El Código fair play de la FIFA abraza todos los principios deportivos, morales y éticos que defiende la FIFA, y por los cuales continuará luchando en el futuro, independientemente de las influencias y presiones que pueda afrontar.
Las diez reglas de oro no sólo sirven de credo a la FIFA como órgano rector del fútbol mundial, sino que también refuerzan el sentido de fraternidad y cooperación entre los miembros de la familia universal del fútbol.
1. Juega limpio
La victoria pierde su valor si no se conquista de forma honesta y justa. Engañar es fácil, pero no aporta nada. Para jugar limpio se necesita coraje y carácter. Esto brinda una mayor satisfacción. El juego limpio tiene su recompensa, incluso si se pierde el partido. Quien juega lealmente gana el respeto de los demás, quien engaña, sólo el desprecio. Recuerda: es sólo un juego. Y los juegos no tienen sentido si no se juega limpio.
2. Juega a ganar, pero acepta la derrota con dignidad
Cualquier partido tiene por finalidad la victoria. Nunca comiences a jugar con la intención de perder. Quien no juega a ganar embauca al adversario, defrauda al espectador y se engaña a sí mismo. Nunca te rindas ante adversarios fuertes, pero tampoco cedas ante los débiles. Es un insulto para cualquier adversario jugar sin poner todo el empeño en el partido. Juega a ganar hasta que suene el pitido final. Nadie es invencible. A veces se gana, a veces se pierde. Aprende a perder con una sonrisa. No busques excusas. Las razones genuinas hablan por sí mismas. Felicita de buena fe a los ganadores. No culpes al árbitro o a cualquier otra persona. Proponte hacerlo mejor la próxima vez. La afición respeta más a los buenos perdedores que a los malos ganadores.
3. Acata las Reglas de Juego
Todos los juegos necesitan reglas que los guíen. Sin reglas, reinaría el caos. Las reglas del fútbol son sencillas y fáciles de aprender. Esfuérzate por entenderlas para que comprendas mejor el juego. Así serás un mejor jugador. También es importante entender el espíritu de las reglas. Las reglas fueron concebidas para que el juego sea divertido cuando se juega y cuando se disfruta. Si acatas las reglas, disfrutarás más del juego.
4. Respeta a los adversarios, a los compañeros, a los árbitros, a los oficiales y a los espectadores
Fair play significa respeto. El respeto forma parte del juego. Sin adversarios no hay partido. Los rivales tienen los mismos derechos que tú tienes, incluido el derecho a ser respetados Tus compañeros son tus colegas. Tú formas parte de un equipo en el que todos los miembros son iguales. Los árbitros están en el campo para mantener el orden y el juego limpio. Acepta siempre sus decisiones sin alegar y ayúdalos a que el partido pueda disfrutarse aún más. Los oficiales de ambos equipos también forman parte del juego y por tanto hay que respetarlos. Los espectadores crean el ambiente. Ellos desean ver un partido en el que se juegue limpio, pero también deben comportarse deportivamente.
5. Promueve los intereses del fútbol
El fútbol es el deporte universal por excelencia. No obstante, necesita de tu ayuda para seguir siendo el número uno. Pon en primer plano los intereses futbolísticos. Reflexiona si tus acciones pueden afectar la imagen de nuestro deporte. Difunde los aspectos positivos del fútbol, anima a los demás a participar limpiamente en todos los aspectos del juego, ayúdales a disfrutar tanto como tú lo haces. Conviértete en un embajador del juego.
6. Honra a quienes defienden la buena reputación del fútbol
La buena reputación del fútbol ha sobrevivido porque la mayoría de las personas que lo quieren es honesta y justa. A veces alguien hace algo excepcional digno de nuestro reconocimiento, a esta persona deberá honrársele y hacer público su buen ejemplo para alentar a otros a actuar de igual manera. Promueve la buena imagen del fútbol dando a conocer sus mejores acciones.
7. Rechaza la corrupción, las drogas, el racismo, la violencia, las apuestas y otros males que representan una amenaza para nuestro deporte
La enorme popularidad del fútbol lo convierte en presa fácil de los intereses ajenos al juego. Mantente alerta y rechaza las tentaciones de utilizar drogas o engañar a los demás. Las drogas no tienen cabida en el fútbol, ni en ningún otro deporte, ni en nuestra sociedad. Rechaza las drogas. Ayuda a eliminar el racismo y la intolerancia en el fútbol. Trata a todos los jugadores y a toda persona con equidad, sin hacer distinciones de color, raza u origen. No toleres de ninguna manera las apuestas en los partidos en que tú participes. Esto afecta negativamente tu habilidad y crea un conflicto de intereses. Demuestra que el fútbol y su afición no desean ser víctimas de la violencia. El fútbol es un deporte y el deporte es símbolo de la paz.
8. Ayuda a otros a no ceder ante instigaciones de corrupción
Si ves que se insta a compañeros o a otras personas a engañar de alguna manera, ofrece tu ayuda. No dudes en ningún momento en brindar apoyo y fuerza para resistir. Recuérdales el compromiso con sus compañeros y con la buena imagen del fútbol. Forma un bloque solidario, como una buena defensa sobre el terreno de juego.
9. Denuncia a quienes intentan desacreditar nuestro deporte
Si estás seguro de que alguien fomenta el engaño, no dudes en denunciarlo. Es preferible mostrar al mundo su verdadera cara y expulsarlo del juego antes de que haga más daño. A menudo es necesario más valor para denunciar lo erróneo que continuar con un plan deshonesto. Se admirará tu honestidad, pero no tu complicidad. No basta con negarse. Denuncia a los culpables antes de que logren convencer a alguien.
10. Utiliza el fútbol para mejorar el mundo
La fuerza del fútbol es grandiosa y puede utilizarse para mejorar el mundo y convertirlo en un lugar donde todos puedan vivir dignamente. Usa esta poderosa plataforma para promover la paz, la igualdad, la salud y la educación para todos. Mejora el juego y entrégalo al mundo. Así crearás un mundo mejor.