
Montaje que impresiona sobre el "Trigal con segador a la salida del sol" (1889), de Van Gogh, el "Don Quijote"(1955), de Picasso
Este cuadro me llamó la atención, ya que me atraía mucho el paisaje que en él se representa, un paisaje en el cual se puede ver un amanecer de Van Gogh que sorprende a unos picassianos don Quijote y Sancho Panza.
También me atrae, en los cuadros de Van Gogh, la presencia de trazos impresionistas, de contrastes surrealistas y de formas con gran fuerza expresiva. De todas formas, como mencioné antes, lo que más me llamó la atención de este cuadro, junto con la mezcla de los cuadros de Pablo Picasso y de Vicent Van Gogh, es todo lo naturalista que es, con ese amanecer en la cosecha.
Es cierto que la imagen llama la atención, no en vano nos hallamos ante el montaje de dos celebérrimas obras pictóricas. Al margen de ello, estoy convencido de que, estéticamente, buena parte de culpa de ese poder de atracción reside en el contraste que surge del negro de la tinta picassiana sobre el intenso color amarillo que domina los campos de Van Gogh.
En lo que no puedo estar de acuerdo, Silvia, es en lo referente al naturalismo del pintor neerlandés. Van Gogh, como otros coetáneos suyos postimpresionistas, había superado la voluntad de representar la naturaleza y la vida de forma realista. Ciertamente sus temas y motivos parten de la realidad cotidiana, pero hay en ellos un tratamiento más subjetivo que objetivo.