He escogido esta imagen debido a que, en los inicios de la novela, el narrador nos explica que don Quijote se volvió loco por tanta lectura, y esta imagen lo representa muy bien, ya que se le ve encerrado en una habitación mientras lee un poco desesperado.
En la imagen se observa un gran volumen de libros encima de la mesa y en el suelo, que, supuestamente son los que el hidalgo ya ha leído. Cuando uno lee, ese conocimiento se queda guardado, debido a que nuestra mente no puede diferenciar la ficción de lo real, por lo tanto, se podría justificar la locura de don Quijote, debido a la gran variedad de lecturas.
«En resolución, [el hidalgo] se enfrascó tanto en su letura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo».