En cuanto oye el lápiz
se acerca en silencio,
mira por mis gafas,
discreta, los versos
y luego se marcha
como entristecida
dejando en las lentes
unas lagrimitas.
Que es mosca miope
se nota a la legua,
mas ¿qué es lo que busca
que aquí nunca encuentra?
No sé, pero hay algo
que a mí me da pena.
Tal vez sólo quiera
sentir cómo el lápiz
dibuja palabras
que digan de ella.
Ven, mosca bonita,
que éste es tu poema:
sus letras son tuyas,
vuela tú por ellas.
Acércate, acércate,
frota tus patitas,
¿no ves lo que dice?:
“La mosca bonita”,
te gusta ¿verdad?
Me dolía tanto
ver en los cristales
tus dos lagrimitas…
JUAN MANUEL RODRÍGUEZ TOBAL