los barrios pobres y se lo dio a gente que lo necesitaba mas que él en esos momentos.
El colgante maldito
Aquel día, la familia Laburnum estaba impaciente y muy nerviosa. Esperaban a un primo lejano que nunca habían conocido cuando de repente sonó el timbre. Todos fueron deprisa a abrir la puerta. Allí estaba el señor Jack. Era alto, tenía el cabello rubio, tenía el rostro pálido y era muy delgado. Era el primer día que iba a esa casa por eso les trajo un regalo. Era un colgante azul. Cuando les dio el colgante, les advirtió del riesgo que corrían al aceptar ese regalo. Pero los Laburnum no le hicieron caso. Les explicó la historia de lo que le había sucedido a él. Cuando hubo terminado, los Laburnum se quedaron sorprendidos. Les había contado que todo aquel que llevaba el colgante era poseído por un antiguo hechicero y se comportaban de forma rara. Pero no le hicieron caso y al siguiente día la hija de los Laburnum quiso llevarse el colgante al instituto. A media mañana la señora Laburnum recibió una llamada del instituto diciéndole que su hija había muerto. La señora Laburnum no se lo podía creer, su hija se había lanzado por una ventana. Esa misma tarde cuando llegaron su hijo y su marido les comunicó la noticia. Por eso quiso deshacerse del colgante y tirarlo a la chimenea, pero como su hijo era un avaricioso lo pudo coger y se lo llevó. Al siguiente día su hijo se puso el colgante y se marchó a la parte subterránea de la casa que era como un laberinto. Los padres, muy preocupados, llamaron a la policía. El hijo de los Laburnum que estaba poseído por el hechicero se ocultó en una gran habitación. Aquella habitación era donde antiguamente el hechicero hacía sus pociones y sacrificios. Los padres, muy preocupados por su hijo, bajaron hacia los túneles subterráneos de la casa. Estuvieron buscándolo por los pasadizos de la enorme galería, cuando oyeron un ruido que venía del fondo del pasadizo. Cada vez los ruidos se oían des de más cerca. Entonces vieron como una sombra estaba pronunciando unas palabras. Abrieron un poquito la puerta y descubrieron que era su hijo. Él se dio cuenta de que le estaban observando y como por arte de magia desapareció. Los padres entraron en seguida pero lo que encontraron fue una gran sorpresa, les había tendido una trampa. Entonces sin que se dieran cuenta los atacó por la espalda. Los padres fueron asesinados. Los subió por las escaleras de las galerías y los dejó en el suelo delante de la puerta. Justamente cuando dejó a sus padres delante de la puerta la policía entró en su casa. Cuando los dos policías vieron lo que había hecho el hijo de los Laburnum dispararon sin piedad para matar a aquel monstruo. Desde entonces, cada vez que alguna familia va a vivir a esa casa, aparece un primo lejano llamado Jack con un colgante.
¿Por qué? Vosotros lo vais a tener que averiguar.
Hola soy Andrew Ponch, y soy inventor de objetos mágicos, ahora os voy a contar mi historia, os parecerá un poco absurda pero da igual.
Todo empezó una tarde soleada, mientras yo estaba en el subterráneo pensando que objeto poder crear, cuando de repente sonó el timbre y fui a ver quién era y qué quería.
Vi dos hombres, uno era mucho más alto que el otro y el alto casi no pasaba por la puerta. Me pidieron si les podía hacer un objeto mágico, y me ofrecerían 10.000.000€. Como es evidente yo les dije que sí con una sonrisa en la cara.
Les dije qué objeto querían en concreto, porque sólo me habían dicho que querían uno, pero no cuál.
El más bajito sonrió y me dijo, “nos da igual cual sea pero queremos uno”. Y de repente dio la vuelta y se marchó mientras el más alto me dio una tarjeta donde constaban sus nombres, apellidos y su dirección. Entré otra vez al subterráneo y me puse a pensar qué podía hacer, aunque todo el rato me preguntaba lo mismo y no me lo podía quitar de la cabeza: ¿para qué querrán el objeto mágico?, ¿aquellos hombres eran verdaderamente quien habían dicho que eran?, pero antes de que pudiera pensar más preguntas, me vino a la cabeza, 10.000.000€ y dejé de pensar en aquellas chorradas y me concentré en mi trabajo.
Pasaron días, semanas, meses y todo lo que inventaba no lo querían no les gustaba pero no me querían decir lo que querían. Inventé de todo:
Una capa de invisibilidad, teletransportador, un lápiz que escribe solo, una máquina del tiempo… pero no lo querían hasta que un día pensé mucho e inventé un veneno que si te lo bebías, te hace decir toda la verdad de todo aunque no quieras, hasta las verdades más oscuras de todas, aquellas que nunca contarías a nadie ni por un millón de euros.
Después de inventarlo les puse veneno en sus copas donde siempre bebían cuando les iba a mostrar el objeto mágico.
Se lo tomaron y empezaron a decir: Este es justamente el objeto mágico que queremos, es el mejor de todos…
Yo, que solo quería saber lo que querían, sin saberlo lo hice y ellos lo probaron primero. Y claro me pagaron todo el dinero.
En mi infancia, los fantasmas y las leyendas vivían en los cuentos de mi madre. A ella le gustaba contarnos sus mejores historias en aquellas noches de tormenta, cuando la electricidad era cortada por algún rayo y la luz de las velas dejaba sentir la resequedad del miedo en el aire. Aún hoy, de adulto, recuerdo la historia que me contó sobre los perros del barrio, en una noche tranquila. Aquella vez un perro había comenzado a aullar y poco a poco se fue acercando el aullido de los caninos a la casa: uno aullaba y le seguía el otro perro. Mi madre, al escucharlos, se hizó la señal de la cruz y yo le pregunté el porqué de su reacción. Ella, mirando por la ventana con cuidado, dijo:
“Es la muerte hijo, la que se acerca lentamente a nuestra casa y viene a robarse un alma. Espero que no sea ninguno de nosotros. Los perros la pueden ver, a esa maldita, y le van aullando a su desgracia”.
En aquel entonces no lo tomé en cuenta, protegido por la ignorancia infantil, pero ahora pienso en la cercanía que mi madre siempre ha tenido con los muertos y sus fantasmas.
“A la muerte le gusta tener testigos, hijo, y a cambio los deja vivir más tiempo”, me contestó una vez, cuando le pregunté sobre su afición a esos sucesos e historias, que otros evitan.
En mi vida entera no he visto un fantasma, a no ser las penas en ánima que vagan en mi pasado y de muertos no quiero saber nada, ya que la lucha diaria que tengo con mi vida me parece suficientemente macabra. Pero cada vez que visito a mi madre, me veo obligado a oír esos cuentos reales e irreales a la vez, que me dejan un sabor a niñez en la memoria y me permiten ver la otra cara de la realidad, en los entes de terror que en esa casa aún encuentran refugio. Recuerdo la historia que me contó cuando me compré mi primer auto. Al escuchar la nueva noticia, mi madre me observó preocupada y me dijo:
-Sólo espero que “aquellos” te dejen en paz cuando tengas un accidente.
Entonces, les dije a los amigos lo que le pasaba a mi madre, y no me creían, me tomaban por loco, y de tantos muertos y fantasmas, estaba harto y me suicidé con un tiro de pistola prestada.
¿Dónde está la magia?
Aquel era un día como los demás, y cómo cada mañana me fui a trabajar. Soy dibujante y trabajo en el estudio de una empresa de dibujos animados.
Cuando llegué, dije hola a mis compañeros y me puse manos a la obra con mi faena. Tenía a que leerme el guión para saber qué dibujar. La primera escena fue fácil, la terminé bastante rápido, pero al llegar a la siguiente me quedé encallado sin saber cómo dar forma a aquello que estaba escrito.
Cómo no me venía ninguna idea a la cabeza, lo dejé para la tarde y me fui a comer.
Estuve dando vueltas a esa maldita escena durante todo el camino. Tenía que relajarme.
Llegué a casa y la cosa no mejoró, ya que no tenía otra cosa para prepararme que una sopa de esas instantáneas y un huevo. Microondas, paella y a comer.
Era una sopa de esas que hacen para gustar a los niños, con casitas, personajes, animales… Soportable y basta. De repente, me cayó el lápiz que siempre llevo encima de mi oreja derecha en la sopa. Lo saqué inmediatamente de la sopa y lo sequé con mi servilleta. ¡No era mi día de suerte! Terminé de comer y volví al estudio.
Me senté delante del papel en blanco, cogí el lápiz, y como por arte de magia, mi mano empezó a trabajar. El lápiz dibujaba solo. Mi cabeza iba recordando el guión y el lápiz trabajaba y trabajaba sin parar. Yo alucinaba y no sabía qué hacer, ni si llamar a mis compañeros para que vieran que pasaba. Dudaba si dejar el lápiz por miedo a que si lo soltaba después no continuara dibujando. No me podía arriesgar. Así es que lo dejé terminar y entregué el trabajo.
