Había una vez un mango que vivía en una granja y los animales siempre lo perseguían. El mango les dijo:
– Tranquilos, tranquilos, podéis comer de los árboles.
Los animales le contestaron:
-¡No llegamos!
-¿Por qué no vais al manzano, que es un poco más bajito? –preguntó el mango.
Los animales hablaron entre ellos y se les ocurrió una idea:
-Podríamos subirnos unos encima de otros para llegar más alto.
Lo intentaron, pero fracasaron. La cabrita que estaba arriba dejó caer una pera. La vaca, que estaba abajo, se movió para cogerla y…
¡Pataplaf!
(Continuará)
Niños y niñas de 3º B y maestro.