Bolaño escritor

Dicen, que Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño, ocupa el vacío generacional que dejó tras de sí Rayuela, de Cortázar. Lo dice el mexicano Jorge Volpi al menos, uno de los escritores que suman su nombre al volumen Bolaño salvaje, ese ómnibus cultural de la edito­rial Gandaya compuesto por una veintena larga de artículos alrededor de la figura del escritor fallecido en Blanes en el 2003. Un libro que, además, y como singular aportación, añade Bolaño cercano, un documental realizado por Erik Haasnoot.

El documental, es un encuentro distendido, casi íntimo, con la familia de Bolaño y con alguno de sus amigos más próximos, con Enrique Vila-Matas, Fresán, Antoni García Porta y Juan Villoro. Haasnoot se pasea con su cámara por los paisa­jes últimos del escritor: por su casa y por sus rincones preferidos de Blanes. Y fren­te a las aproximaciones más o menos eruditas, más o menos atinadas del libro, el documental de apenas 40 minutos nos presenta un Bolaño humano, contradic­torio y complejo como fue el personaje. Lejos del frío culteranismo de obras suyas como En busca de Klingsor, apasionado aquí por la figura de Bolaño, dice Volpi que este escritor gusta a los jóvenes y deja indiferente a los lectores de una cierta edad… Quizá.

De momento parece gustar a todo el mundo. Y en todo el mundo. En Estados Uni­dos, por ejemplo, la traduc­ción de Los detectives salva­jes se ha convertido en uno de los must de la temporada, y entre nosotros la figura de Roberto Bolaño no deja de crecer, acercándose cada, vez más a la dimen­sión de la leyenda. Nacido en Chile en 1953, con un pasado de activista cultural en México y una espléndida realidad de escritor en Espa­ña, truncada por la muerte, Roberto Bolaño es una in­cógnita por resolver para sus muchos seguidores.

Cada vez más. Una incógnita que el libro Bolaño salva­je ayuda a despejar. Aunque sólo sea un poco.

LLOPART, Salvador: “Bolaño escritor”. Suplemento cultura|s (14.05.08). La Vanguardia [Barcelona], pag. 25