Ahora solo tengo una duda: ¿Dónde debe estar la magia, en la sopa o en el lápiz?
Me ha gustado el final porque no se sabe q`´e deseo pide y también que es un poco de misterio.
No lo entiendo bien.
Me ha gustado, pero no lo he entendido bien.
Bueno, primeros problemas. Tengo dos historias iguales. No sabía que exsitiera la telepatía. ¡No vale copiar! Todos aquellos que habéis recurrido a objetos mágicos para escribir la historia (internet, por ejemplo), volved a escribirla. Llevo un año corrigiendo vuestras redacciones… y no me dais gato por liebre : )
LION Y EUROPA
Un agente de la CIA ha ido a un pueblo extraño
¿qué les pasa a los habitantes?
¿quál es el misterio? lo decubriré
1996: llega al pueblo con dificultades pero veo una casa con la luz encendida pregunto por la chica y me intentan matar pero con la pistola le mato.
Me acorralan en una celda y me encuentro con Luis Sierra y me ayuda a escapar y en la celda de al lado la veo.
pido un helicoptero para salir me dicen que mañana llegaran.
12-3-96
12:54
Justo la hora de que apareciera pero no aparece.
pero hay un lago y una moto de agua y con eso consigo escapar.
Por cierto, por si no lo sabias yo soy Lion.
El Tesoro Perdido.
Había una vez una familia, la qual era muy rica.
Un día, vino el abuelo de la familia,
dijo que se tenia que llebar a los niños donde no los viera nadie, porque tenian una enfermedad, los padres no sabían que decir, dudaban de que tuviera alguna enfermedad, pero tampoco podían desconfiar del abuelo porque era una persona buena.
Entonces que al final les dijeron.
-Bueno abuelo, nosotros también vamos!
-el abuelo enfadado dijo NO! un rotundamente “No”-
-Pero abuelo, que tienen?
(el padre)-que quieres hacer con ellos?
-Nada, solo curarlos, cuando esten bien, te los traigo,y asi también, pasan mas tiempo conmigo.
-el abuelo contestó con una sonrisa-
-Los padres, daban por echo que no les iba a hacer nada.
-hasta que al final dijeron, Bueno, porque no?-
Los hijos saludaron, a sus padres y el abuelo también.
La niña se llamaba Laura, y el hijo mayor Lucas.
Al llegar a su destino, que era un hospital, viejo y siniestro, el abuelo los cojió por detras a los dos, y vinieron guardas a ayudarlo, el abuelo los desmayó con cloroformo y los llebó al sótano del hospital.
Lucas, al despertarse intentó despertar a Laura, pero no había forma. Entonces la cojió en brazos e intento pedir ayuda.
A la mínima que salió del sótano, el abuelo le explicó lo que pasaba.
Que los padres iban a ir de vacaciones, y como Laura quería ir con ellos el abuelo hizo todo lo que querían los padres.
Entonces, Lucas sin preguntar, creyó todo.
A la semana, vino el abuelo con la cara por los suelos,
resulta que a la vuelta, el avión que los tría de Miami, había estrellado, y que no pudieron hacer nada por ellos.
Entonces los dos hermanos huérfanos, se fueron a un internado, dónde resulta que ahí, había un secreto hacía ellos, y que nadie les quería rebelar.
Lucas intentó llegar hasta el final del asunto, hasta que descubrió que los padres tenían una cuenta pendiente con un hombre llamado rodolfo, habían negociado con una mafia rusa, y si hacían lo que ellos les pedían, que era viajar y hacerse pasar por muertos porque estaban arruinados, y la mafia les iba a dar mucho dinero a los hijos, si los padres desaparecían.
El padre de los niños trabajaba en una central donde estaban a punto de descubrir el secreto de la mafia, y por ese motivo, tenían que pasarse por muertos, y si no lo hacían los mataban ellos mismos.
Entonces Lucas y Laura se quedaron en el internado, lamentando la muerte de sus padres.
Pero Lucas, si que sabía la verdad.
Este relato, no nos ha gustado lo suficiente.
Nos ha parecido un relato con misterio, pero lo bastante aburrido.
En nuestra opinión podria a ver sido una historia con más emoción y más divertida.
Ha sido un resumen bastante largo…
Para nuestra opinión no nos ha gustado nada y nos ha sido muy aburrido y largo.